A pocas horas del Bicentenario de Independencia, el máster Marvin Lemus, docente del Departamento de Historia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), presentó en el programa Café Presencia algunas remembranzas del Centenario de Centroamérica.

Este 2021 se conmemoran 200 años de independencia de Centroamérica, estamos a pocas horas de celebrar el Bicentenario, conviene dar una mirada hacia atrás y recordar cuáles fueron las eventualidades que se dieron en la celebración del Centenario y cuáles son las perspectivas hacia el bicentenario. El centenario se manifestó con júbilo público, pues suponía el acontecer de la primera centuria de su independencia (1921), donde el sector político y la sociedad en general se proyectaron culturalmente con la creación de monumentos y festejos.

“El Centenario es una parte esencial de la historia de Centroamérica y de nuestro país, porque a partir de ello se van a celebrar los primeros 100 años de independencia de Centroamérica frente a España porque sí estamos conmemorando 200 años de independencia del Imperio Español, quizá la independencia “total” habría que analizarla más”, indicó Lemus.

El historiador agregó: “El Centenario de la Independencia es un momento crucial para todas aquellas comunidades que han vivido una relación de dependencia colonial y que han logrado desligarse de dicha condición y mantenerse independientes durante un siglo”.

Teorizó que el Centenario, al igual que el Bicentenario, denominados como hechos históricos, según el planteamiento de Adam Schaff (1971) “es un sistema de referencia en un contexto determinado, que convierte a una cosa ordinaria en un fenómeno calificado hasta el punto de ser denominado un hecho histórico”, (p. 249).

Contexto del Centenario, bastante similar al contexto del Bicentenario

Este hecho histórico se enmarca en el período denominado “entre guerras” a nivel mundial (1918-1945).

Honduras vivía un período de desestabilización social y política (guerras civiles). En Centroamérica las transnacionales bananeras dominaban la esfera económica y Honduras se convertiría en la mayor productora de bananos. “Situación muy parecida a la actualidad, ya que en ese momento inicia la gripe española (1918-1921) y ahora que celebramos los 200 años, estamos viviendo la pandemia del COVID-19”, informó respecto al tema sanitario.

Además, refirió que “en Honduras se estaba pasando de la Guerra de 1919, y posteriormente se da la guerra de 1924, la dominación política y económica de las trasnacionales bananeras era obvio, al igual que las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico(ZEDE), que vienen siendo lo mismo que una trasnacional; vemos que se va repitiendo lo que ya hemos vivido”.

Celebraciones en el país y en la región

En Honduras destaca El Obelisco, creado en el marco de los 100 años de independencia patria en 1921, hoy conocido como Parque El Obelisco, ubicado en Comayagüela, Distrito Central. Este constituye uno de los monumentos más representativos del Centenario. “De hecho, la Comisión del Bicentenario está llevando a cabo una construcción conmemorativa al Bicentenario haciendo réplica a la idea de dejar un monumento”, subrayó.

Comayagua, “entre los notables números de los festejos con que se celebrará el Centenario en aquella cabecera, figuran reproducciones de pasajes históricos de la vida india en las épocas precolombinas, cabalgatas históricas, bailes en hamacas al estilo maya y reconstrucciones notables de las suntuosas épocas coloniales” (El Centenario en Comayagua, 1921, p.1).

En San Pedro Sula, durante las vísperas del Centenario de independencia, la comunidad árabe mandó a construir un parque llamado Palestina, bajo el ideal de “quienes sean unionistas de corazón deben ponerse a prueba en los actuales momentos” (El Heraldo, 1921, p.1).

En Costa Rica se develó la estatua de Juan Mora Fernández, cerca del Teatro Nacional. En imágenes de época, se refleja un ambiente rodeado de un mar de gente conmemorando esta fecha cívica. Entre banderas y sombreros donde se aprecia el júbilo de los asistentes al acto.

En El Salvador se creó la Torre de la Independencia, la cual hoy por hoy ha tenido constantes restauraciones.

En Guatemala, el Palacio Centenario o de Cartón se inauguró el 15 de septiembre de 1921 como edificio protocolario, y se consumió en las llamas el 3 de abril de 1925.

En Nicaragua, en conmemoración al bicentenario se realizó el acostumbrado banquete en el Palacio de Gobierno. También se encuentran manifiestos en periódicos o revistas como: Los Sucesos, El Excelsior, etc.

En el marco de este centenario de independencia (1921), el asunto pendiente para la mayoría de los países centroamericanos fue el intento unionista Federal, con remanentes de la idea morazánica. Era por esta razón que aún en 1921, para las naciones del istmo, después de tantos años y eventos, el espíritu de unidad estaba vigente, pero era frágil.

Discursos políticos e intelectuales del Centenario de Independencia

El presidente Rafael López Gutiérrez (1854-1924), en un manifiesto a los hondureños, con una expresión romántica de ofrendar su sangre a la patria para defenderla con honor y valentía, hacía un llamado al pueblo para que se llenara de patriotismo y se participara en la reintegración de la Federación y no ocurriera lo mismo que en 1821, cuando los mestizos, negros y mulatos no formaron parte del manifiesto de la independencia.

Lemus sostuvo que estos últimos actores mencionados tuvieron parte hasta 1823, en el acta absoluta de Independencia. “Y es que cabe decir que tenemos dos actas de Independencia, podríamos hablar de una tercera, cuando se disuelve la Federación Centroamérica en 1838, y se separan países como Honduras, Nicaragua y Costa Rica”.

Relató que en Centroamérica no se tuvo una Guerra de Independencia, como sí la tuvo América del Sur, que sí tiene héroes de la independencia; Centroamérica tiene más bien próceres.

Por su parte, el Bachiller Alberto Paz Paredes, frente a la estatua de Francisco Morazán, pronunció un discurso en nombre de la Sociedad de Estudiantes Universitarios, donde también resaltaba el surgimiento de Morazán en la escena pública como genio y guerrero, intelectual y hombre de acción que comprendió la felicidad de Centroamérica en “la conservación de la patria grande e indivisible” (Paredes, 192, p.3). Morazán se convirtió en la figura clave del la celebración de Centenario.

En Honduras, una gran parte de los hombres ilustrados o personajes más influyentes de la época pronunciaron a través de las letras los sentimientos e ideas que anhelaban generar y transmitir estos nuevos pensamientos, entre ellos: periodistas, escritores, abogados, doctores, políticos y diplomáticos. Algunos de estos personajes que se han identificado son: Froylán Turcios, Alfonzo Guillén Zelaya, Rómulo E. Durón, Carlos Alberto Uclés, Silverio Laínez, Esteban Guardiola, Ernesto Argueta, Augusto C. Coello, Luis Andrés Zúñiga, Céleo Dávila y el resto de los miembros de la Academia Científico-Literaria; los señores académicos José Vicente Martínez, Alberto A. Rodríguez, Miguel O. Bustillo, Dionisio Gutiérrez, Eduardo Martínez López, Buenaventura Zepeda, entre otros.

Del Bicentenario, rumbo al Tricentenario

“Haciendo un poco el recorrido del Centenario, se dejaron sentadas dos buenas bases, como la conciencia histórica y la identidad nacional, y creo que las diferentes comisiones de festejos departamentales, locales, del Estado, de las demás instituciones, están marcando pautas y espacios interesantes de discusión; eso es lo que le vamos a dejar a las generaciones del Tricentenario”, puntualizó Lemus.

Finalizó acotando “porque sí estamos conmemorando una celebración del deslingue del Imperio Español, pero más allá de eso, tenemos una tendencia del extranjerismo y ¿cómo nos libramos de ello? Pues debemos hacer propuestas para hacer reconstruir esta patria y llegar al tricentenario con nuevas visiones, es decir es necesario repensar el rumbo de lo que nos han dejado estos 200 años".

Para poder ver la entrevista completa, puede acceder al siguiente enlace: https://www.facebook.com/587274187967505/posts/4895725653788982/.