¿Cómo garantizar agua potable de calidad a los habitantes de Guanacaste y, a la vez, afrontar el reto de la adaptación al cambio climático en esa región? La Sede Regional Chorotega de la Universidad Nacional (UNA) trabaja en esa dirección.
Son varias las acciones que se impulsan: cómo fortalecer las capacidades técnicas de los administradores del agua para que, de esa manera, se pueda hacer una mejor evaluación del agua, se dé seguridad hídrica a los habitantes y se ofrezca una mejor infraestructura, gestión comunitaria y adaptación al cambio climático. Para lograrlo se ha creado un vínculo del Centro de Recursos Hídricos para Centroamérica y el Caribe (Hidrocec), de la Sede Regional Chorotega-UNA, con las asociaciones administradoras de los sistemas de acueductos y alcantarillados comunales (Asadas) y el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Aunque Guanacaste es la provincia que cuenta con más Asadas (377), es, a la vez, la que presenta más deficiencias en la prestación de servicio de agua potable. Los principales retos que enfrenta son: a) condiciones climatológicas e hidrológicas muy marcadas, que presionan los sistemas de abastecimiento b) fuentes cuyos caudales no responden a la demanda del recurso por parte de la población, c) presencia de metales pesados como el arsénico y la intrusión salina, d) incumplimiento de la factibilidad técnica que impide ofrecer nuevos servicios y disponibilidades de agua, e) uso de fuentes ilegales, f) presión en las zonas costeras por el desarrollo inmobiliario, g) presencia de asentamientos informales, h) terrenos en milla fronteriza, y i) asentamientos desabastecidos.
Pero la provincia enfrenta otras dificultades no menores, como el cambio climático con la llegada del fenómeno de El Niño de forma muy marcada entre el 2014 y 2016, las secuelas que dejó el Huracán Otto, la contaminación del agua con arsénicos en Bagaces, así como la salinización de los acueductos y pozos de las zonas costeras de Santa Cruz y Sardinal.
Asadas en la Región Chorotega
Andrea Suárez, coordinadora de Hidrocec-UNA, indicó que gracias a las alianzas estratégicas, se han podido realizar proyectos como Fortalecimiento de las Capacidades de Asadas la capacitación e implementación de mejores técnicas e innovación en la gestión comunitaria del agua. Este proyecto de extensión se desarrolló en dos fases: 2015-2017 y 2017-2019; comenzó en 2015 con las Asadas costeras de Santa Cruz, Abangares y Nicoya. “Este proyecto implementó mejores prácticas y técnicas de innovación en la gestión comunitaria del agua, fortaleció las capacidades y la evaluación del agua en las Asadas y seguridad hídrica en su calidad”, comentó Suárez.
En el caso de los acueductos de las zonas costeras de Santa Cruz—donde se presentan mayores problemas de salinización de pozos—Suárez dijo que se logró la construcción del acueducto de Nimboyores, el cual abastece de agua a una amplia población costera del cantón, incluyendo productores, comercio y diferentes desarrollos turísticos de la zona.
Otro proyecto de gran impacto es SCALL NIMBU III, un sistema de potabilización de agua de lluvia, cuyo objetivo es solventar el acceso y producción del agua potable para uso comercial. Este proyecto se desarrolla en Brasilito de Santa Cruz y se impulsó gracias al compromiso de la Asada local con dos instancias de la Sede Regional Chorotega: el Centro Mesoamericano de Desarrollo Sostenible del Trópico Seco (Cemede) y el Hidrocec. Su gran aporte es haber generado no solo conocimiento sobre el uso de tecnologías innovadoras sino que también ha fortalecido la operación de la Asada en la administración y producción de sus recursos.
En La Cruz se impulsó el proyecto VARCLIM, que impactó, principalmente, a las comunidades de El Jobo (administrado por AyA), Santa Cecilia (Asada) y Cuajiniquil (Asada). En este caso, destacó Suárez, el tema que se abordó fue la variabilidad climática y se trabajó con los sectores pesquero, turístico, agropecuario, además del hídrico, a quienes se les brindó transferencia de conocimiento sobre proyecciones climáticas y fortalecimiento de capacidades técnicas, incluido el tema hídrico, pero siguiendo la línea para el fortalecimiento de las regiones. Esta iniciativa se hizo en conjunto con el Consejo Nacional de Rectores (Conare), la UCR, el Centro Internacional de Política Económica (Cinpe) y el Cemede.
Otro proyecto que nació desde una asociación específica para el saneamiento y protección de los mantos acuíferos fue AGUASANA, que se hizo en dos fases: 2017-2019 y 2019-2020. En esta iniciativa participaron diferentes Asadas y ONGs de la región; el proyecto tuvo una incidencia ambiental y puso énfasis en el buen manejo de las aguas residuales.
Finalmente, está el Proyecto Asada de la Altura ACBT, que lo conforman las federaciones de Asadas de Abangares, Cañas, Bagaces y Tilarán. La iniciativa se creó en el Consejo de Desarrollo Rural Territorial del Instituto Nacional de Desarrollo Rural (Inder) y aborda las capacidades de las Asadas para la gestión de cuencas, acciones operativas técnicas como evaluar la calidad del agua, retroalimentar para lograr mejoras en la gestión del acueducto, determinar las alturas potenciales de recarga en las cuencas hidrográficas y así medir las zonas de protección y reforestación a largo plazo.
Mitigación de sequías
A finales de 2022 se realizó un intercambio entre científicos alemanes con sus homólogos de la Sede Regional Chorotega de la UNA, con el fin de comprender los desafíos que representa para esta región las sequías prolongadas y cómo realizar una gestión del agua que permita seguir atendiendo actividades como la agricultura y el turismo.
Suárez explicó que fue en ese contexto donde surgió la iniciativa de desarrollar el proyecto GREAT. Se trata de un esfuerzo colaborativo en el que participan, por Costa Rica, el Cemede, el Laboratorio de Manejo Ambiental de Residuos de la Facultad de Química (Lagede-UNA), el Hidrocec- UNA y el Servicio Nacional de Riego y Drenaje de Aguas Subterráneas (Senara); por Alemania, el grupo de investigación sobre recarga gestionada de acuíferos (lnowas) de la Technische Universitat Dresden (TUD).
El proyecto GREAT trabaja en la zona costera de Santa Cruz y la región insular del Golfo de Nicoya para comprender mejor los desafíos relacionados con la seguridad hídrica en estos territorios. Esto incluye una colaboración para el desarrollo de capacidades de estudiantes y académicos costarricenses en Alemania, así como estudios de seguridad hídrica en las áreas de enfoque del proyecto.
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