Planes de ordenamiento territorial serían solución para evitar riesgo por desastres naturales en Honduras
Foto de cortesía

Por su situación geográfica y las características socioeconómicas que presenta el país, Honduras es considerado entre uno de los países más vulnerables del mundo ante los desastres naturales, ya que su ubicación favorece el paso de fenómenos climáticos extremos.

“Honduras se encuentra entre la placa del Coco que está al pacifico, y la placa americana que esta al norte, siendo el sistema de placas que genera sismos para Centroamérica, es la zona de subducción que se encuentra en todo el pacífico y sobre la falla de Motagua” explicó Maynor Ruiz, coordinador de la maestría en Gestión de Riesgos y Manejo de Desastres, de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

También dijo que el mayor número de sismos generados en el país son en la zona norte, en la reciente historia, los dos sismos más fuertes que se han sentido han sido de magnitud 7.1 y 7.2 que ocurrieron al norte de Roatán.

El suelo es el producto de alteración de las rocas por agua, aire y otros minerales, en donde también se encuentra presente la materia orgánica y por otra parte están las rocas que son materiales minerales que no presentan alteraciones, el tipo de fenómeno influye en reacción del suelo o una roca.

El experto comentó que los suelos son material poroso, el cual esta constituido por arenas, limos o arcilla, debe de encontrarse bien conectado de los poros de lo contrario el agua llenaría estos y causaría una saturación hinchando y encapsulando el agua, volviendo pesado el suelo, moviendo la masa y causando deslizamientos.

Para que esto no suceda es necesaria una cobertura vegetal óptima ya que se estima que el 12% de la lluvia puede comportarse de diferente manera atendiendo el tipo de suelo.

Recomendaciones para zonas de alto riesgo

Para prevenir estas situaciones, la mayoría de municipios tienen planes de gestión de riesgos que se trata de un documento técnico donde se han establecido los lugares específicos y los riesgos a los que está asociada la zona, que pueden ser sísmica, volcánica, de inundación y de deslizamiento. En teoría se deberían de regir por un plan de ordenamiento territorial donde estén contempladas las zonas aptas para cultivo e infraestructura.

“Se debe exigir que tengamos planes de ordenamiento territorial a los gobiernos municipales, ya que no todos los sitios donde se encuentran las viviendas cumplen con los requisitos para brindar calidad de vida” comentó Ruiz.

Otra situación contraproducente es la invasión del área rural a la zona urbana, lo que provoca que la zona invadida se empiece a expandir en áreas no adecuadas para la construcción, lo que desencadena eventos de deslizamientos, e inundaciones, entre otros.

Las ciudades más grandes cuentan con zonas determinadas que son si o no habitables, sin embargo, la situación económica no siempre permite tener la vivienda en condiciones ideales, por tanto, se recomienda que una persona que va a comprar una propiedad o una casa debe avocarse a las municipalidades en donde existen los planes de gestión de riesgo.

 

El experto comentó que si la persona ya compró el terreno y se encuentra habitando en él pues debe de estar atento a los eventos por monitor, siendo el único evento natural que no se puede prevenir, los sismos.

Para evitar pérdidas de vida se recomienda a la población que cuando los cuerpos de socorro, como Cruz Roja, bomberos, Copeco, policía y la Universidad misma emiten opiniones o alertas, se debe acatar la ordenanza o sugerencia de la evacuación y contar con un plan de manejo de la situación y observar inclinación de los árboles, fisuras en la pared, entre otros.

El papel de la UNAH

En el tema de sismos, la Universidad cuenta con una red sísmica que cuenta con 11 estaciones, de manera experimental por que no se está utilizando un equipo de alta gama, ya que con los que se cuenta permiten mayor flexibilidad por bajo costo.

Actualmente, la red de la Universidad se encuentra complementando la red sísmica de Copeco y se ha generado un enlace con una red centroamericana de vigilancia sísmica, lo que permite registrar cada uno de estos eventos naturales, por pequeño que sean, convirtiéndose en esa manera en un actor principal para brindar información sobre fallas activas.

También se cuentan con instrumentos para medir la precipitación meteorológica, por lo que la universidad en muchas ocasiones brinda acompañamiento a Copeco para mejorar pronósticos, asesoramiento post desastre, y también a través de los boletines meteorológicos e hidráulicos que se generan trimestralmente.

La Máxima Casa d Estudios se encuentra presente en el monitoreo de las 4 amenazas que pueden afectar al país que son sísmica, meteorológica, de inundaciones y deslizamientos.

Finalmente mencionó que el gobierno debe contar con personal calificado para la toma de datos, procesamiento, e interpretación de los mismos y como última recomendación se necesita concientización e inversión en infraestructuras.

 Terremoto en Turquía

Un fenómeno reciente, es el terremoto de Turquía y  Siria donde se han presentado varias réplicas siendo el principal con una magnitud de 7.1 en la Escala de Ritcher, la cual mide la cantidad de energía que se genera mediante un sismo, dejando este fenómeno más de 50,000 personas muertas.

Para que ocurra un sismo deben presentarse ciertas condiciones como una denominada zona de estrés, en donde las rocas que se piensa son cuerpos rígidos son en realidad flexibles, por tanto, en las placas tectónicas donde se encuentran la mayoría de los continentes y oceánicas se encuentran en movimiento constante.

En un sismo existe la acumulación de energía, pero el rozamiento de las piedras en donde a veces se estira, se comprime o se mueven de lado a lado entonces llega un punto que la roca ya no resiste el esfuerzo que la esta desformando y se rompe, en el caso de Turquía y Siria se hace una relación transcurrete, ya que las placas solamente están rozando entre si y no chocando como en otras fallas.