"La ciudad de las Brumas", Jinotega, fue el escenario perfecto para la celebración del IV Festival Internacional de las Artes Rubén Darío "Aquí nos Ilumina un Sol que no declina", en homenaje al Príncipe de las Letras Castellanas, Rubén Darío; en donde URACCAN, por cuarto año consecutivo, fue la representación viva del orgullo caribeño, con bailes autóctonos que comparten las vivencias y haceres de los pueblos caribeños.

Orgullosos de sus tradiciones, el grupo de danza de URACCAN presentó en su participación, la cotidianidad de los pueblos miskitos, mayangnas, creoles y garífunas, deleitando a los asistentes con sus movimientos, vestimentas y narrativa artística.

Formando profesionales integrales en el arte y la cultura

Keny Berroterán, estudiante de URACCAN Extensión Rosita, compartió que ha sido una experiencia enriquecedora y agradece pertenecer a esta casa de estudios superiores, que se destaca por su modelo de Universidad Comunitaria e Intercultural, que garantiza una educación de calidad para todos y todas.

El Licenciado Lester Molina, director de Bienestar Estudiantil de URACCAN, destacó que esta institución trabaja de manera articulada para priorizar espacios que promuevan el arte, en donde la comunidad estudiantil sea la protagonista, además, resalta la importancia de formar profesionales integrales fomentando el arte y la cultura en los nuevos profesionales.

Representación de los pueblos caribeños

En su repertorio artístico, el grupo de danza de URACCAN, presentó algunas danzas representativas del pueblo miskito, en donde tuvieron la oportunidad de expresar la vivencia desde la medicina tradicional, el respeto a la Madre Tierra y la puesta en escena de la leyenda del Liwa Mairin

En la culminación de su participación, URACCAN entregó a los asistentes una pieza artística que refleja la pluralidad cultural de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe de Nicaragua, haciendo gozar al público que danzaba junto a los bailarines.

El IV Festival Internacional de las Artes Rubén Darío, celebra la vida y obra del Príncipe de las Letras Castellanas y representa el fortalecimiento de la diversidad cultural, a través del reconocimiento de una historia cultural heredada de generación en generación.