Todo listo para desarrollar el XII Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz

A pocas horas de dar comienzo al XII Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y demás miembros organizadores tienen todo listo para desarrollar con éxito tan importante evento de reflexión sobre la paz, gestado por el Consejo Latinoamericano de Investigación para la Paz (Claip) y que se llevará a cabo del 3 al 7 de agosto de 2021.

Este año, el evento es coorganizado por la UNAH a través del Área de Paz del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS) y por el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Entre las entidades convocantes están la Revista Latinoamericana Estudios de la Paz y el Conflicto (ReLaPaC), con el Instituto Pensamiento y Cultura en América Latina (IPECAL), con la Red Interuniversitaria por la Paz de Colombia (Redipaz), con el Grupo de Estudos de Paz e Segurança Mundial (Gepasm), y con el Centro de Estudios e Investigación para la paz (CEIP). El evento es auspiciado por la International Peace Research Association (IPRA) y más de 40 instituciones, centros de estudio e investigación, grupos de trabajo, redes académicas, movimientos y organizaciones sociales, investigadores e investigadoras, artistas y activistas por la paz de América Latina.

Se estima que cerca de 400 autores de 30 países de la región y del mundo presentarán 250 ponencias académicas, intervenciones artísticas y libros relacionados con la disciplina de los estudios de la paz y el conflicto en el Congreso Latinoamericano que lleva por lema "Una nueva normalidad es posible y necesaria".

El XII Congreso de Investigación para la paz da continuidad a la iniciativa que más de 100 investigadores y especialistas latinoamericanos impulsaron en 1977 en una coyuntura política profundamente adversa que hoy amenaza con repetirse. Desde aquel encuentro fundacional, 44 años atrás, el CLAIP ha contribuido al desarrollo de la disciplina de los Estudios de la Paz y el Conflicto mediante diversas propuestas de trabajo en red, publicaciones y la convocatoria de múltiples encuentros y sucesivos congresos.

En esta ocasión, el Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz pretende fomentar un diálogo de saberes contribuyente a la superación de la crisis social, política y económica del continente (y el mundo), agravada por la pandemia de la COVID-19: "Porque no mata el virus (tanto) como lo hace la perversa normalidad a la que nos afanamos por regresar. Una normalidad consistente, en el mejor de los casos, en mirar hacia otro lado mientras consumimos irresponsablemente. En el peor de los casos, consistente en alinearse con quienes saquean el erario para terminar recogiendo migajas, o con quienes exprimen hasta la última gota de sudor ajeno para multiplicar ganancias a costa de drenar la riqueza de la tierra» (Manifiesto por una nueva normalidad, CLAIP 2020).

Durante el programa de entrevistas Café Presencia, el doctor Paulo Kuhlmann, miembro de la Red de Investigación sobre Paz, Conflictos y Estudios Críticos de Seguridad (PCECS) y CLAIP, la doctora Marité Muñoz, secretaria general del CLAIP y el doctor Esteban A. Ramos Muslera, coordinador del Área de Paz del IUDPAS-UNAH; compartieron detalles sobre la preparación del evento y las expectativas del mismo.

“Fue un reto grande, el hecho de haber recorrido el 2020 adaptándonos a diferentes plataformas digitales, pero eso no permitió estar fuerte para lo que se viene y el trabajo colectivo con la UNAM ha dado su fruto, y en estos momentos podemos decir que es uno de los congresos más grandes que se ha desarrollado en la UNAH y uno de lo más internacionales de todos”, acotó Ramos.

Mesas temáticas

“El congreso fue organizado en diversos ejes como el campo climático, cultura, arte, educación y en general diversos aspectos que concuerdan con las prácticas de una nueva normalidad”, explicó el doctor Kuhlmann.

Por su parte, el doctor Ramos indicó que el Congreso creció mucho y que inicialmente se plantearon 9 ejes temáticos que vertebraban las distintas mesas, y finalmente se tendrán 12 mesas temáticas, 5 mesas de presentación de libros y 41 paneles distintas en donde se presentarán resultados de ponencias en torno a la cultura de paz, arte, deporte, sustentabilidad ambiental, metodologías participativas, construcción de paz, etc.

El académico sostuvo que se van a exponer los resultados de investigación de trabajos que se han hecho por más de dos años en la región, así como también experiencias prácticas y vivencias de los procesos organizativos que trabajan por la construcción de la paz.

Perspectiva del CLAIP

El Claip realiza estos congresos cada dos años, en donde se recoge la información resultante de investigación académica, a lo que se añadió el componente de experiencias de estas prácticas.

“Hay mucha gente que no es tan académica y no hace ese tipo de investigaciones, pero trabaja en el territorio para fomentar la paz, por ejemplo, en temas de economías sostenibles, huertas comunitarias, con niños en estado de marginalidad o de barrios, comunidades en vulnerabilidad y componente de mediación; estas son experiencias que también se están tomando en cuenta”, afirmó la doctora Muñoz.

Agregó que “el título de este congreso: 'Una nueva normalidad es posible y necesaria', yo creo que es más necesaria que posible". La virtualidad nos está permitiendo tener inscritos a más de 3,000 oyentes, cosa que es maravillosa, entre los países latinoamericanos y otros países aledaños. Se presentaron más de 250 ponencias, hubo muchos más, y saber que tenemos más de 400 autores; todo eso a mí me llena de orgullo y de esperanza, de pensar que la gente joven está pensando y nos está indicando que hay que cambiar. No podemos vivir en una Latinoamérica en donde aparentemente no hay conflictos armados-bélicos, formales, pero igual no hay paz, porque no hay equidad y por tanto no hay paz”.

Según la doctora Muñoz, la nueva normalidad no surgió por la pandemia, la pandemia solo vino a destapar lo que estaba escondido, esa vieja normalidad.