Alegre, creativo, sencillo y amistoso, así se describe Aarón Vargas Carrillo. El estudiante de la carrera de Educación Matemática tiene 21 años, cursa su tercer año en la Universidad de Costa Rica (UCR) y vive a más de 100 kilómetros de su pueblo natal.
De una zona humilde, con gente amable y trabajadora, donde todos se sienten como una familia, Aarón es oriundo de Pital, uno de los distritos del cantón de San Carlos, Alajuela.
En su familia son amantes de la pesca y dueños de una de las panaderías más famosas de la zona y, a pesar de no estar ligados directamente con las matemáticas, Aarón encontró en el colegio su pasión por los números.
“Desde el colegio los profesores me hacían ver la belleza de las matemáticas, de una manera creativa hacían recorridos históricos”, dice. Ahí nació el amor del estudiante por esta materia.
Además de su preferencia por las matemáticas, Aarón forma parte del equipo de tiro con arco de la UCR, hace crochet, escribe relatos sobre sus vivencias cotidianas y prioriza pasar tiempo con su familia y amigos.
En el 2020, el universitario Aarón se declinó por las ciencias básicas a la hora de escoger una carrera, participó en varias charlas vocacionales de la UCR y llevó cursos de nivelación, hasta que un día le mencionaron la carrera de Educación Matemática, que ofrece la Escuela de Matemática. En ese momento hizo click con esta profesión.
“Me encantó la esencia, el plan de estudios, yo conversaba con los profesores y me ayudaron a decidirme. Nos hicieron ver que las matemáticas sí son importantes en los avances de la humanidad y que son tangibles en nuestra vida cotidiana”, describe el joven.
En el 2021, su primer año de ingreso a la UCR, Aarón obtuvo el primer lugar en el concurso de cuentos matemáticos realizado en dicha Escuela; en el 2022 obtuvo el segundo lugar en el Encuentro Internacional de Matemática Educativa (EIME) y, por tercer año consecutivo, logró subirse al podio gracias a sus habilidades creativas.
El “Reloj circunferencia”
Aarón Vargas participó en el concurso de Cuentos Matemáticos de la Fundación Panameña para la Promoción de las Matemáticas (Fundrapromat) 2023, junto con otras 114 personas de países como Panamá, México, Guatemala, Argentina y Colombia, entre otros.
La organización reunió a estudiantes de 12 a 21 años, con el objetivo de motivar a los jóvenes en la práctica de la lectoescritura y promoción de las matemáticas.
Ante el jurado de la Fundapromat, el estudiante presentó el cuento “Reloj circunferencia”, con el que consiguió el segundo lugar del evento.
“La verdad fue una emoción enorme ganar el segundo lugar. Con mis cuentos voy tomando ideas, contenido y día tras día voy conectando todo lo que se me ocurra, por dicha tengo habilidades creativas; escribir y experimentar nuevas cosas me han ayudado a expandir mi imaginación”, expresa.
En este caso, detalla, con la circunferencia podía aludir a ejemplos de la vida real.
Antes de comenzar a escribir, el estudiante seleccionó un contenido matemático del plan de estudios del Ministerio de Educación Pública (MEP) y, a partir de esto, identificó en qué área de la matemática lo podría aplicar.
Los cuentos matemáticos pueden ser utilizados como una herramienta didáctica en los centros educativos. En el caso de Aarón, su relato explica la circunferencia y podría ser utilizado por estudiantes de secundaria:
“Todo calza a la perfección con la circunferencia, el radio con las manecillas del reloj, el diámetro cuando las manecillas estaban en línea recta y las cuerdas se asocian a las telas de araña, asemejándose a las cuerdas de la circunferencia”
¿Por qué el cuento se llama “Reloj circunferencia” ?: “Porque algunos relojes son curvos, cerrados y con la misma distancia a cualquier lado, por eso le puse el alias de reloj circunferencia”, relata Aarón.
Durante el proceso de creación, Aarón se acercó al profesor de la Escuela de Matemáticas, Dr. William Poveda Fernández, con el propósito de recibir sugerencias sobre el vocabulario, la rima y el sentido presente en el cuento.
“Aarón, siendo estudiante de geometría, se me acercó, él tenía la inquietud de escribir, tenía interés de sobresalir en la matemática, la literatura y explotar su creatividad”, expresó Poveda.
El profesor destacó que el alumno “es una persona responsable y muy noble, a él se le nota que desea sobresalir y con esta novedosa idea lo está haciendo bastante bien”.
El concurso de Fundapromat representó un gran reto para Aarón, ya que tenía bastantes requisitos y al ser un evento de talla internacional, se sentía intimidado.
“La mayor complicación fue la rima y calzar los conceptos, duré una semana haciendo el cuento”, comenta.
Vargas fue el único estudiante costarricense que participó en el evento organizado por la Fundación panameña.
Ahora, se prepara para el concurso de cuentos matemáticos que realizará la Escuela de Matemáticas el próximo mes de octubre.
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