Estudiantes de las carreras de Ingeniería Eléctrica e Ingeniería en Computación, conscientes de aportar soluciones que permitan mejorar las condiciones de los nicaragüenses, generaron un prototipo de un Guante Traductor de Lenguaje de Señas, una solución que permitirá reducir la brecha de comunicación entre personas sordas y personas oyentes.
El Ing. Marlovio Sevilla, Profesor Auxiliar de la Facultad de Electrotecnia y Computación (FEC) y tutor del proyecto de los jóvenes comenta: “durante el desarrollo de sus años de estudios, al estudiante se le brinda conocimientos, conceptos en la asignatura de Microprocesadores para que puedan generar soluciones a problemas que se le presenten en su entorno; esto les permitirá conocer sobre la interacción de los componentes con los cuales hoy ellos han elaborado el prototipo de esta solución”.
Los jóvenes de Ingeniería Eléctrica Noel Rojas, Kevin Gómez y Jean Martínez junto con el estudiante de Ingeniería en Computación Ángel López presentaron este proyecto que consiste en un guante que integra una serie de circuitos, placas y sensores que permita percibir el movimiento de los dedos y poder interpretar su traducción a un lenguaje escrito.
El joven Noel Rojas especifica: “el proyecto está dividido en 3 partes principales, uno sería el cerebro del equipo que se basa en una placa Arduino que interpretaría las señales analógicas y convertirlas a señales digitales; el segundo sería una pantalla LCD que es encargada de dar una vista de las letras que el portador de guante quiera transmitir y el ultimo sería, el conjunto de sensores que según los movimientos de los dedos, captaría los movimientos de la persona”.
El guante en cada uno de los dedos, ocuparía una línea de sensores Flex, que son resistencias analógicas que al tener una cierta variación de forma, varía el nivel de energía que pasan ellos, cambios que el sistema interpreta como determinadas formas de posiciones de los dedos.
Por su parte el joven Kevin Gómez comenta: “para poder materializar esta idea, ocupamos una placa Arduino UNO R3, que ocupa un microprocesador ATmega328; por otro lado para poder intercomunicar el guante, los sensores flex, la pantalla con el Arduino ocupamos una ProtoBoard que centraliza todas las conexiones; así mismo para su funcionamiento utiliza una conexión de 5v que permite trabajar incluso con un pequeño Power Bank”.
Actualmente el proyecto de los jóvenes tiene integrado el alfabeto del lenguaje de señas nicaragüense, por lo que únicamente puede hacer la función del deletreo, pero el proyecto pretende avanzar aún más, con un segundo guante con un giroscopio, que permita la posibilidad de incorporar la capacidad de integrar señas que sean palabras completas, como actualmente incluye el Lenguaje de Señas Nicaragüense (LSN).
“Este prácticamente sería la segunda versión, la primera era solamente probando con los sensores flex, pero de manera digital, una vez que lo teníamos en físico, fue incluso mejor porque los sensores virtuales no registraban los cambios en los ángulos de posición y señas del alfabeto que son posiciones de los dedos muy específicas, que el simulador no era capaz de detallar” agregó el joven Ángel López.
Para poder llevar esto a cabo, los jóvenes han trabajado con asesoramiento en lo que se refiere al LSN con la Asociación “Los Pipitos”, quienes les han asesorado en el uso correcto del mismo, dado que cada país tiene un lenguaje específico.
Este proyecto materializa la vocación de los profesionales de la UNI de brindar soluciones a necesidades y problemáticas, aplicando los conocimientos que reciben en las aulas de clases. Al respecto, el joven Jean Martínez comenta: “el hecho de que nosotros como estudiantes estemos participando en un proyecto de esta índole, marca el paso que los estudiantes de ingeniería tenemos hacia la población con discapacidad, hay muchos problemas y esperamos que más estudiantes apliquen el conocimiento que reciben para generar otras soluciones que permitan mejorar las condiciones de este segmento de la población”.
Los jóvenes continuarán trabajando en el desarrollo del prototipo, que permita brindar una solución que reduzca la brecha que existe y a la que se enfrentan las personas sordomudas en nuestro país.
Sobre este prototipo, existen varios antecedentes a nivel internacional, pero en Nicaragua resulta ser el primero en su género, previamente jóvenes de la UNI habían desarrollado la Aplicación “Señas Pinoleras” que permite aprender el LSN desde el teléfono, así mismo integraba un traductor de texto a señas deletreadas.
Se estima que en Nicaragua existen más de 12,000 personas sordas, que utilizan el Lenguaje de Señas Nicaragüense, lenguaje cuya génesis en los años 80´s tuvo la particularidad de haberse generado de forma aislada y natural por niños de una escuela de educación especial ubicada en ese entonces en el Barrio San Judas de Managua. Este caso, único en la historia, llamó atención internacional y su evolución al día de hoy, permitió llegar a reconocerlo oficialmente como el Lenguaje de Señas de la Republica de Nicaragua mediante la ley No. 675 aprobada el 12 de febrero del 2009.
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