“Ningún país, y menos Honduras, estaba preparado para enfrentar una pandemia de esta magnitud. Como sistema nacional de salud, vimos las carencias que teníamos. Si bien es cierto que ningún país estaba preparado para esto, para nosotros fue peor porque hacía falta inversión en los hospitales, en laboratorios; problemática que se vino a poner de manifiesto con la pandemia”, explicó Wendy Murillo, viróloga y docente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en relación a la llegada del COVID-19 al país.
Murillo también resalta que la UNAH no estaba preparada para afrontar esta pandemia esto debido a que alberga una gran población estudiantil, lo cual representaba un riesgo en que la propagación del virus de la COVID-19 se diera de manera desmedida.
Desde la perspectiva individual, la académica confiesa que la población fue tomada de sorpresa con el confinamiento, también resalto el importante papel de los médicos que enfrentaron esta pandemia en primera línea, resaltó que fue de mucha importancia que se les vacunara a ellos ya que de esa manera se redujo el índice de mortalidad en médicos y enfermeras.
“Personalmente ninguno de nosotros estaba preparado para estar encerrados tanto tiempo. Eso nos pone de manifiesto la fragilidad de nuestra salud individualmente. Tuvimos que implementar muchas acciones para mantenernos en nuestras casas, estudios, crear oficinas para los que tuvimos que hacer trabajos desde casa”.
Es importante resaltar que las vacunas cumplen con una función en el organismo de cada persona, mismas que ayudan a desarrollar inmunidad por un tiempo definido y es por ello que se estará aplicando una cuarta dosis para seguir manteniendo inmunidad sin contraer la enfermedad, hay que seguir con todas las medidas de bioseguridad ya que las mismas ayudan a mantener libres de COVID-19 a la población.
“El que nosotros hayamos implementado la restricción en nuestros hogares y el uso de mascarillas obligatorias fue una medida importantísima. A pesar de que tuvimos hospitales llenos, no vimos un sistema de salud colapsado como otros países en los que mirábamos muertos en las calles”, agregó Murillo.
Todo esto fue difícil, sin embargo, no imposible. “Hemos ido sobrepasando todas las dificultades. Hoy en día, hemos mejorado en el proceso de atención, ya que no contábamos con las herramientas laboratoriales necesarias”, manifestó la viróloga Murillo.
La docente universitaria detalló que de igual forma la biología siempre es compleja, por lo que el diagnóstico de los virus no es nada fácil, de hecho, en relación al COVID-19, se tuvo que extrapolar la información que se conocía de otros virus respiratorios a lo que sucedía en ese momento.
“Si bien es cierto que existieron muchas dudas respecto al uso de las vacunas, no olviden que vivimos en un tiempo donde la tecnología ha aumentado grandemente y el beneficio de desarrollar una respuesta inmunológica con estos compuestos vacunales, definitivamente ayudan al controlar la infección por el virus”, finalizó la académica.
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