Cuando la diversión se disfraza de trabajo para construir comunidad
Foto de cortesía

Armados con machetes, rastrillos, picos y palas, una decena de estudiantes de la Universidad de Costa Rica y de la Universidad Nacional se adentraron en la selva del territorio indígena de Alto Laguna de Osa para mejorar el sendero que lleva hasta la estación Los Patos del Parque Nacional Corcovado, una acción que beneficiará a los emprendimientos turísticos de la zona.

Mientras tanto, otro grupo se dedicaba a limpiar los alrededores de la laguna del exceso de troncos, ramas y hierba seca que queda cuando este cuerpo de agua desaparece durante la temporada seca. Muy cerca de ahí, otros voluntarios universitarios remozaron la pintura de la escuela y del salón comunal. Ambas contribuciones están encaminadas a mejorar la infraestructura de la comunidad para atender oportunamente las necesidades de sus pobladores y visitantes.

En lugar de dedicar su fin y principio de semana a dormir, descansar y revisar sus redes sociales, este equipo estudiantil se vistió de mística, compromiso y esfuerzo para colocar un ladrillo más en el trabajo que ambas universidades están desarrollando en los cantones de Osa y Puerto Jiménez, por medio del Programa Institucional Osa - Golfo Dulce (Piosa) de la UCR y del Proyecto para el Fortalecimiento de Capacidades Locales para la Reactivación Económica (Focal) del Consejo Nacional de Rectores (Conare).

“No todo en la vida es estudiar y trabajar, sino que tenemos que salirnos de nuestra zona de confort. […] Es una experiencia muy integral, porque no es solo venir a trabajar y ayudar a hacer cosas, sino también que uno conoce personas de los mismos voluntarios y también de las comunidades.”Patricia Montenegro Castro, estudiante de Diseño Gráfico de la UCR

Esto quiere decir que el esfuerzo del estudiantado no caerá en el vacío porque no obedece a una actividad aislada ni a una ocurrencia, sino que forma parte de un proceso estratégico de largo plazo que han realizado las universidades estatales en la región desde principios de siglo en procura de acompañar e impulsar las iniciativas locales que buscan un desarrollo sostenible.

Diego Quirós Badilla, coordinador del Programa Piosa y docente de la Escuela de Economía Agrícola y Agronegocios de la UCR, explica que, paralelo a la tradicional actividad agrícola, han ido creciendo los emprendimientos turísticos, al punto de que recientemente se conformó el grupo Ngöta, el cual tiene como objetivo impulsar con mayor fuerza estos proyectos.

“Son aproximadamente once emprendimientos turísticos. Ellos tienen sus fincas que las están adaptando para recibir visitantes, para hospedaje y zonas de camping. Sus fincas tienen conexión con el Parque Nacional Corcovado. Entonces organizan recorridos al río y ofrecen toda la parte cultural propia de su comunidad”, especificó Quirós.

“El trabajo de los voluntarios, tanto de la Universidad de Costa Rica como de la Universidad Nacional, en conjunto, traen un beneficio fundamental, tanto del apoyo en la elaboración de estos senderos, habilitarlos de una manera apropiada para los visitantes turísticos, pero también como un apoyo fundamental en lo que es el trabajo y la organización comunal para sus proyectos específicos.”Diego Quirós Badilla, coordinador del programa Piosa y docente de la Escuela de Economía Agrícola de la UCR

Ismael Salinas Andrade es uno de los emprendedores del lugar con zonas para acampar, senderos y recorridos diurnos y nocturnos. Como guía turístico, no solo se dedica a su negocio, sino también apoya las iniciativas de sus vecinos. Para él, el aporte de los programas de voluntariado estudiantil es invaluable.

“Nos benefician bastante debido a que hay trabajos que necesitamos hacer, pero, por falta de presupuesto o mano de obra, han estado estancados por mucho tiempo, y gracias a los voluntarios de la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional avanzamos en esos trabajos”, afirmó Salinas.

Por su parte, Selmo Mendoza Palacios, coordinador del grupo Ngöta, reconoce que, a razón de pagar el trabajo realizado por las cuadrillas estudiantiles, se requeriría una gran inversión de dinero con el que no cuenta la Asociación. “Estamos muy agradecidos y esperamos que se repita”, añadió.