Monitoreo de lagos urbanos daría pista sobre cambio climático
Foto de cortesía

Las microalgas y cianobacterias son indicadores de calidad en lagos y lagunas debido a su sensibilidad a los cambios ambientales, respuesta a nutrientes, capacidad de producir toxinas y su papel en la estructura y función del ecosistema acuático.

El Laboratorio de Biotecnología de Microalgas y Cianobacterias de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional (UNA), coordinado por la académica Narcy Villalobos Sandí, realiza desde junio de este año y hasta febrero de 2024, un monitoreo en cuatro lagos de la Gran Área Metropolitana (GAM), con el objetivo de evaluar en forma integral la calidad de agua de lagos y lagunas, mediante la identificación de microalgas y cianobacterias relacionadas con parámetros físico químicos para la valoración del estado de salud de esos ecosistemas.

El estudio se realiza en los lagos de La Paz, La Sabana y Fraijanes, administrados por el Instituto Costarricense del Deporte, y en el Inbio, administrado por el Ministerio de Ambiente y Energía.

Estos lagos y lagunas se encuentran en zonas recreativas urbanas, por lo que cumplen un papel importante para las personas con fines turísticos o recreativos (excepto el del Inbio). “En la época seca algunos bajan su volumen o se secan, y en algunas ocasiones se presentan malos olores debido a la muerte de peces y otros organismos. Es necesario contar con información que permita a las personas conocer la dinámica natural de un ecosistema de este tipo, en donde la entrada de agua es mayoritariamente pluvial”. Además—cita la especialista—la información generada permitirá tomar decisiones en favor de su conservación.

“Investigamos las especies de microalgas presentes en estos lagos porque son tolerantes o susceptibles a ciertos cambios ambientales, y son importantes como indicadores de contaminación. Escogimos lagos urbanos porque sabemos que el cambio climático afecta mucho a las ciudades, y estos ecosistemas han servido como amortiguadores de cambios de temperatura y otros. Su monitoreo a mediano y largo plazo nos puede dar una idea de la afectación por el cambio climático”, comentó Villalobos.

Cada sitio será muestreado en tres ocasiones: mayo, setiembre y diciembre. “In situ será medido el oxígeno disuelto, temperatura, pH, conductividad y turbidez. Se tomarán muestras para medir en el laboratorio nitratos, fosfatos, amonio y clorofila, así como también para identificar las microalgas y cianobacterias presentes”, detalló la coordinadora.

De acuerdo con Villalobos, “en el laboratorio para una mejor identificación de las especies, se utilizará la técnica de enriquecimiento de la muestra con medio de cultivo para permitir que algunas especies puedan crecer y poder identificarles con mayor precisión, pero también se revisará la muestra fresca. Se hará una lista por muestreo de las especies de microalgas, cianobacterias y diatomeas que aparezcan por laguna”.

 

Paulo Andrés Gómez de León, estudia la licenciatura en Gestión de Recursos Naturales, Conservación y Biodiversidad, y realiza su tesis en este tema. “Los monitoreos los realizamos en distintas épocas del año, esperaríamos que en la época seca haya menos agua en las lagunas, pero con el cambio climático, vemos que ciertos patrones son distintos”.

Según los investigadores, se generarán datos de tipo biológicos, como presencia de especies de microalgas (Chlorophyta y Bacilliarophyta) y cianobacterias (Cianophyta), parámetros físicos como temperatura, pH, oxígeno disuelto (OD), conductividad, turbidez y químicos como fosfatos, nitratos y amonio. Además, se medirá clorofila total en cada sitio.

Resistentes

Las microalgas y cianobacterias son organismos autótrofos que cumplen una función primordial en los ecosistemas, son la vía de entrada de la energía a estos. Son tan versátiles que además se adaptan a condiciones cambiantes y pueden llegar a tolerar algunas realmente extremas, lo que las convierte en indicadores extraordinarios de la calidad ambiental de un sitio. La presencia o ausencia de estos microorganismos en un lago o laguna se relaciona con su productividad, y a su vez este parámetro está vinculado directamente con el estado de salud de este, en este sentido, si hay una diversidad baja de estos organismos o si existe abundancia de algunos potencialmente tóxicos, se puede inferir un cambio que puede traer consecuencias negativas. A partir de los resultados obtenidos se podrían establecer mejoras para el manejo de estos ecosistemas tanto a nivel biológico como a nivel del paisaje.