La Revista Espiga de la Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades (ECSH) de la UNED, cerró el ciclo de conversatorios en el marco del mes de la Propiedad Intelectual con el tema, “¿Se puede vivir de los derechos de autor en Costa Rica?”.
El conversatorio contó con la participación de la abogada especialista en Propiedad Intelectual, Ana Gretel Coto Orozco, y los reconocidos artistas costarricenses, el compositor, Bernal Villegas Soto, así como Sergio «Checko» Dávila Chaves, productor y músico.
La discusión se centró en el panorama actual de los derechos de autor en Costa Rica y las posibilidades que tienen los artistas y creadores para vivir de su trabajo. Los expertos debatieron sobre la situación actual del mercado y la industria creativa, así como las barreras que enfrentan los artistas para hacer valer sus derechos de autor.
“El derecho de autor es una propiedad privada de carácter intelectual, debido a que nace de la creación del intelecto del ser y como tal, no puede dejar de lado a la persona física, al ser humano, al creador. En tal sentido, la propiedad intelectual se configura de dos clases de derechos que atienden justamente no sólo el carácter de propiedad privada, que trata sobre un bien de carácter intelectual, sino que atiende también a la condición de ser humano, del que crea, y esto tiene que ver con los derechos morales, que básicamente lo que busca es proteger o darle al autor la posibilidad de resguardar ese vínculo personalísimo entre su creación y la obra”, manifestó Coto Orozco.
Respecto a los derechos patrimoniales, la especialista indicó que estos son objetos de explotación económica, ya que esos derechos pueden cederse o licenciarse, enajenarse en cualquier forma a terceros para autorizar su uso. Sin embargo, en la práctica muchas veces no se cumple.
“¿Cómo hace el artista entonces para defender su derecho, para licenciar su derecho y para reclamar los réditos económicos que le corresponden por la explotación de esa obra? bueno, justamente a nivel internacional surge lo que se conoce como el Sistema de Gestión Colectiva, que básicamente lo que hace es a través de las leyes nacionales, reconocer a unas entidades muy concretas y muy específicas, que en nuestro caso se regulan por la Ley de Asociaciones pero sobre todo, por la Ley de Derechos de Autor”, agregó Coto Orozco.
Por su parte, Sergio «Checko» Dávila Chaves, habló acerca de la importancia de las asociaciones de gestión y la educación sobre derechos de autor. En su experiencia, antes de que existieran estas entidades, se preguntaba cuánto podría haber ganado con sus grabaciones. Además, cree que es esencial enseñar sobre derechos de autor en las escuelas de arte y universidades, para crear conciencia sobre el trabajo que conlleva hacer una obra musical y su valor. El músico señala que, a diferencia de otros trabajos, los músicos no deben ser regateados, ya que su trabajo es su sustento y forma de vida.
“Que dicha que tenemos estas entidades pues me acuerdo de cuando inicié en esto en la música no tenía ni idea al respecto. Recuerdo que era muy joven cuando empecé a tocar, grababa mucho con agrupaciones y en ese tiempo no existían las asociaciones de gestión… Siempre me quedó la duda de cuánto en verdad hubiera hecho, cuánto hubiera ganado de haber existido estas asociaciones de gestión”, expresó Dávila Chávez.
Por su parte, Bernal Villegas Soto, destacó la importancia de contar con entidades de gestión colectiva, para proteger los derechos de autor en la industria musical y audiovisual. Además, explicó cómo su afiliación a una entidad de gestión colectiva le brindó tranquilidad, para generar un contrato correcto con una productora estadounidense que compró los derechos de una de sus producciones.
Asimismo, habló acerca de la importancia de la transparencia en los procesos y el respeto a los derechos de autor en la sociedad costarricense. El músico comenta que, a veces los autores no reciben el reconocimiento que merecen, y lamenta la falta de protección política hacia los derechos de autor. Considera que la protección del derecho de autor debería ser una prioridad política, equiparable a la lucha contra el racismo en los años 60.
En general, el músico enfatizó en la importancia de la protección de los derechos de autor, que permite a los artistas proteger su trabajo y obtener beneficios económicos justos. También recalcó la necesidad de que la sociedad y las autoridades reconozcan la importancia de este tema y promuevan una cultura de respeto hacia los autores.
Cabe señalar que, este conversatorio fue el último de una serie de tres que se llevaron a cabo en el mes de la Propiedad Intelectual. Anteriormente se abordaron los temas, «Ciencia abierta: Experiencias desde el Laboratorio de Fabricación, el Nodo de Recursos Abiertos y la Cátedra de Física de la UNED» y «Retos de la industria editorial».
La Revista Espiga es una publicación académica de la UNED que se dedica a difundir el conocimiento y la investigación en diferentes áreas del saber. Con estos conversatorios, la Revista Espiga busca fomentar el debate y la reflexión sobre temas relevantes para la sociedad costarricense.
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