Una vez más el Comité COVID-19 de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), dice presente al invitar a la población hondureña a nivel nacional a vacunarse contra el COVID-19, medida que, a lo largo de la humanidad, ha demostrado entrenar y preparar las defensas naturales del organismo (el sistema inmunológico) para detectar y combatir a los virus y las bacterias.
Es de señalar que el Comité COVID-19 es liderado por el rector de la UNAH, Francisco José Herrera y lo integran profesionales de todas las disciplinas, entre ellos la viróloga Wendy Murillo; el investigador Marco Tulio Medina; las doctoras Ana Lourdes Cardona y Dilcia Sauceda; Armando Sarmiento, director de Comunicaciones de la UNAH y secretario ejecutivo de desarrollo institucional, entre otros.
Según datos de la Secretaría de Salud (Sesal), dos millones de personas en Honduras han recibido el esquema completo de vacunación y otra mayoría se encuentra a la espera de la segunda dosis. A pesar de ello, hay personas que han decidido no vacunarse, lo que representa un obstáculo para alcanzar la inmunidad de rebaño y superar la pandemia, por lo que expertos del Comité COVID-19 UNAH consideran que es vital que toda la población acuda a los centros de vacunación.
“Es una verdadera tragedia para Honduras que estemos ante el riesgo de perder un lote importante de vacunas que se están venciendo, ya que muchas personas en nuestro país no se desean vacunar o no están interesadas en ser vacunadas; está derivado por problemas educativos, pero también por las informaciones falsas y por desinterés, muchas veces, en la población. Es importante resaltar de que si no tenemos un suficiente número de personas en Honduras con una cobertura que sea alrededor del 80% o más, la pandemia tardará en desaparecer en nuestro país”, manifestó el doctor Marco Tulio Medina.
Para Medina, es crucial acudir a las comunidades, hacer campañas publicitarias y estrategias coordinadas con diferentes organizaciones para que la población acuda a los centros de vacunación. Por ejemplo, Costa Rica, ha hecho que, en diferentes aspectos de la vida cotidiana, las personas estén vacunadas para poder participar, así como Francia, por lo que deben ser medidas a considerar en Honduras.
Por su parte, la viróloga Wendy Murillo, señaló: “Al no haber una vacunación comunitaria en el que se alcance esos niveles de protección entre el 80% y 90%, el virus permanecerá en nuestras poblaciones, seguiremos infectándonos, seguirá habiendo personas que se mueran, vamos a seguir en la continuidad de la transmisión del ciclo viral. La vacunación junto con las medidas de bioseguridad, como ser el uso de la doble mascarilla, favorecen la reducción de la transmisión”.
Nuevas variantes y estrategias
Para Murillo, la importancia de la vacunación contra el COVID-19 es evitar que la persona vacunada se enferme y llegue a tener enfermedad grave. Mientras más personas estén vacunadas, se tendrá una reducción en el número de casos; si las personas no se vacunan, pueden crearse nuevas variantes que tienen el potencial de transmitirse más fácilmente, de producir enfermedad grave y de desarrollar la enfermedad más rápidamente.
“Recordemos que necesitamos tener o alcanzar la inmunidad colectiva, inmunidad de rebaño, este dato se calcula de acuerdo al porcentaje de transmisión del virus. Ahora con estas nuevas variantes, donde la tasa de transmisibilidad es más alta, necesitamos tener entre 80-90% de la población vacunada para tener una mejor protección y disminuir la transmisión”, expresó Murillo.
Para la doctora Dilcia Sauceda Acosta, coordinadora de la Maestría en Epidemiología de la Facultad de Ciencias Médicas, una estrategia importante es incluir a la empresa privada para que incentive la vacunación por medio de promociones, descuentos y premios dirigidos a personas vacunadas. También es vital conocer cuál es el perfil de las personas que no están acudiendo a la vacunación, porque de acuerdo con ello, se pueden establecer las mejores estrategias.
“Hacer más pública esa seguridad que ofrece la vacunación, esa verdadera información, porque circula mucha información falsa en las redes sociales. Otra estrategia es colocar esos puntos de vacunación, hacerlos un poquito más flexibles. Los fines de semana que las personas acuden a Valle de Ángeles, a Santa Lucía, en esos espacios aprovechar a las personas que andan dando esa vuelta, que probablemente no habían tenido chance de ir a vacunarse y retomar la vacunación casa a casa”, recomendó Sauceda.
También lamentó que hasta un 80% de las personas que ingresan a los hospitales por COVID-19 no han recibido la vacuna o no han completado el esquema de vacunación; esto propiciará a que la pandemia se perpetúe con grandes repercusiones a nivel de salud y económico.
Apoyo institucional-Comité COVID-19
Por su parte, Armando Sarmiento, titular de la Secretaría Ejecutiva de Desarrollo Institucional (SEDI) y director de Comunicaciones de la UNAH, manifestó que la SEDI ha apoyado en los procesos de vacunación mediante un acompañamiento con los equipos de trabajo de la Dirección de Protocolo, en la etapa de organización como apoyo a la Sesal mediante una estructuración, orden en los accesos a los espacios de vacunación y con la participación y colaboración de miembros de la Dirección de Comunicación (Dircom) y SEDI.
“Nuestro aporte no solo va en el ordenamiento de los accesos, en la definición de rutas de circulación, tanto peatonal como vehicular, en la difusión de los procesos y los pasos a seguir dentro del circuito de vacunación, sino que también en el acompañamiento de la divulgación para orientar a la población al interior del campus para realizar su inmunización de forma ordenada”, indicó.
Un aporte significativo ha sido la creación de campañas de comunicación a favor de la vacunación que estuvieron dirigidas al público universitario, pero que, al transmitirse a través de las redes sociales, tuvieron una mayor difusión. Estas campañas fueron desarrolladas bajo modelos teóricos que estudian como motivar a las personas a vacunarse y que buscan ratificar la posición relevante de la ciencia, así como limitar el impacto de las voces contrarias a la ciencia que promueven que las personas no se vacunen.
En cuanto al compromiso del Comité COVID-19, Sarmiento señaló: “El compromiso del Comité ha sido muy importante, hemos aportado reflexiones de equipo técnico, con equipos médicos que son de alto nivel, que han hecho sus contribuciones para la toma de decisiones en políticas públicas. En la parte de comunicación, creamos campañas que han tenido una amplia divulgación, incluso, en algún momento apoyamos a ciertos sectores que no tenían la capacidad de desarrollar su propia campaña de comunicación y las hicimos nosotros”.
Y es que, para Sarmiento, la humanidad se está enfrentando a una amenaza que requiere de la participación de todos los actores, y que el incumplimiento de la solidaridad social representa un peligro.
Para Wendy Murillo, desde el Comité COVID-19, se han realizado valiosos aportes como el compartir recomendaciones con las autoridades nacionales, entre ellos la Sesal, sobre el uso de las vacunas; cuando se debe realizar la vacunación; el marco temporal de la aplicación de la segunda dosis, así como recomendaciones a la población sobre la seguridad de las vacunas, la promoción del estudio de cruce de vacunas, de la aplicación de la tercera dosis y de una vacunación comunitaria que llegue a todos los niveles.
Reflexiones
Como mensaje final, Murillo expresó: “No crean en los mitos ni en las teorías de conspiración de las vacunas “que nos están inyectando un chip”, que “producen trastornos genéticos”, eso no es cierto. Ya tenemos casi un año del proceso de vacunación en el que hemos visto los grandes beneficios de ella, en donde se han reducido los contagios, las enfermedades graves. Las vacunas salvan vidas, protegen, nos ayudan a controlar las enfermedades”.
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