En la comunidad Chaguite Grande #1, en Jinotega, don Emilio Hernández ha logrado obtener grandes benéficos de la madre tierra, utilizando prácticas y tecnologías amigables con el medio ambiente en el manejo sostenible y la restauración de suelos y agua, que permite elevar su producción y disminuir los costos.
“La clave está en establecer cobertura permanente en el suelo, ejerciendo una labranza mínima y la rotación de cultivos en el área de producción”, menciona don Emilio, quien también cuenta con un reservorio de agua para la producción de hortalizas y granos.
Realizar un recorrido por una de sus parcelas es un verdadero placer para los que amamos preservar el suelo. El cultivo de maíz lo asocia con el frijol canavalia. Abono verde, fijador de nitrógeno en el suelo y también utilizado como cobertura cuando ya ha aflorado. Todas estas plantas; incluyendo la hoja, espiga y caña del maíz permiten obtener una cobertura permanente en el suelo logrando conservar humedad.
En sus cultivos aplica bioinsumos; abono de lombrihumus, compost y biomineral que sirven como fungicidas e insecticidas como el famoso caldo sulfocalcico para el control de gallina ciega.
“Los Bioinsumos están elaborados con productos amigables con el medio ambiente lo que me permite producir alimentos sanos y de calidad; libre de contaminantes”. La producción de estos Bioinsumos le permite comercializarlo entre los productores de la zona.
MÁS DE 200 PRODUCTORES MEJORAN SU CALIDAD DE VIDA
Emocionado recordó que cuando se inició con el proyecto ASA, que significa Agricultura, Suelo y Agua, eran 36 productores. Ahora son más de 200 productores de las comunidades Sisle 2, El Chilamate y Chagüite Grande #2. Todos han logrado mejorar su condición de vida con el proyecto ejecutado por la Fundación de Investigación y Desarrollo Rural (FIDER) y financiado por Catholic Relief Services (CRS).
“Hemos venido fortaleciendo los conocimientos en el manejo del suelo. Avanzando en la calidad y cantidad de producción. Y en lo personal me ha permitido mejorar el nivel de vida y el de mi familia. He mejorado mi economía y le estoy dedicando más tiempo a mi finca” manifiesta.
Don Emilio recuerda que antes de utilizar estos sistemas de producción; “vendía su mano de obra”. Ahora que es parte del proyecto ASA trabaja en su finca, no vende su mano de obra y obtiene más y mejores recursos.
Una de las practicas que he conocido es la rotación de cultivo, el distanciamiento de siembra y el examen visual del suelo. Con este examen puedo darme cuenta cuanto necesito de insumos o de fertilizantes para el suelo y cuanto es lo que necesito producir en esa área”, asegura.
Para los productores que ponen en práctica estos sistemas; cuidar el suelo no significa solo colocar cobertura en ellos, sino también establecer barreras muertas y vivas que les permitan retener suelo y evitar la erosión.
Esta experiencia exitosa en el cuido y protección del suelo y el agua; don Emilio la compartió a otros productos participantes en el III Encuentro Nacional de Suelos y Agua realizado en la ciudad de Estelí del 25 al 27 de septiembre del 2019, por la Alianza Mundial por el Suelo, Capitulo Nicaragua, de la cual es miembro la Universidad Nacional Agraria (UNA).
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