Leonel Rugama ¡Que se rinda tu madre!
Foto de cortesía

Leonel Rugama nació el 27 de marzo de 1949 en el Valle de Matapalos, Estelí.

Su padre Pastor Rugama era un carpintero y su madre, Cándida Rugama, era maestra. Durante muchos años, se manejaba que la fecha de nacimiento de Leonel era el 21 de marzo de 1949; sin embargo, doña Cándida confirmó en una entrevista que se le realizó en 1989 que su hijo había nacido el 27 de marzo, debido a un error de confinación en el registro.

Durante su infancia, se crió al lado de su abuela, hasta que terminó el quinto grado. Fue entonces que se trasladó a Managua para estudiar en el Seminario Mayor, pero antes debería terminar su sexto grado en el Colegio San Ramón.

Leonel visitaba los barrios más pobres de la capital, lo que despertó en él la conciencia de un cambio que consideraba necesario, soñando un mejor futuro para los nicaragüenses y sobre todo la para la niñez.

Por eso, en 1967 se integra al Frente Sandinista de Liberación Nacional, iniciando su lucha en las montañas como guerrillero. Durante ese tiempo comenzó a escribir poesía.

Recibió órdenes de trasladarse a León, donde logró matricularse en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León). En la UNAN León se encontró con Omar Cabezas, quien en el capítulo 2 de su libro “La montaña es algo más que una inmensa estepa verde”, recuerda a Leonel como su primer responsable en el FSLN.

En cartas enviadas a su papá, le explicó que su propósito no era terminar una carrera profesional, sino más bien el hecho de aportar a la revolución, integrando el Frente Estudiantil Revolucionario (FER).

Sus primeros poemas fueron publicados en un suplemento semanal de un periódico nacional. “La tierra es un satélite de la Luna”, se ha considerado como uno de los más difundidos de la poesía latinoamericana.

Integrado en la lucha revolucionaria, Leonel Rugama junto a sus compañeros Roger Núñez Dávila y Mauricio Hernández Baldizón, fueron asesinados mientras se encontraban en una casa de seguridad del Frente Sandinista, cuando un batallón de la Guardia Nacional los emboscó iniciando así un enfrentamiento que sería transmitido en cadena nacional.

Durante el combate desigual, debido a que los jóvenes eran atacados con armamento pesado y avionetas, Leonel y sus dos compañeros entonaban el Himno Nacional de Nicaragua.

En una de las tantas veces que se les solicitaba a través de megáfonos su rendición, Leonel contestó: “¡Que se rinda tu madre!”, siendo escuchado por miles de nicaragüenses y expandiendo al planeta entero.

Su inquebrantable convicción y su inmenso valor siguen iluminando nuestros pasos.