El fracaso del modelo neoliberal en Nicaragua volvió imprescindible para el Pueblo un cambio de modelo, que trajera consigo la recuperación de valores cristianos, la creación de conciencia, la restitución de derechos y el fortalecimiento de sus capacidades; con inclusión y equidad social, de género y generacional; que pusiera énfasis en el combate a la pobreza en armonía con la Madre Tierra; defendiendo la independencia, soberanía e identidad nacional; promoviendo la solidaridad y complementariedad, la apropiación, alineamiento y armonización de la cooperación externa a las prioridades de un país soberano; y que dotará al pueblo de mayor poder de decisión, que le permitiese convertirse en constructor y protagonista de su propio futuro y de una vida más humana.
La tierra puede suplir nuestras necesidades, pero no la avaricia! El Capitalismo Salvaje, y el Neoliberalismo, como su modelo de instrumentalización, entraña elevados riesgos que apuntan irremediablemente a la extinción de las especies, debido a la destrucción y depredación provocada por la esencia misma del modelo, lo que incluye la creciente escasez de recursos naturales y de alimentos por la deforestación y la pérdida de hábitat natural y biodiversidad; la contaminación del aire, suelos y agua, incluyendo lagunas, lagos, ríos y mares; así como el cambio climático en su máxima expresión: El calentamiento global.
El Plan Nacional de Lucha Contra la Pobreza y para el Desarrollo Humano 2022-2026 constituye el instrumento rector de la gestión pública, contiene políticas, estrategias y acciones transformadoras que ratifican la ruta de crecimiento económico y la defensa y restitución de los derechos de las familias nicaragüenses, con reducción de la pobreza y las desigualdades.
Lineamientos:
- Estabilidad Macroeconómica.
- Reforzar las Condiciones Básicas para el Desarrollo
- Desarrollo de los Talentos Humanos
- Consolidar los Bienes y Servicios Públicos
- Igualdad entre los Géneros
- Juventud como Eje Central del Desarrollo
- Más y Mejor Producción
- Desarrollar la Economía Creativa
- Dinamizar el Comercio y los Mercados
- Ciudades Inclusivas, Seguras y Resilientes
- Medidas para Enfrentar la Variabilidad y el Cambio Climático
- Costa Caribe, Zona Especial de Desarrollo
El Banco Mundial en un estudio realizado a solicitud del Gobierno, titulado “Diagnóstico del Sector Trabajo en Nicaragua; Hacia una Estrategia de Transformación Laboral y Económica (2019)”, señala: “Los nicaragüenses han ido alcanzando niveles más altos de educación, tanto en áreas urbanas como rurales; así mismo, los jóvenes presentan un mejor nivel de escolaridad. Ya el 40% de los adultos jóvenes reportan haber completado la educación secundaria o alguna educación terciaria. Los adultos jóvenes, en especial del grupo de 15 a 29 años están logrando mejores resultados educativos. En el 2010, los jóvenes sin ningún tipo de escolaridad ascendían al 7%, cifra que casi se redujo a la mitad, al 4% en el 2018; los que finalizaron su secundaria pasaron de 15% al 21%, mientras que la tasa de finalización de escolaridad terciaria aumentó de 13% a 19%”.
Fue a partir del cambio de política educativa, que se ha venido avanzando en lo siguiente:
- La Matrícula escolar de niños, jóvenes, adolescentes y en educación de adultos, en las diferentes modalidades ha pasado de 1,672,000 estudiantes en 2006 a 1,800,293 en 2020 (+7.7%), aún con la disminución en la Tasa de Natalidad del país.
- En 2020 el porcentaje de APROBACIÓN en educación primaria y secundaria fue de 90.9% (+79.4% en relación a 2006).
- En 2007, el Gobierno Sandinista encontró 27,000 aulas destruidas. Por ello, en el marco de la Dignificación de aulas y ambientes escolares, al 2020 se han construido, reparado o ampliado 35,393 escuelas, para un promedio anual de 2,528 escuelas, un ritmo diametralmente superior en relación a los gobiernos neoliberales, que en 2005 atendieron solo 640 aulas.
- Luego, entre 1990 y 2006, los gobiernos de Violeta Barrios de Chamorro, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños, se encargaron de volver a incrementar las tasas de analfabetismo, pasando a 20.5% en 2001 y a 22.0% al final del período de Enrique Bolaños, según resultados de las Encuestas de Medición del Nivel de Vida (EMNV).
En 2007 el Gobierno retomó la tarea de reducción del analfabetismo, alcanzando en la actualidad una tasa de entre 4.0-6.0%. Solo en 2020, se integraron en los programas de Alfabetización y Primaria de Jóvenes y Adultos 98,274 jóvenes y adultos.
En cuanto a la Educación Técnica y Tecnológica, Nicaragua ha tenido grandes avances, garantizando su gratuidad y calidad, ampliando oportunidades a protagonistas del campo y áreas rurales a través del Programa Nacional de Educación Técnica en el Campo (PNTEC), las Escuelas Municipales de Oficio, los cursos de corta duración y virtuales, y la articulación y alianzas con agentes locales, sector productivo e instituciones públicas.
En cuanto a la Educación Universitaria, el Gobierno ha venido garantizando el 6% del Presupuesto General de la República, en cumplimiento del mandato establecido en el artículo 125 de la Constitución Política de Nicaragua. Para 2011, la matrícula en las Universidades que conforman el Consejo Nacional de Universidades (CNU), fue de 103,690 estudiantes, incrementándose en 2021 a 171,600 (55.09% mujeres), todos(as) becados.
Las Universidades del CNU cuentan con 10 sedes centrales y 31 Regionales diseminadas en todo el país, lo que permite atender estudiantes de los 153 municipios de la división político-administrativa de Nicaragua. En términos de oferta educativa, se ofrecen 538 carreras de las cuales 217 son de posgrado. En retención escolar, la media de los últimos 8 años ha sido de 85.44%, con 90.56% desde 2019, exceptuando el 2018 con 69.40%, afectado por el Intento Fallido de Golpe de Estado.
A partir de 2021 que estamos recuperando la senda positiva de crecimiento económico del país, y durante todo el próximo periodo, vamos a intensificar la lucha frontal contra la pobreza en todo el país, haciendo énfasis, como siempre, en aquellos territorios, sectores y grupos de población donde la profundidad y severidad de la pobreza y las desigualdades ha sido más marcadas. En este sentido, recuperaremos el ritmo de reducción de pobreza que tuvimos en el periodo 2011-2017.
El objetivo central del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional es el crecimiento económico con reducción de la pobreza, como elementos aglutinadores del desarrollo económico y social de la nación. Para cumplir este objetivo, el Gobierno procura alcanzar tasas de crecimiento económico sostenido y baja inflación, en un contexto de sostenibilidad de las finanzas públicas, de las cuentas externas y de estabilidad macroeconómica global, como condición para atraer inversión privada y cooperación de Gobiernos e instituciones financieras internacionales que estimulen la economía y generen empleos. Para esto, el Banco Central de Nicaragua (BCN) ancla las expectativas de inflación de los agentes económicos a través del régimen cambiario vigente. Esto permite tener una mayor certeza acerca del valor del dinero en el tiempo y, por tanto, del retorno real de los proyectos de inversión y consumo en el futuro. Esto es un apoyo para los agentes económicos que deciden efectuar este tipo de proyectos en el país.
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