Hazel Ugalde García, estudiante de la carrera de Pedagogía I y II ciclos de la Universidad Nacional (UNA) fue galardonada con el Premio a la Excelencia Académica “Rubén Darío”
A sus 23 años, esta joven herediana cuenta que su amor por la docencia surge de su historia de vida. En primer grado de primaria sufrió una amarga experiencia de “bullying” debido a que la maestra, en aquel momento, no le ofreció el acompañamiento necesario para superar sus dificultades de comprensión de lectura, ocasionadas por rasgos de dislexia.
“Que ningún niño pase lo que yo pasé, nadie se merece sufrir en un proceso tan lindo como es la infancia, que debe ser lúdico… Estudié Pedagogía para transformar la realidad que yo viví”, enfatiza Hazel, quien hoy es parte de generaciones de docentes formados con el sello de compromiso y humanismo del Centro de Investigación y Docencia en Educación (Cide) de la UNA.
Transformar la realidad es posible
En su infancia, Hazel tuvo que repetir primer grado, pero no lo lamenta. La historia empezó a cambiar positivamente con la intervención de una nueva maestra, “la niña Daysi”, quien no solo identificó los rasgos de dislexia que dificultaban las tareas escolares a Hazel, sino que dedicó tiempo, conocimiento y amor para trabajar con ella en forma individualizada.
“Hay que leer mucho e identificar qué palabras te cuestan”, recuerda Hazel, a la vez que expresa el gran agradecimiento que aún guarda por aquella maestra, con quien logró desarrollar sus habilidades, al lado de sus compañeritos de aula. “Tuve que esforzarme el doble, pero no me arrepiento”, dice.
Y es que el esfuerzo ha sido una constante que la ha acompañado a lo largo de su vida, en un proceso de aprendizaje y resiliencia, que le ha permitido ir adelante y transformar su futuro.
Así lo confirma el hecho de que hoy reciba el Premio a la Excelencia Académica “Rubén Darío”, por ser la estudiante de la UNA con mejor rendimiento académico a lo largo de tres años (2018-2020), según los parámetros establecidos por el Consejo Regional de Vida Estudiantil (Conreve) del Csuca.
“Es un honor, me motiva a seguir transformándome y a seguir construyendo la mejor versión de mí misma”, dice Hazel sobre este galardón, que recibirá junto a un grupo selecto de mejores universitarios de la región, el próximo 27 de octubre, en una ceremonia transmitida en forma virtual desde la Universidad Autónoma de Santo Domingo de República Dominicana, en el marco de la XVI edición de este premio.
Foto de portada: Hazel Ugalde García, galardonada con el Premio a la Excelencia Académica “Rubén Darío”, considera esencial proveer a los escolares un ambiente seguro, de amor y de respeto, para que puedan desarrollar plenamente sus habilidades, según lo ha comprobado en la práctica docente.
“Amo la docencia, amo el proceso que implica estudiar esta profesión en la quiero desenvolverme”, dice García, al explicar “su secreto” para mantener un promedio de notas sobresaliente, lo que le ha valido ser galardonada con el Premio a la Excelencia Académica “Rubén Darío”, otorgado anualmente por el Consejo Universitario Centroamericano (Csuca).
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