Intercambio de pueblos indígenas evidencia necesidades y limitaciones compartidas
Foto de cortesía

 

Personas indígenas de distintos territorios del país compartieron sus realidades, enmarcadas por una serie de necesidades poco o nulamente atendidas por un Estado que les invisibiliza. Esto en un intercambio facilitado por el proyecto Pueblos Originarios - Universidades Públicas (PO-UP), realizado los días 17 y 18 de noviembre, en los territorios Bribri de Talamanca y la zona fronteriza de Sixaola.

Indígenas de los pueblos Bribri, Yäbamï Dí Kátà/Cabagra, Salitre, Brorän/Térraba, Ngäbes Buglé de Sixaola y Bribris de Ditsö Kä/Talamanca, participaron de una serie de reuniones en las que pudieron tanto expresar sus preocupaciones como plasmar posibles soluciones.

 Acceso a tierra, reconocimiento ante las instituciones, servicios básicos como agua o electricidad, y posibilidades de desarrollo acorde a sus visiones de mundo, fueron algunos de los temas compartidos.

“El objetivo fundamental del intercambio es que la gente se conozca. Pero más importante aún es que puedan consensuar líneas de trabajo para procurar el reconocimiento de sus derechos ante la institucionalidad. Las historias de la gente del Caribe Sur del país y de la Zona Sur (Región Brunca), o cualquier otro territorio, es que efectivamente enfrentan problemas comunes, y que a veces no tienen ninguna atención de la institucionalidad o del gobierno”, destacó Osvaldo Durán Castro, coordinador del PO-UP.

El PO-UP busca que las Universidades Públicas sirvan como intermediarios ante la institucionalidad pública, para que los derechos de los pueblos indígenas sean respetados y sus necesidades sean atendidas.

También, mejorar las capacidades colectivas de los pueblos indígenas para defender sus derechos ante el Estado, y facilitar espacios de interconexión y unidad entre estos pueblos. 

“Nosotros lo que estamos intentando hacer es propiciar las condiciones para que las personas de los pueblos originarios puedan crear una agenda común y en esa agenda común el problema de la tierra sigue siendo el problema principal”, ahondó Durán.

Para el intercambio, tres decenas de personas indígenas viajaron desde comunidades del sur del país, en la Región Brunca, hasta Talamanca, donde sostuvieron encuentros en la Asociación de Desarrollo Integral Indígena Bribri (Aditibri), Yorkin, Kéköldi y Sixaola.

“Estos encuentros nos permiten dialogar, profundizar nuestros temas. Nuestras luchas que llevamos, que son muy similares aunque estemos en diferentes áreas del territorio indígena.

“Uno de los grandes problemas que enfrentamos es un Estado costarricense que nos ignora y que nos olvida. Como pueblos indígenas queremos hacer la lucha por nuestros derechos, por lo que está establecido ya desde leyes, decretos o jurisprudencia“, comentó Pablo Sivas Sivas, indígena Brorän.

En Aditibri, varias asociaciones presentaron el alcance de sus proyectos, varios relacionados a turismo sostenible y que se han trabajado con apoyo de proyectos de extensión del Tecnológico de Costa Rica (TEC) y del Consejo Nacional de Rectores (Conare). Una iniciativa destacada en Talamanca es el consolidado proyecto STIBRAWPA (personas artesanas), fundado en 1992 y que ha llegado a recibir hasta 2.000 turistas internacionales por año.

“Creamos un enlace de articulación y entre pueblos nos unimos más. Es sumamente importante crear este tipo de actividades donde podamos intercambiar cada pueblo, cada territorio, sus experiencias e ir sacando de esas experiencias, tanto negativas como positivas, cómo podemos nosotros como territorios y como pueblos impulsarnos “, detalló Heidi Mayorga Escalante, presidenta de Aditibri.