Se creía que en el país no existían arañas altamente venenosas, por lo que reconocidos aracnólogos mundiales desistieron tras 15 años de búsqueda, no obstante, el estudiante investigador Álex M. Cubas-Rodríguez, luego de un trabajo arduo de cuatro años, registró la araña Sicarus rugusus, más conocida por su nombre común: araña del desierto de seis ojos.
Recientemente, Cubas-Rodríguez descubrió una nueva especie de escorpión endémica de Guanaja, Islas de la Bahía, investigación que fue publicada en la Revista Ibérica de Aracnología, con fecha 31 de diciembre del 2023.
Rodríguez desarrolló dicha investigación junto a Antonio Brescovit (considerado el padre de la aracnología y la biología), investigador y curador de la colección de arácnidos en el Laboratorio de Coleções Zoológicas, Instituto Butantan, São Paulo, quien ha descrito unas veinte mil especies de animales.
El estudio se realizó partiendo del hallazgo de tres machos y ocho inmaduros recolectados en la localidad de Pespire, departamento de Choluteca, y Comayagua, en el trabajo brindan un diagnóstico detallado con fotografías, mapa de distribución, así como información sobre la historia natural de esta especie en Honduras.
Las arañas del género Sicarius se llaman comúnmente arañas de arena de seis ojos, debido a su hábito de enterrarse y cubrir sus cuerpos con finas partículas de arena, con la ayuda de setas especiales, que se adhieren al suelo de arena o tierra suelta. Además, les proporciona un adecuado refugio para descansar y acechar a sus presas. Hay muchas características que los hacen únicos, como por ejemplo no tejen telarañas, la forma de sus sacos de huevos, los cuales están cubiertos de arena.
Las arañas del género Sicarius son consideradas arañas de importancia médica por su veneno, que contiene sphingomyelinase D. (muy parecido a Loxosceles, que es la enzima responsable de causar necrosis en los vertebrados, o sea, degeneración de un tejido por muerte de sus células.
Actualmente, el género Sicarius incluye 21 especies encontradas en ambientes xéricos o áridos desde Argentina hasta Centroamérica, ocurriendo principalmente en desiertos y bosques tropicales secos.
En Centroamérica la única especie registrada es Sicarius rugosus, que fue descrita por Pickard-Cambridge, en (1899), a partir de ejemplares colectados en Bebedero, Costa Rica. Está distribuida en El Salvador, Nicaragua y ahora, gracias al trabajo de Alex M. Cubas-Rodríguez, y a su mentor, el doctor Brescovit; se sabe que vive también en Honduras.
Los resultados fueron publicados el 1 de marzo de 2024 en la revista de Arachnology, que es Q2, con un factor de impacto alto, además de estar en la plataforma de Scopus.
Cubas-Rodríguez informó que esta araña recientemente descubierta en Honduras suele habitar en bosques secos o áridos, en el caso del país, se encuentran en la zona sur, para ser específico, en el corredor del Canal Seco.
El riesgo de ser mordido o picado en el país podría aumentar ya que se han encontrado a menos de un kilómetro de las viviendas, esto porque el humano ha invadido su hábitat. En Latinoamérica se registran dos muertes por mordedura o picaduras de estas arañas.
El investigador de la UNAH documentó que la araña sale de su escondite bajo tierra los meses de diciembre y enero, y los juveniles en el mes de junio, se alimenta de pequeños anfibios y otras especies de arañas y tienen como depredadores los lagartos (pichetes).
Cubas-Rodríguez ha publicado 15 artículos científicos en revistas de alto impacto mundial y está desarrollando 30 publicaciones más orientadas la taxonomía, ecología, biogeografía y evolución de arácnidos, hasta el momento ha descubierto y caracterizado a cinco especies de animales y trabaja en documentar 36 especies nuevas de arañas y escorpiones.
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