La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) instaló en el año 2019 la primera red sísmica experimental del país, la cual ha permitido durante los últimos cuatro años la identificación de las zonas más vulnerables a sismos y predecir la magnitud de los eventos, para prevenir su impacto.
Dicho equipo de monitoreo fue adquirido en el marco del Proyecto regional de formación aplicada a los escenarios de riesgos con vigilancia y monitoreo de los fenómenos volcánicos, sísmicos, hidrogeológicos en Centroamérica (Riesca), financiado por la Cooperación Italiana, e instalado con fondos propios de la UNAH.
Al respecto Manuel Rodríguez, jefe de la Unidad de Geología y Geofísica del Ihcit, informó que ya se cuenta con unos nueve sismógrafos en diferentes centros universitarios y telecentros y este año se buscará cubrir los restantes, entre ellos el de Roatán, donde ya se identificó el sitio más adecuado.
“La idea es aprovechar los espacios con los que cuenta la Universidad para tener estos aparatos conectados a Internet 24 horas al día y registrar los datos en tiempo real”, expuso.
Rodríguez resaltó que, aunque se trata de una red con propósitos meramente académicos en el proceso, el Ihcit trabaja en conjunto con los expertos del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), ente responsable del desarrollo, implantación y prestación de los servicios públicos meteorológicos, climáticos, oceanográficos y sísmicos, con el principal objetivo de suministrar información que contribuya a la protección de la vida humana y de los bienes.
Asimismo, indicó que también interactúan y comparten datos con las otras redes de la región para complementar la información y contribuir a la toma oportuna de decisiones. Adicionalmente el personal se mantiene en constante especialización.
Incidencia sísmica en Honduras
En torno al sismo de magnitud de entre 5.5 y 5.9 que se registró este miércoles a las 9:15 de la mañana en el norte del país, con epicentro a unos 150 kilómetros de Roatán, y su posterior réplica de magnitud 5, minutos después, el experto explicó que dicho evento ocurrió en una zona sísmicamente activa porque convergen los bordes de las placas tectónicas de Norteamérica y el Caribe y la intensidad de estos está dentro de los límites de lo esperado.
“Estamos ubicados justo en la interacción de tres placas grandes; al norte Norteamérica con el caribe y en toda la costa pacífica la placa de Cocos con Pacífico, donde se espera ocurran los eventos de mayor magnitud, pero en el interior del país también existen algunas fallas de menores dimensiones, por ejemplo a lo largo del valle de Sula, el valle de Comayagua y en el occidente”, expuso.
“Las placas están constantemente moviéndose una respecto a la otra y los movimientos no se limitan al borde, sino que en algunas zonas se mueven libremente y en otras se quedan unidas y eso causa estructuras topográficas como montañas, depresiones o valles”, añadió.
De igual manera manifestó que no es que la actividad sísmica haya incrementado, sino que ahora existe mayor acceso a equipo de monitoreo y en consecuencia, a datos.
“Como hay más equipo, hay más formas de percibir y algunos eventos que no se registraban se están registrando y tal vez eso da la impresión de que hay más sismos”, acotó.
Adicionalmente explicó que el daño ocasionado por este tipo de eventos depende tanto de la intensidad como de la profundidad y ubicación geográfica, con menor impacto en la superficie marina y las costas.
Entre las medidas a tener en cuenta, en caso de algún acontecimiento de este tipo, destacan mantener la calma para evitar accidentes y monitorear posibles daños en las infraestructuras.
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