La Universidad Nacional, desde la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, a través del proyecto de extensión: “Educaciones, espiritualidades y resistencias: hacia pedagogías de la esperanza”, se ha acercado y hecho camino junto a algunos grupos en situación de resistencia con el propósito de visibilizar las distintas formas en que se expresa sus luchas.
Este proyecto tiene como objetivo animar la conformación de una Red Centroamericana de Resistencia que permita a los grupos en resistencia encontrarse, apoyarse mutuamente y aprender unos de otros a través del intercambio de experiencias. Todo esto bajo los principios de la red: complementariedad, solidaridad, decolonialidad, interculturalidad, conversación y centroamericanidad.
Para llevarlo a cabo participan, María Cecilia Leme y José Mario Méndez, académicos de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión; Jenny Rojas, en condición de estudiante asistente; el doctorando Oscar Fernández, en condición de pasante; y Márcio Adriano de Azevedo, del Instituto Federal de Educação, Ciência e Tecnologia do Rio Grande do Norte, Brasil, quien a partir de este proyecto realiza su investigación posdoctoral.
Para entender el trabajo y contexto de estos grupos, se debe decir que, en Centroamérica, existen diversas formas de violencia, injusticia y discriminación, que no solo persisten, sino que se agudizan. Es por eso por lo que las personas toman conciencia de esas violencias y de las posibilidades de salir de ellas si se organizan, reflexionan, generan alianzas con otras personas y grupos que también luchan por el reconocimiento de sus derechos
“Los grupos en situación de resistencia son también espacios de aprendizaje, cada grupo inventa estrategias para transformar la realidad y compartir saberes. Se trata de pedagogías locales, contextuales, generadas para enfrentar problemas, para superar violencias. Se trata de verdaderas pedagogías locales”, comenta el académico Méndez.
Para Méndez, las luchas de los grupos en resistencia están animadas por espiritualidades liberadoras, esperanzadoras. A su vez, señala que el acompañamiento no se hace para enseñarles a resistir, ni a educar, en eso los grupos son expertos, se hace para contribuir al fortalecimiento del caminar y de las luchas de los grupos.
Entre los grupos participantes están: Grupo de Apoyo a Familiares y Amigos de la Diversidad Sexual (GAFADIS); Proyecto: Voces visibles; Colectiva Caminando; Comunidades Ecologistas La Ceiba (COECOCeiba); Asociación ambiental del norte de San Rafael de Heredia (Conceverde); Fundación Corcovado; Asociación Red de Mujeres Migrantes Nicaragüenses; Asociación de mujeres Afro del Caribe (Amaccr); Mujeres Unidas en Salud y Desarrollo (Musade); Asociación Mano de Tigre; Mujeres del maíz, Nicoya, Guanacaste; Asociación de mujeres productoras de San José de Upala, Construyendo fortalezas; Red de Mujeres Rurales de Costa Rica; y Asociación Tinamaste.
También, a nivel centroamericano, se han sumado a esta red: Ajkemab Rech K’aslemal (Tejedores de Vida), Guatemala; Asociación Mujeres Unidas para el Desarrollo de África, (AMUDA); Movimiento de Unificación Indígena de Nahuizalco (MUINA), El Salvador; Asociación Colectivo de Voluntariado Uno más, El Salvador; y Cunas Náhuat, El Salvador.
Los encuentros entre los grupos beneficiarios de esta red han permitido tener un conocimiento de lo que otros grupos hacen en diferentes contextos y situaciones adversas, realizar un intercambio de experiencias y de estrategias de transformación social, la identificación de áreas comunes de formación desde la condición de grupos en resistencia, y brindarse el apoyo mutuo de los grupos en sus procesos formativos.
Para Mariana Porras, como participante del grupo COECOCeiba, siempre han valorado el aporte que dan las universidades públicas como acción social. “Este espacio cuenta con la experiencia de personas en el trabajo con comunidades, organizaciones, y el poder trabajar diferentes temas que son muy relevantes”, acotó.
Por otra parte, Olinda Bravo, de la Red de Mujeres Migrantes Nicaragüenses, formar parte de esta experiencia con otros grupos les ha permitido visibilizar el trabajo que hacen. “Para nosotros como personas migrantes fue súper bonito e importante esta invitación, ya que hemos podido dar a conocer las experiencias que desarrollamos en las comunidades”, indicó.
Como parte del proyecto, dentro de los resultados, se realizó el documental: “Historias de Resistencias, educaciones y espiritualidades”, en colaboración con la Red de Interculturalidad y la Rectoría Adjunta de la UNA. Según Méndez, se está promoviendo el uso de este documental en procesos educativos-sociales, como un generador de diálogo, de reflexión y de compromiso social. Está disponible en YouTube, de tal manera que pueda ser utilizado como insumo en procesos de formación de diferentes grupos en América Latina.
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