En los próximos 50 años el planeta se enfrentará a una serie de cambios ambientales a los cuales el ser humano tendrá que adaptase para continuar con el desarrollo sostenible y la supervivencia de la especie. Las frases como: “¡qué calor hace ahora!”, “¡estas lluvias no son como las de antes!”, “¡aquí el suelo era mejor para cultivar!”, “¡Este clima está muy extraño!”, cada vez son más frecuentes en la población del país y son expresión del cambio climático que vive Costa Rica cada año y que se manifiesta a través de olas de calor, inundaciones y lluvias torrenciales.
Los problemas que han generado el cambio climático acelerado han surgido por el aumento de la urbanización, el crecimiento constante de la población, la generación de islas de calor, los cambios antropogénicos del ambiente, el aumento de las emisiones de gases con efecto invernadero que absorben radiación en diferentes y nuevas longitudes de onda del espectro infrarrojo, la quema de combustibles fósiles, la tala de árboles, el tratamiento de aguas residuales, los vertederos de residuos sólidos, la ganadería y la agricultura. Esto hace que el ser humano sea más vulnerable a los acontecimientos que se dan en el planeta.
El ser humano posee la capacidad de pensar y ser visionario al futuro, en donde se busca con las teorías, el conocimiento y los modelos matemáticos, explicar lo que podría suceder en función del pasado y del presente. Esta situación hace que se vea a los años próximos con preocupación por el Cambio Climático y sus consecuencias. Por tal motivo, la educación constante sobre el ambiente y el cambio climático es una herramienta que se debe empoderar de cada ser humano para tomar conciencia sobre lo que se puede hacer para tener un desarrollo sostenible. Pero una gran parte de la población ha hecho caso omiso de la situación actual del planeta, a tal punto que el 6° informe de evaluación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático: Cambio Climática 2022, sitúa a la humanidad en un punto crítico y sin retorno en algunos aspectos del cambio climático. Este informe incluye más de 30.000 estudios científicos de 270 autores enfocados en las mediciones ambientales y a la problemática que ya es parte de la historia de la humanidad.
Lastimosamente, el cambio climático ya ha causado daños y pérdidas irreversibles para los ecosistemas debido una serie de acontecimientos que están relacionados entre ellos, que tienen efectos sinérgicos, y que en los próximos 50 años se agravarán. Los acontecimientos son: el incremento de la temperatura promedio global; la generación de fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, olas de calor, sequías y precipitaciones fuertes, además de cambios en los patrones de lluvias; la inseguridad alimentaria debido a la pérdida de la productividad de los suelos y que da rendimientos más bajos de la generación de cultivos; la escasez del agua utilizable y aprovechable; la extinción y el desplazamiento de las especies, en donde el movimiento de los organismos es hacia los polos o a mayores altitudes, y la extinción es de las especies que no pueden o no podrán adaptarse a los cambios ambientales; y el aumento del nivel del mar debido a fluctuaciones del ciclo hidrológico por el retroceso de los glaciales, los cambios de los ecosistemas montañosos y el deshielo del permafrost del Ártico.
Estos acontecimientos van más allá de los cambios ambientales, ya que en el plano económico el cambio climático generará que más de 500 millones de personas caigan en la condición de pobreza extrema en el mundo. Además, en el plano de la salud, habrá un mayor número de muertes por diarrea, problemas de alimentación, problemas cardíacos, situaciones de salud mental y por las olas de calor que serán insoportables para las personas. También, debido a los cambios ambientales se dará la aparición de nuevas enfermedades para las cuales el ser humano tendrá que estudiar y actuar inmediatamente para disminuir las muertes en la población.
Muchas de los cambios se darán debido a la variabilidad natural del clima que se superpone o tiene un efecto sinérgico con los cambios de las actividades, la deforestación y la emisión de gases con efecto invernadero. A futuro, esto representa una serie de líneas de estudio que la UNA tendrá que afrontar y dar respuestas, para comunicar, educar a la población, investigar el comportamiento y proyectar las tendencias, para el bienestar del ser humano. Y será así como la UNA siga siendo la universidad necesaria para Costa Rica.
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