El Programa de Becas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que surgió mediante el art. Nº 54 de la Ley Orgánica de 1959 y entró en vigencia en 1960 a través del Departamento de Bienestar Universitario, y que estuvo bajo el mando de diferentes unidades hasta llegar a manos de la Vicerrectoría de Orientación y Asuntos Estudiantiles (VOAE); hoy en día constituye un trampolín para que muchos jóvenes de escasos recursos económicos puedan lograr sus sueños y lograr grandes metas académicas.
Este fue el caso de Francisco Reyes y Johanny Amaya, ambos egresados de la Máxima Casa de Estudios y ahora con experiencias académicas y profesionales exitosas. Reyes y Amaya forman parte de los miles de estudiantes que se ven beneficiados con una beca, situación que los apoya económicamente y los motiva a seguir avanzando en su carrera.
Ambos profesionales compartieron sus experiencias durante el programa Café Presencia https://fb.watch/6lNS9JjNV2/, con el fin de motivar a la comunidad universitaria y señalar su agradecimiento al Programa de Atención Socioeconómica y Estímulos Educativos (PASEE), del Área de Desarrollo Humano (ADH) de la VOAE, la cual está a cargo de las becas.
El PASEE promueve, organiza y otorga el financiamiento de becas, préstamos educativos y estímulos académicos a estudiantes universitarios que solicitan el beneficio y que reúnen los requisitos establecidos en el reglamento.
A continuación, Presencia Universitaria plasmará el sentir de cada uno de ellos.
Francisco Reyes: “El programa me ayudó mucho no solo a nivel económico, sino por la experiencia y las personas que conocí”
Reyes es originario de Intibucá y egresado de la Carrera de Informática Administrativa, ha sido catedrático universitario y cuenta con una maestría en Finanzas, además con un posgrado en Dirección de Entidades Financieras con una beca de Fundación Carolina y actualmente ejerce profesionalmente en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Reyes comenzó contando que él hizo un primer intento para estudiar, pero no lo logró. “Si hubiese conocido como es el programa de becas, yo no hubiera perdido ese año, hablando en el tema económico. Así que es necesario conocer e informarse sobre estos fondos que ayudan”.
Tiempo después, Reyes retornó a estudiar, trabajó durante el primer año y al conocer las becas, él aplicó a la misma y llevó a cabo otros trabajos informales y con eso pudo subsistir. “Recuerdo que en el primer año aprobé 14 clases porque quería salir de la Universidad más rápido”.
Señaló que una de las mayores limitantes que se tiene como ciudadanos es poder acceder a la educación, debido al poco acceso a recursos económicos, y dado que él tenía que trasladarse a Tegucigalpa desde su natal Intibucá. En ese sentido el PASEE, “en especial las becas de excelencia académica y préstamos que ofrece a la comunidad universitaria, sin duda abona y hace posible que personas que tienen potencial puedan salir adelante y que más allá de lograrlo puedan ser agradecidos”, enfatizó.
“A mí me fue concedido en el 2004. Yo recuerdo que era la Beca tipo A, otorgada a estudiantes de excelencia académica con un índice mayor a 90%, y eso fue uno de los elementos que ayudaron y potenciaron mi ánimo de poder culminar mi carrera universitaria”, relató el exbecario.
El profesional egresado de la Máxima Casa de Estudios considera que gran parte de lo que él ha logrado es gracias al programa de la VOAE, pero no solo por el apoyo del programa en sí, sino por todas las personas que conoció en ese proceso, “recuerdo que las licenciadas nos ayudaban y le daban seguimiento a nuestros casos, además era valioso ese compartir incluso con los estudiantes que formaban parte del programa”.
Como beneficio por mantener ese historial académico, su proceso de Práctica Profesional Supervisada (PPS) fue aprobada en el BCIE. Cabe mencionar que ese entonces el Banco tenía un requisito de un índice de excelencia académica para poder aceptar profesionales in fieri. Desde entonces él labora en esta institución.
“Cuando inicié mi carrera yo veía difícil el poder culminarla debido a que provengo de una familia de 9 hijos, yo soy el segundo. Hoy que estoy sentado desde el otro lado (como profesional) veo que estaba en una situación precaria y difícil, pero muy motivado por mi mamá, quien me ayudaba a seguir adelante y buscar nuevas metas”, recordó Reyes.
“La educación es el camino correcto para mejorar la calidad de vida propia y de nuestra familia. En ese sentido, yo pude apoyar a mis hermanos y se han visto cambios radicales”, finalizó.
Johanny Amaya: “VOAE jugó un papel importante en mi vida a través del programa de Becas”
Johanny Amaya comenzó sus estudios universitarios en el año 2010, pero por razones económicas se tuvo que retirar después de solo cursar un semestre. Estuvo dos años fuera de las aulas universitarias y hasta que consiguió trabajo retomó sus estudios en el 2013. En ese entonces ella vivía en Villanueva, Cortés, en la zona norte, y estudió en UNAH Valle de Sula donde cumplió con los créditos de las asignaturas generales.
Posteriormente vino a Tegucigalpa para continuar sus estudios en la Carrera de Lenguas Extranjeras, acompañada de los pocos ahorros que tenía. “Pero cuando se me acabaron, yo no sabía qué hacer, y entonces me acerqué a la Oficina de VOAE y le conté mi situación, y a través de la beca continúe mis estudios hasta que obtuve mi título”, señaló sumamente emocionada la exbecaria.
“Si no hubiese obtenido la beca, seguramente continuaría estudiando la licenciatura y sería muy difícil, el incentivo me ayudó a pagar mis gastos, a comprar comida y lo que necesitaba en mis clases. Gracias a ello pude continuar, eso me permitió avanzar y me ayudó a poder aplicar a otra beca, aun siendo estudiante”, reconoció Amaya.
con la carrera por culminar, Amaya aplicó a una beca a través de la Embajada Americana y estuvo en Estados Unidos por un semestre, regresó a Honduras muy motivada por la experiencia y tiempo después junto a algunos amigos fundaron la organización Empower Honduras, en la cual continúa trabajando.
Actualmente la UNAH mantiene una relación a través de la Dirección de Vinculación Universidad-Sociedad con Empower Honduras y sigue beneficiando a más jóvenes. Después de egresar, Amaya aplicó al programa Fulbright y se graduó en mayo de este año, ahora se encuentra realizando una pasantía en Estados Unidos.
“Aunque muchas veces no contamos con los recursos económicos para seguir con nuestros estudios, existen programas de becas que pueden ayudarnos a continuar ese sueño. El Programa de Becas de la VOAE es uno de ellos. No tenga temor en aplicar, o que su aplicación sea rechazada. Toque todas las puertas que sean necesarias, y no desista, persevere. En algún momento alguna se tendrá que abrir”, aseveró Amaya.
Comentarios