El 10 de noviembre de 1821 el pueblo panameño junto a los próceres se alzó en contra del Gobierno español en La Villa de Los Santos, este acontecimiento liberó en varias ciudades panameñas una serie de gritos de independencia, los cuales culminaron el 28 de noviembre del mismo año. Según la historia, una joven llamada Rufina Alfaro fue la que encabezó el hecho histórico que llevó a encontrar la libertad del yugo español.
En la capital del istmo acababa de fallecer el destronado virrey español, Juan de Sámano, quien, habiendo sido derrotado por Simón Bolívar en la batalla de Boyacá, vino a asilarse en nuestras tierras, este acontecimiento facilitó de alguna manera los planes independentistas de los panameños.
Es así como ese día en La Villa de Los Santos, guiados por Don Segundo de Villarreal, un gamonal criollo y de gran prestigio popular, además de orientador de la opinión pública, quien reúne en las afueras del pueblo, bajo un árbol de tamarindo a centenares de voluntarios que ya había preparado y armado.
Es en este momento donde aparece según algunos historiadores la figura de la controversial Rufina Alfaro; una moza campesina de La Peña, criolla, mujer blanca, que para la época tendría entre 17 y 22 años, la misma se dice mantenía una relación amorosa con un capitán del ejército español, razón por la cual le era fácil enterarse de algunas actividades del cuartel, es por ello que según algunos registros históricos Don Segundo de Villarreal le llama y le explica su plan de tomarse el cuartel por sorpresa, evitando al máximo el derramamiento de sangre, ya que los pobladores de la Villa habían decidido no seguir gobernados por los Españoles. Su misión era que descubriera que hacían los soldados y en qué situación se encontraba la guardia. Rufina entró en el cuartel, y todo estaba tranquilo, y llegó a escuchar a un sargento decir “estas armas mi teniente, no sirven para nada y la pólvora está húmeda. Si nos atacan los pardos, nos cogen como ratón en la trampa”.
Rufina llevó el mensaje a Don Segundo de Villarreal al árbol de tamarindo donde este aguardaba junto a los patriotas, poniéndolos al tanto de lo que había visto y escuchado. De inmediato Don Villarreal ordenó a los conspiradores que con mucho cuidado marcharan hacia la ciudad y rodearan el cuartel. Así se tomaron el cuartel, apresando a toda la tropa española, quienes no pudieron ofrecer resistencia.
Todo un festín se diseminó por la Villa, convocando de inmediato un Cabildo Abierto. El padre José María Correoso, vicario, mandó a tocar las campanas, acompañadas de los gritos de independencia. Así fue anunciada la independencia en la Villa de Los Santos, siendo la primera ciudad de todo el istmo en proclamarla.
Es importante anotar que todos estos hechos históricos documentados por nuestros historiadores fueron registrados por la tradición oral, de allí que en algunos contenidos hasta la fecha existan discrepancias en cuanto lo acontecido en este y otros similares sobrevenidos en Panamá.
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