En el marco de las celebraciones del 50 aniversario de la Universidad Nacional realizadas en la sede Brunca el 1 de junio anterior, se inauguraron nuevos edificio en el campus Coto. “Nos encontramos aquí llenos de alegría y gratitud para inaugurar estas hermosas instalaciones del Campus Coto, el cual abrió sus puertas a la comunidad en el 2004, aquí, en el extremo sur de Costa Rica, la Universidad Necesaria presente y comprometida con las personas de la región”, dijo Yalile Jiménez, decana de la sede Brunca.
Para Jeannette Valverde, presidenta del Consejo Universitario, “50 años nos permiten visualizar sistemáticamente el presente, para continuar construyendo una institución dinámica, y reafirmar el compromiso de los visionarios que construyeron esta maravillosa institución llamada Universidad Nacional”.
Según Jiménez, los primeros cursos se ofertaron en 1978 en Ciudad Neilly, “de depender de préstamos de instalaciones para impartir clases a contar con este hermoso auditorio, un edificio con 11 aulas, laboratorio de idiomas, laboratorio de informática, gimnasio y todas las demás instalaciones que brindan servicios esenciales para nuestra comunidad estudiantil: como biblioteca, Vida Estudiantil, Registro y Financiero.
“Estas nuevas instalaciones representan una inversión responsable de aproximadamente mil millones de colones destinados a cientos de jóvenes de esta región. Esta inversión, estas instalaciones reflejan completamente los principios y valores con los que fue fundada nuestra amada Universidad Nacional, la "universidad necesaria", una universidad que se extendiera a todo el país y llevara la educación superior a las zonas alejadas de la región metropolitana, según lo expresó en su momento el Presbítero Benjamín Núñez Vargas”, comentó Jiménez.
Marcela Grillo, presidenta del Consejo Municipal de Corredores, instó a la Universidad a seguir siendo referente en el desarrollo de la región. “ Como municipio no solo tenemos la obligación de construir aceras y caminos, sino también la de apoyar proyectos que se gestan de una manera integral. En una sociedad más cambiante y globalizada, instamos a esta institución para que siga siendo modelo de desarrollo, referente de una universidad pública, y agente de cambio social”.
La construcción de este campus hace casi dos décadas, se hizo realidad gracias a la donación de la finca por parte de Ramón Cabezas Donaire y su esposa Julieta Saborío. “Durante estos días, he estado en contacto con doña Julieta, hija de ambos, y me contaba que su madre, una educadora de corazón, fue quien motivó a don Ramón a realizar esta donación. Doña Julieta confiaba en que la Universidad Nacional, marcaría la diferencia para aquellos niños descalzos que llegaban a la escuela”, finalizó Jiménez.
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