Santos López, coronel del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional
Foto de cortesía

El Coronel Santos López, Nació un 12 de diciembre de 1914, en Yalagüina, Nicaragua, en una familia humilde familia campesina. Se dedicaba al trabajo de campo para ayudar a su hogar.

En 1926, con apenas 12 años de edad, se integró a las tropas al mando del General Augusto Nicolás Calderón Sandino, que operaban en los sectores de Nueva Segovia.

En 1927, tras la firma del “Pacto del Espino Negro”, tomó la decisión de acompañar a Sandino, para iniciar la lucha contra la intervención estadounidense

Se suscribió a la pauta de la Organización de las Fuerzas Defensoras del Derecho Nacional en la cual se fundó el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSNN) con el lema “Patria y Libertad”.

Por su lealtad y méritos fue designado como ayudante personal del General Sandino y ascendido al grado militar de coronel.

En 1934, formó parte de la comitiva que acompañó al general Sandino en la conversación de paz con el gobierno de Juan Bautista Sacasa, culminando en el asesinato del Sandino y otros generales por orden del jefe director de la Guardia Nacional de Anastasio Somoza García.

Posteriormente se traslada a la ciudad de León, tras un fuerte intercambio de balazos, luego se muda al país vecino, Hondura, donde vivió clandestinamente debido a la persecución, represión y asesinato por parte de la guardia nacional a los jefes, miembros y colaboradores del Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional.

Santos López, transmitió sus experiencias, constituyéndose en el eslabón vital entre el legado de lucha del General Sandino.

Años más tarde fue enviado a la República de Cuba, donde falleció el 9 de febrero de 1965.

La Asamblea Nacional de Nicaragua lo declaró Héroe Nacional el 2 de marzo de 1984, mediante el Decreto 1410. Tenaz e incasable combatiente, fue reconocido como “Símbolo vivo del encuentro de las nuevas y viejas generaciones de sandinistas”.

Recordar la obra, la lucha y legado del coronel Santos López, es necesaria para que nuestras generaciones aprendan y tomen el ejemplo de su heroísmo, entrega y sacrificio que le forjó una vida consagrada a su amada Nicaragua, a su libertad, soberanía y autodeterminación.