Con más de 30 años en la Universidad de Costa Rica, el Programa Institucional para la Persona Adulta y Adulta Mayor (PIAM) desarrolla proyectos de educación, investigación, acción social y vinculación. Y uno de los espacios en los que este programa muestra gran parte de los aportes de estas personas adultas mayores es en la muy apreciada Feria Navideña del PIAM.
Este 30 de noviembre tuvo lugar la XIII edición de esta feria, en los espacios de la Facultad de Educación. Cientos de obras artísticas creadas por los estudiantes del PIAM, asì como actos culturales a cargo de diferentes grupos que ha logrado construir este programa, conformaron un día muy especial para quienes compartieron y también aprendieron.
La coordinadora del PIAM, Sofía Segura Cano, se refiere a esta edición de la feria en particular como la feria de la evidencia y de la reivindicación. “Es reivindicativo porque nos permite volver, no solo a encontrarnos cara a cara, sino volver a exponer a la comunidad universitaria el quehacer del PIAM, porque durante los meses de pandemia nuestro estudiantes aprendieron a llevar sus cursos desde la virtualidad, lo que fue un inmenso reto. Entonces, si bien es cierto, esta feria es un compartir, es también un evidenciar que la persona adulta mayor tiene muchas habilidades y diferentes espacios de participación, evidenciamos el trabajo que realizan las personas estudiantes; y lo hacemos de manera tangible”.
La coordinadora destaca también que han sido poco más de dos años, desde que inició la pandemia por Covid 19, que ha marcado un antes y un después para el PIAM, y este retornar del 2022 es una manera también de volverse a encontrar. “Nosotros retornamos en el primer ciclo del 2022 con cursos presenciales, pero no habíamos tenido la oportunidad de podernos exponer a lo externo, de vivir esa posibilidad y orgullo de mostrarle a alguien más ·lo que somos capaces de construir como PIAM; nuestros aportes, nuestras creaciones”.
Segura prefiere hablar de exhibición, en lugar de feria, porque, en su criterio, esta actividad de fin de año colabora a visibilizar ese aporte intangible a nivel individual y colectivo de lo que significan programas como el PIAM dentro de la misión de una universidad pública “porque en estos eventos hay una serie de aportes que trascienden un número y van a una vivencia, hacia nuestro eje de trabajo que se traduce en un constructo del bienestar”,
Entonces, enfatiza Segura, “ese concepto de bienestar colectivo que persigue que las sociedades trabajen en procura de una salud integral, por medio de políticas públicas y acciones claras sobre la persona adulta mayor, es nuestro campo de acción, y en esa misión es importantísimo el proceso educativo formal y no formal como el que desarrolla la UCR. Un proceso individual se nutre de ese colectivo que me aporta, a través de las vivencias y aprendizajes de cada una de las personas. Y esto es lo que evidenciamos con actividades como esta exhibición”.
Es nuestro deber como universidad humanista desarrollar y fortalecer programas como el PIAM, subraya Cano, dar una formación profesional también desde lo personal, desde lo humano, a través de la experiencia, de los vínculos”.
Bueno, y como en ocasiones una imagen dice más que mil palabras, aquí les compartimos esta galería de la reivindicación, de la exhibición de fin de año del PIAM.
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