Poner en órbita el Satélite Morazán es una utopía que se está construyendo con la colaboración, conocimiento y experiencia de múltiples profesionales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH); en este grupo de expertos figuran 5 mujeres y estudiantes de diferentes ingenierías, quienes con su aporte marcarán la historia del país lanzando al espacio el primer satélite hondureño.
Ana Thompson y Gabriela Nicolle Muñoz, ambas alumnas de Ingeniería Eléctrica; María José Anderson, casi egresada de Ingeniería Civil; María Fernanda Pineda, de Ingeniería en Sistemas y Diana Sofía Rosales Izaguirre, pasante de Ingeniería Mecánica Industrial, son alumnas que están a punto de egresar de la Facultad de Ingeniería y también contribuyen para marcar un hito histórico en el país.
En el marco del día Internacional de la Mujer, resulta trascendental reconocer el esfuerzo de las féminas, que durante muchos años permanecieron colaborando con la vida científica del mundo desde la oscuridad y el anonimato.
El grupo de alumnas de la Facultad de Ingeniería de la Alma Máter fue seleccionado a través del concurso denominado Spacethon, en donde las estudiantes tuvieron que pasar por una serie de pruebas para ser elegidas.
Actualmente el grupo de profesionales universitarios que realizan esta iniciativa se encuentra en la fase de la creación física del prototipo, es decir, el proceso de manufactura con el material estrictamente seleccionado y proyectar lanzar el satélite en el 2023.
“En diciembre superamos una parte crítica del proceso para poder saber si el diseño de nuestro satélite es exitoso, todos los componentes del proyecto se sometieron a una revisión y superamos con éxito esa etapa después de la evaluación de varios expertos”, comentó la futura ingeniera en mecánica industrial, Diana Sofía Rosales Izaguirre.
Según Rosales, después de superar dichos ensayos el equipo ya está seguro de contar con una estructura capaz de ser lanzada al espacio con éxito; después de analizar factores como la fuerza y los movimientos dinámicos.
“Nuestra estructura tiene que ser capaz de resistir al lanzamiento espacial y para eso hicimos las pruebas; diseñamos la estructura de acuerdo a los requisitos que presenta la Agencia de Exploración Espacial Japonesa (JAXA, por sus siglas en inglés)”, informó Rosales.
Rosales Izaguirre es actualmente la encargada del área mecánica de la estación terrena, trabajó también en el diseño del aire acondicionado para la estación y además forma parte del segmento espacial.
Gabriela Muñoz es alumna del último año de la Carrera de Ingeniería Eléctrica Industrial y encargada de trabajar sobre el mecanismo de rotación de la antena que estaría en comunicación con el satélite, “trabajo en la misión de control y monitoreo del satélite, en la parte electromecánica y de comunicaciones de la estación terrena y del cuarto limpio en cuanto a infraestructura”, explicó la ingeniera.
Muñoz desde muy pequeña sonó con desempeñarse como una ingeniera que estimula la creatividad y la innovación para el beneficio del desarrollo de la sociedad, “y siento que este proyecto me está permitiendo cumplir ese sueño”, expresó.
Ambas ingenieras coincidieron en sentirse muy orgullosas de participar en el proyecto que vaticina ser el detonante para seguir avanzando en el perfeccionamiento de la tecnología en Honduras y con esto incentivar para que más jóvenes se inclinen hacia la investigación científica.
“Queremos seguir enfatizando sobre la importancia que tiene la ciencia y la tecnología en la educación de todos los hondureños, que es muy importante para el avance de nuestro país; al lograr el lanzamiento de este satélite queremos inspirar y motivar que todas las personas que tienen ese sueño, sepan que se puede cumplir”, expresó Rosales Izaguirre.
Por su parte, Muñoz invitó a sus compañeros universitarios a que se atrevan a crear nuevas cosas, “el esfuerzo y el trabajo de cada uno de nosotros tarde o temprano nos dará fruto y debemos seguir luchando para asumir roles importantes para el desarrollo del país”, finalizó.
Comentarios