Si bien la ciencia dio un paso vital en creación de una vacuna en tiempo record para contrarrestar mortalidad por Covid-19, lo cierto es que las aseveraciones de algunos opositores a la existencia de la pandemia y a la efectividad de la vacunación ha generado una serie de mitos alrededor del mundo, a los que Costa Rica no escapa.
Precisamente, este y otros aspectos sobre la vacunación se analizaron en el programa UNA-Mirada, donde se contó con la participación de Elvis Delgado encargado de las subáreas de vigilancia epidemiológica de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA), quienes son del criterio que no vacunarse en este momento sería atentar contra la vida y no amar a los seres queridos.
En ese espacio, Delgado comentó que entre los mitos más populares que han circulado a manera de Fake news (noticias falsas) en relación con la vacunación mundial contra la Covid-19, es que estas vacunas poseen un Chip para dominar a las personas, incluso que su composición lleva sustancias del VIH, cuando en realidad tanto la vacuna de Pfizer y AztraZeneca han sido avaladas por prestigiosos organismos internacionales en salud como la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés). El experto de la CCSS enfatizó que en este momento negar la vacuna es prácticamente un suicidio, no querer vivir ni amar a los seres queridos, solo por el hecho de que algunas personas prestan atención a noticias o informaciones que circulan por redes sociales por parte de ciertos grupos radicales que sin el mayor fundamento científico atemorizan a la población, por lo que solicitó a todos a informarse por las fuentes oficiales de salud a nivel nacional e internacional.
Otro de los mitos que circulan entre las personas es que después de vacunarse con una o ambas dosis, ya se pueden dejar de lado las medidas sanitarias como el lavado de manos, el uso de la mascarilla o el distanciamiento social y por ende romper burbujas sociales, ir a fiestas o estar en aglomeraciones sin protección. Al respecto Delgado señaló que la vacuna viene a ser una medida más de protección ante esta situación y no la cura definitiva contra la enfermedad.
En ese sentido subrayó que las vacunas contra la Covid necesitan alrededor de siete días para que se generen los anticuerpos en el organismo. “La población vacunada no debe bajar la guardia porque las estadísticas han demostrado que es un virus muy variante, por lo que se deben mantener las medidas.”, agregó.
No es una conspiración
Juan José Romero, epidemiólogo UNA comentó que con la pandemia se ha acrecentado el fenómeno de la infodemia, por un lado, información positiva como la producción científica sobre la pandemia, el coronavirus, la covid-19 y los tratamientos, pero por otro lado también tomó auge la alegoría de grupos o movimientos que no solo buscan desacreditar existencia de la pandemia, sino la efectividad de las vacunas contra la Covid-19 y todas las vacunas en general.
Romero resaltó que la población debe comprender que todos los medicamentos poseen efectos secundarios y pretender que las vacunas contra la Covid-19 produzcan una serie de enfermedades y trastornos como la esterilidad serían hechos sumamente raros que a la fecha no están reportados en ninguna prueba clínica ni en ningún reporte en la gran cantidad de personas vacunadas hasta ahora en el planeta.
"Pensar que detrás de la vacunación contra la Covid-19 se esconde un plan malévolo es de muy mal gusto, sin embargo, hay personas que se aprovechan de esto para decir que detrás está el poderío de Bill Gates, porque patrocina la iniciativa Covax, porque el 20% del dinero que ingresa a la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo pone la fundación de Bill y Belinda Gates, lo cual no le hace ningún favor a la humanidad, cuando miles de personas mueren a diario de la manera más espeluznante debido a esta pandemia", aseveró Romero.
Agregó que nunca en la historia de la salud las personas se habían preocupado por la marca de una vacuna, debido quizás a tanto bombardeo de información, por lo que enfatizó que el riesgo de no vacunarse en este momento es muchísimo más alto en términos de enfermarse y morir por Covid-19, que si la persona se vacuna y eventualmente tiene un efecto secundario adverso.
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