El bioplástico tiene las mismas propiedades del plástico convencional, pero se diferencia por tener como materia prima fuentes renovables, -sin petróleo- , llevar a la práctica esta idea ha sido la tarea de un grupo de docentes investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en Danlí (UNAH-Tec Danlí) mediante el Proyecto Bioplásticos Occidente.
Según datos de la asociación Plastics Europe, en 2019 la producción de plásticos en el mundo alcanzó los 368 millones de toneladas, nueve toneladas más que en el año anterior. Y una de las ventajas del plástico biodegradable, a diferencia del plástico tradicional, es su capacidad de desintegrarse mediante la acción del medio ambiente y los organismos biológicos que allí habitan, en un de tiempo de aproximadamente dos años.
Teniendo esta problemática vigente desde el año 2019, este equipo de investigadores, cuyos miembros fueron los ganadores del concurso EUROSAN Innova de la Unión Europea, fue capacitado en la Universidad de Sevilla en España, también desarrolló investigaciones para generar utensilios biodegradables y de esta forma contribuir con la plataforma de Seguridad Alimentaria Nacional 11(SAN-11) El Paraíso, en Honduras.
Un plato y una cuchara son los primeros prototipos elaborados por estos docentes investigadores, realizados con materiales degradables como la malanga, productos que se encuentran siendo investigados y mejorados para obtener resultados factibles y para que su proceso de producción sea económico, rentable y biodegradable a corto plazo.
Planta piloto
Para finales del mes de noviembre de 2021, este equipo avanzó en su proyecto con la obtención de la planta piloto que permitirá desarrollar más investigaciones sobre diferentes prototipos a utilizar como frijoles, residuos de pescados y camarones, entre otros, que pasarán por un proceso de bioplomerización para obtener el producto final de prototipos de utensilios domésticos.
“El proyecto ya está en funcionamiento, algunas personas tienden a creer que de momento es una planta que tiene una producción de bioplástico pero el concepto de planta piloto significa que es una planta donde nada más se realizarán prototipos y en esto es en lo que se está trabajando”, comentó Marlon Sánchez, coordinador de este proyecto.
En ese sentido, Bioplásticos Occidente se trata de la transformación de residuos y subproductos de materias primas de cultivos que producen los miembros de la Mesa SAN R11 El Paraíso, que son afectadas por el cambio climático, y en donde se han investigado cuatro materias primas (malanga, yuca, plátano y maíz).
“En el proyecto se capacitaron 100 estudiantes de la UNAH-Tec Danlí en la investigación, innovación, desarrollo y producción de bioplásticos, adicionalmente se involucraron en aproximadamente 20 tesis y proyectos siempre en el tema de biomateriales, algunos de ellos realizaron la práctica profesional en el proyecto”, agregó Sánchez.
También internamente se han generado conocimientos para los docentes que permiten estar a la vanguardia con las exigencias globales como mitigación para el cambio climático y el impacto a los ecosistemas.
Entre las actividades a desarrollar en el corto plazo, una vez se retorne a la presencialidad, está realizar prácticas de laboratorio, proyectos y tesis. Sánchez indicó que “se presentarán propuestas a la sociedad para que en un futuro puedan generar sinergias y flujo económico en la zona, aprovechando todos los desechos, siendo así un moldeo de sociedad donde el ciclo de la economía circular pueda cumplirse y cerrarse”.
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