El Observatorio de medios de comunicación sobre Violencia contra Mujeres y Niñas (VCMN) desarrolló este viernes 23 de abril, en conjunto con la iniciativa Spolignt y la Embajada de Argentina en Honduras, el conversatorio Periodismo con perspectiva de género como herramienta de las políticas públicas.
Durante el tercero de la serie de capacitaciones "Desafíos para avanzar hacia una comunicación con enfoque de género", dirigida a periodistas y comunicadores hondureños, estuvo a cargo de la doctora en Ciencias de la Comunicación Social, Noor Jiménez, hizo énfasis en la desconexión de las emociones que existe al momento de comunicar y la distorsión deliberada de la realidad, con el fin de influir en la opinión pública y en las actitudes sociales.
Según indicó, dicho fenómeno hace referencia a la posverdad, cuyo auge se dio en la década de los 90 con la campaña de Trump y el brexit, donde a raíz de la distorsión deliberada de la realidad, los hechos objetivos tienen menos valor o influencia que las apelaciones emocionales y las creencias personales, con el fin de crear y modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales.
Debido a las reiteradas afirmaciones de puntos de discusión en los cuales los hechos son ignorados, también ha tomado fuerza en los últimos años la posverdad o política posfactual, mientras tanto, así como las “fake news” o engaños masivos con progresión geométrica por parte de personas con identidad desconocida a través de medios electrónicos tendientes a desinformar, fomentando la ilusión de consenso y veracidad; la teoría de la espiral del silencio de la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neuman, que tiende a enmudecer a quienes tienen opiniones diferentes a las mayorías, hasta que alguien decide revelarse, o el término de infodemia, desinformación o intoxicación informativa basada en el miedo, como ha ocurrido durante la actual pandemia de COVID-19.
“Todo fenómeno de la posverdad es: mi opinión vale más que los hechos; sobre cómo me siento respecto de algo. es terriblemente narcisista y ha sido empoderado por el hecho de que todos pueden publicar su opinión en redes sociales”, dijo, parafraseando al filósofo británico A. C. Grayling.
“Por eso es que determinados medios, aunque se muestre que lo que están diciendo no es verdad, siguen teniendo seguidores y seguidoras porque esas personas necesitan reforzar lo que sienten y lo que piensan. El tema ahora no es solo del periodismo, sino de cada usuario y usuaria en sí misma frente a la computadora”, acotó.
Comunicación como gestión pública
En cuanto a la comunicación como gestión pública específicamente, la conferencista de nacionalidad argentina detalló que puede darse mediante posteos individuales detrás de los cuales puede haber operaciones políticas, sin verificar previamente la información, abusando muchas veces de situaciones como las de violencia o sensibilidad para un fin político o utilizando terminología inadecuada, lo que en determinado momento lleva a la formación de grietas o diversificaciones.
De igual manera señaló que existe una cultura de cancelación o amedrentamiento violento, orientada a generar la ruptura inmediata y a llamar al boicoteo de ciertos eventos, el consumo de determinados productos o que cierto sujeto difunda su opinión en tal o cual medio. Este fenómeno ocurre principalmente en las redes sociales, a través de ataques a quienes opinan diferente o transgreden sus expectativas, produciendo una escalada en contra de las personas transgénero, por ejemplo.
Al respecto resaltó que en cada país existen leyes y organismos para prevenir y castigar la violencia de género, diversidad y grupos vulnerables, y velar por el respeto de los derechos humanos, con actuación en escala ascendente y descendente, además de las instituciones educativas en los diferentes niveles para enseñar y capacitar a sus estudiantes sobre temáticas como la de masculinidades para ayudar a eliminar estereotipos y cambiar mentalidades.
Dado que también el periodismo juega un papel importante, el de difusión, pues “ninguna persona puede exigir un derecho que no conoce que tiene”, la académica internacional resaltó la importancia del uso de lenguaje inclusivo, tomando en cuenta que los sustantivos y adjetivos vinculados con el género no proporcionan las mismas posibilidades a hombres y mujeres.
Anteriormente los organizadores de la jornada virtual de capacitaciones abordaron lo relacionado con los retos para desaprender la violencia y discriminación de género, los derechos y problemáticas de la población LGTBI como reflexión para hacer una cobertura de noticias diferenciada y sin estereotipos, y periodismo con perspectiva de género como herramienta de las políticas públicas y para el viernes 28 de abril está previsto el conversatorio Periodismo y violencia de género: Desaprendiendo los roles asignados a hombres y mujeres desde una nueva masculinidad.
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