En saludo al 82.° aniversario del natalicio de poeta Fernando Gordillo Cervantes, autoridades universitarias, docentes, personal administrativo y movimiento estudiantil de la UNAN-Managua rememoraron el legado revolucionario y literario del líder estudiantil, por medio de una caminata y gala cultural frente al auditorio emblemático que lleva su nombre en el Recinto Universitario Rubén Darío.

En el acto conmemorativo, la bachillera Karen Martínez Barraza, presidenta de la UNEN UNAN-Managua, refirió que el legado del profesor Gordillo prevalecerá en el pensamiento de la juventud revolucionaria inspirando a las nuevas generaciones de estudiantes con carácter humanista.

Por su parte, el doctor Luis Alfredo Lobato Blanco, vicerrector general de la UNAN-Managua, expresó que la figura del homenajeado representa la lucha con sentido de justicia social siendo un ejemplo de humildad y disposición al trabajo.

«Tenemos el desafío de hacer patria asumiendo compromisos y rememorando las victorias del pueblo por medio de los héroes y mártires que ofrendaron su vida para gozar hoy de la paz y el progreso», sostuvo el máster Alejandro Genet Cruz, decano de la Facultad de Educación e Idiomas.

Sobre su vida y obra

Fernando Alberto Gordillo Cervantes, nació en la ciudad de Managua el 2 de febrero de 1941, se bachilleró en el Colegio Pedagógico y estudió la carrera de Derecho en la sede de la UNAN en León entre 1958 y 1960 y en la Universidad Centroamericana en Managua de 1965 a 1966.

En 1960 fundó y coeditó la Revista «Ventana», fue miembro del movimiento estudiantil de Nicaragua, profesor de Sociología en la Escuela de Ciencias de la Educación e Historia de América en la Escuela de Periodismo de la Facultad de Humanidades de la UNAN y formó parte de la llamada «Generación de la Autonomía».

Escribió ensayos, cuentos y poemas que publicó en periódicos y revistas, algunos de los cuales fueron traducidos al inglés y alemán varios años después de su muerte. Ganó varios concursos de oratoria en Nicaragua, México y Guatemala. Entre sus obras literarias están El precio de una patria (poemas), Son otros los que miran las estrellas (cuentos), Actitudes poéticas y narrativas (crítica literaria), Orden y liberación (ensayos), Al pie de la letra (reseñas) y La tarde del 23: su crónica sobre la masacre estudiantil del 23 de julio de 1959, prueba de fuego de su generación.

Padeció una enfermedad incurable que lo obligó a permanecer inmóvil desde mediados de 1961 hasta el 25 de julio 1967. Murió a los 26 años, un mes antes de la gesta guerrillera de Pancasán.