Julián Rodríguez es un joven de 21 años, originario y actual residente de España, de carácter ameno, aunque un poco introvertido (según se considera él mismo), apasionado por la historia, con varias metas académicas, con diferentes intereses en la vida, pero sobre todo muy comprometido con sus proyectos, habla español, gallego, inglés y un poco de portugués, ha vivido en diferentes lugares como España y Cracovia, su madre nació en Guyana Inglesa, así que Julián tiene diferentes influencias culturales.
Él trabaja como saxofonista y a la vez estudia Historia en la Universidad de Santiago de Compostela (España), pero mediante un proceso de movilidad estudiantil, en este caso de forma virtual; decidió aplicar a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) para cursar algunas clases de la Carrera de Historia.
Actualmente está sacando las siguientes clases: Historia del Arte, Historia General de Honduras, Historia Inmediata e Historia Antigua, que forman parte del programa de la Carrera de Historia en la Máxima Casa de Estudios.
Comenzó sus estudios en la Universidad Española, y cursó medio año en la Universidad Jaguelónica (Jagiellonian University), en Polonia, Cracovia; la cual tiene el primer lugar del Times Higher Education Supplement como la mejor universidad en Polonia. Y espera culminar sus estudios de pregrado en la Universidad de Wakayama (Wakayama University).
“Desde pequeño estuve muy interesado por las cosas pasadas; considero que, para hacer un buen precedente, es necesario conocer nuestro pasado, principalmente para no volver a cometer los mismos errores”, comenzó explicando el estudiante en relación a sus intereses por la historia.
Al acabar el Bachillerato, comenzó la Universidad en Santiago, donde cursó los primeros dos años, el tercero lo hizo en Cracovia, y este cuarto lo está realizando en la UNAH.
En la Universidad española cursó asignaturas sobre la Historia de América, las cuales le apasionaron mucho y quizá de allí le surgió el interés de conocer más sobre estos temas, en la Universidad de Polonia tuvo experiencias sobre la historia de Rusia, Polonia, Lituania, que también fueron muy interesantes. Por motivos Laborales tuvo que regresar a España, así aplicó a la UNAH. tiene muchas expectativas de culminar sus estudios de pregrado y poder realizar su maestría.
“Antes de que se me ofertara el intercambio bilateral, no tenía mucha consciencia sobre Honduras ni sobre la UNAH, ni sobre Centroamérica; dado que aquí en Europa todo eso está en un segundo plano. Pero a mí me parece muy enriquecedor poder recibir conocimiento de diversas fuentes”, indicó Rodríguez.
El principal motivo para ingresar a la UNAH fue su experiencia en las asignaturas de la historia de América, “a mí me resulta interesante la historia de los pueblos precolombinos y la llegada de los españoles, y me gusta mucho ver ese acontecimiento histórico desde otra perspectiva. Quiero conocer lo que hicieron mis antepasados en su tierra, ya que ustedes como nativos, lo contarán desde otro enfoque”.
Durante la entrevista, realizada en el programa Café Presencia, Julián también aprovechó la oportunidad para enviar un saludo a sus profesores de la UNAH como el reconocido historiador Arnulfo Ramírez de la Costa y Ekaterina Rodríguez, quienes desde que Julián forma parte de los Pumas le han orientado y le han permitido disfrutar la historia desde otra línea. Agradeció también a la organización del UNAH que le han brindado la facilidad para poder realizar los trámites, y a sus compañeros que los han recibido con mucho gusto.
“Allí en Centroamérica, la educación se enfoca de forma distinta a la que tenemos en Europa y eso me encanta. Me gusta la manera de enseñar, ya que es una educación focalizada al alumno. La experiencia en Honduras está siendo bastante interesante, estoy muy agradecido con mis profesores que han sido muy amables y son grandes profesionales, y están consiguiendo que yo vuelva a tener esas ganas de aprender”, sostuvo.
Julián reconoció que la principal dificultad para estudiar en la UNAH es la diferencia horaria (8 horas), y considerando que la Carrera de Historia solo se imparte en la jornada vespertina, a él las clases, le quedan casi en la madrugada; y a esto debe complementar su vida laboral. “Para mí ha sido un pequeño sacrificio, pero ha valido la pena, aunque no siempre puedo atender todas mis clases, pero siempre intento conseguir los apuntes y entregar las tareas, de hecho considero que por la noche mi cabeza está más activa y presto más atención a las cosas”, relató.
“Después de haber recorrido el camino que me ha llevado hasta aquí, puedo estar seguro de una cosa, el que quiere, puede, y el que lucha por algo, lo consigue, hay que perseguirlo e ir tras ello”, expuso Rodríguez.
Sobre sus proyectos a futuro, explicó que, al ser hijo y hermano de profesoras, “la verdad es que me gustaría ser profesor el día de mañana, es algo que me apasiona. Me quiero dedicar a la enseñanza”, finalizó.
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