Un grupo de investigadores del Laboratorio de Hidrobiología y personal de apoyo del CIRA UNAN-Managua realizaron el segundo muestreo de época seca de 2023 en las playas de Masachapa y San Diego, en el marco del proyecto RLA 7/025 Fortalecimiento de las capacidades en el manejo marino y costero mediante la aplicación de técnicas nucleares e isotópicas.
Este proyecto, cofinanciado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), tiene como objetivo contribuir a la adopción de estrategias y políticas de conservación y gestión sostenible de los ecosistemas marinos y costeros de la región, América Latina y el Caribe mediante el fortalecimiento de capacidades de los equipos multidisciplinarios académicos y de instituciones gubernamentales para la investigación.
En los muestreos, que se realizan en temporada seca y lluviosa, se valora la acidificación de océanos, presencia de microplásticos y eutrofización, floraciones algales nocivas (FAN), como la marea roja, al igual que la comunicación efectiva en el desarrollo de actividades en seis sitios de la Costa Pacífica, al norte en el Golfo de Fonseca (El Chorro y Punta San José), en zonas de playa al centro (Masachapa y San Diego) y al sur en las bahías de El Ostional y San Juan del Sur.
De igual forma, se consideran aspectos como la pesca artesanal o industrial, el turismo y el afloramiento de aguas marinas profundas. En el diseño del muestreo, también se estima la calidad del agua tanto en el sitio de referencia, como en los sitios contaminados con el fin de realizar análisis comparativos del impacto de la actividad humana.
Según la máster Katia Montenegro, docente e investigadora del CIRA, se ha determinado a San Diego como un sitio de referencia por ser una playa rural con menor actividad humana en comparación con Masachapa. «En Masachapa y San Diego se recolectaron muestras integrales de la zona fótica y una del estrato de 5 metros. Se midió salinidad, transparencia, perfiles de temperatura, pH, conductividad, potencial redox, oxígeno disuelto y saturación», señala.
De acuerdo con la investigadora, las muestras de agua se analizan luego en los laboratorios de Aguas Naturales, Hidrobiología, Microbiología, Contaminantes Orgánicos y Radioquímica Ambiental para determinar elementos físico-químicos, microbiológicos, hidrobiológicos y de microplásticos que inciden en el sitio estudiado.
«También se recolectó una muestra de sedimento superficial y una de arena en cada playa para analizar sus características físico-químicas, abundancia y características físicas de los microplásticos. Los resultados de campo indican que los ecosistemas costeros son de buena calidad, ya que se detectó oxígeno en toda la columna de agua», afirma la máster Montenegro.
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