Han pasado 43 años desde que cientos de maestros, estudiantes y brigadistas de forma voluntaria, salieron en caravana de Managua hacia todo el territorio nacional, con el propósito de enseñar a leer y escribir a la población de las zonas rurales del país; esto como parte de las acciones implementadas por el gobierno central, surgido después del triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
La Cruzada Nacional de Alfabetización, cuyo nombre oficial fue Cruzada Nacional de Alfabetización “Héroes y Mártires por la Liberación de Nicaragua” (CNA), fue una campaña efectuada durante el plazo de un año, lo que permitió erradicar el analfabetismo del 50% al 12%, logrando el desarrollo sostenible y equitativo de una nación guerrillera y solidaria, enmarcada en lo principios de Augusto C. Sandino y Carlos Fonseca Amador.
Y fue así, como un 23 de marzo de 1980, se extendió una simbólica masa de alfabetizadores nicaragüenses, maestros cubanos y colaboradores internacionales hasta los lugares más recónditos del país, ganándose el corazón de aquellos que, durante el fatídico gobierno Somocista, no habían contado con la oportunidad de tener el pan de la enseñanza y de los saberes que les permitiría adquirir habilidades y conocimientos para tener una perspectiva más amplia y profunda de la vida.
Las y los alfabetizadores compartían las labores de la tierra, aprendían a sembrar, a recolectar, formando estrechos lazos comunitarios, trabajando juntos para enfrentar los desafíos de la vida rural y apoyándose mutuamente en momentos difíciles, mientras que, en el intercambio, se enseñaba a leer y a escribir.
Durante la campaña, se establecieron más de 12,000 centros de alfabetización, lo que permitió “convertir la oscurana en claridad”, ondeando en el territorio las banderas que revelaban que el pueblo estaba libre de analfabetismo y que la educación es un derecho humano fundamental para todos y todas sin distinción alguna por clase social o económica.
La campaña de alfabetización no sólo reparó el acceso a la educación, sino que también fomentó la participación efectiva-ciudadana, teniendo oportunidades de empleo, reducción de la pobreza, y el fomento a la paz y la estabilidad.
En la actualidad, la política educativa orientada desde el gobierno central se conforma de manera articulada, orientada en garantizar a través de los subsistemas educativos, el derecho a estudiar de manera gratuita y equitativa para formar profesionales de calidad que aporten al desarrollo, local, nacional e internacional.
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