Pablo Rodríguez Sáenz está a tres cursos de terminar la carrera de Administración de Empresas en el Centro Académico de Limón, del Tecnológico de Costa Rica (TEC), pero desde ya tiene claro lo que quiere para su vida profesional: emprender y ayudar al desarrollo de la provincia.
Es por eso que desde antes de graduarse, este joven de 25 años trabaja enseñando habilidades para el crecimiento profesional a poblaciones vulnerables de la provincia.
Rodríguez ha fungido como profesor en el Programa Nacional de Empleabilidad (Pronae), del Ministerio de Trabajo, con el que ha impartido clases de habilidades blandas y desarrollo de competencias en localidades como Tortuguero, Cariari, Toro Amarillo en Guápiles y Villa del Mar en el centro de Limón. También, en Palmares de Alajuela.
“Para mí es un gran orgullo, porque me da la posibilidad de empezar a transferir el conocimiento que he adquirido como estudiante. Gracias a la formación del TEC en la carrera de Administración de Empresas que me permitió desarrollarme como docente en estos campos y desarrollar talleres de estas temáticas para crecer en materia de liderazgo e impactar a la población dando mi aporte”, comenta Rodríguez.
Según este joven, ha impartido temáticas prácticas como contabilidad, administración básica, costos, emprendimiento, marketing digital y elaboración de planes de negocio. Pero principalmente habilidades blandas que ya se ha comprobado ayudan al desenvolvimiento personal y profesional, como liderazgo, inteligencia emocional, resolución de conflictos o comunicación asertiva.
“Ha sido una experiencia muy linda, de mucho crecimiento. Aunque ha sido cansado a veces, he tenido que estar en zonas rurales, en zonas donde he tenido que apoyar a estudiantes con situaciones difíciles de violencia doméstica, estudiantes con una dependencia enorme emocional.
“Yo les enseño a empoderarse, a no depender del gobierno, si no emprender, consolidar su negocio”, cuenta Rodríguez.
Rodríguez ha dado clases de habilidades blandas y desarrollo de competencias en Tortuguero, Cariari, Toro Amarillo en Guápiles y Villa del Mar, en Limón; y en Palmares de Alajuela. Fotos: Cortesía P. Rodríguez.
Impacto positivo en la provincia
Pablo es limonense de toda la vida y su meta es mantenerse en la zona, para promover el crecimiento de una de las provincias con menores índices de desarrollo humano.
En lo inmediato quiere formar una firma de consultoría, capacitación y mentoría, junto a su hermano Erick, quien es graduado de Administración de Empresas del TEC, y su padre, Domingo, quien es contador.
“Muchos profesionales lo que quieren es sacar su título para irse a trabajar a la GAM (Gran Área Metropolitana) o incluso fuera del país. Pero yo lo que quiero es quedarme aquí y apoyar el desarrollo de Limón. Aquí hay muchas cosas buenas para seguir adelantes”, argumenta Rodríguez.
Asimismo, el joven denota la necesidad de seguir impulsando el desarrollo de las habilidades blandas, ahora también llamadas Power Skills, para mejorar la capacidad empresarial y de emprendimiento en la zona.
“En la provincia de Limón ocurre que hay una escasez en el área de habilidades blandas. Las personas aprenden a nivel profesional o de oficios, pero también hay que formarlos en todo tipo de áreas, con habilidades que ayuden a empoderarse para que creen su propio emprendimiento o que se comuniquen y desarrollen mejor dentro de una empresa”, concluyó Rodríguez.
Comentarios