Evalúan impacto de proyecto en Río San Juan
El periodo de evaluación de este proyecto financiado por el Consejo Nacional de Universidades (CNU), desde el año 2011 hasta la fecha, comprende desde el año 2017 al 2020, abriendo un camino para establecer a partir de esta metodología, una cultura de evaluación de impacto de todos los proyectos que ejecuta la UNA en toda Nicaragua.

La Universidad Nacional Agraria (UNA) inició el proceso de evaluación del proyecto “Fortalecimiento de capacidades de gestión, técnicas y productivas para el desarrollo integral de seis municipios del departamento de Rio San Juan”, para medir los aportes en lo académico, aspectos socio ambientales y de rentabilidad económica, en cinco municipios del departamento, donde tiene incidencia el programa. El periodo de evaluación de este proyecto, financiado por Consejo Nacional de Universidades (CNU), comprende desde el año 2017 al 2020.

 

“En el ámbito académico mediremos el aporte del proyecto en temas de producción científica, generación de nuevos conocimientos para el sector agropecuario, los aportes a la academia desde la experiencia de los docentes y la graduación de estudiantes de grado y posgrado. Uno de los primeros resultados que hemos identificado está en función de que el proyecto ha contribuido a la graduación de cerca de 30 estudiantes a partir de la generación de 15 trabajos de investigación entre tesis de grado y posgrado”, informó el doctor Álvaro Noguera Talavera, coordinador del proceso de evaluación y vice decano de la Facultad de Recursos Naturales y del Ambiente (FARENA).

 

Foto Archivo
La participación de docentes en congresos como una forma de difusión de nuevos conocimientos y la generación de conocimiento; como el lanzamiento del libro electrónico: Agroecología y servicios ecosistémicos: aportes de la investigación interdisciplinaria, son parte de los resultados obtenidos con el proyecto. “Al leer el libro completo y hacer un análisis, se entiende y se comprende como los productores han gestionado sus agro ecosistemas y también se puede saber cuáles son los cuellos de botellas y también da luces para hacer un manejo más adecuado de los recursos naturales, sobre todo la biodiversidad, el agua y el suelo como recurso natural no renovable”, asegura el doctor Denis Salazar, autor del libro y docente investigador de la UNA.

 

En el ámbito socio ambiental se evalúan los beneficios directos que los productores locales han adquirido a través de cursos, talleres, capacitaciones, transferencia de tecnologías referidas a la mejora genética de granos básicos como frijol y maíz, en el manejo del cacao y reproducción, manejo y salud animal. La evaluación también recoge experiencias de productores que realizan acciones para proteger fuentes de agua y su participación en programas de reforestación.



HABLAN LOS PROTAGONISTAS


“Los conocimientos que hemos adquirido en las charlas me han ayudado a mejorar los granos básicos, la producción y el terreno. Aprovechar la tierra”, dice Lesbia Sequeira Cruz, habitante de la comunidad El Cacao No.2 en San Miguelito. Para el productor Evenor Sequeira Vargas, también habitante de esta comunidad, todas las capacitaciones que ha recibido le ha permitido “crear conciencia sobre la importancia de cuidar las plantas, en hacer cercas vivas, evitar el calentamiento global, las quemas, el despale indiscriminado y cuidar la flora y la fauna”.

 

“Con este proyecto he aprendido a manejar mi finca, a mejorar los pastos y cómo manejar el ganado. Yo recuerdo que tuvimos una capacitación sobre parásitos en bovinos, nos explicaron cómo se manejaba y que productos le podíamos poner para que así el animal mejorara”, comparte Isidro Aguilar Andino, habitante de la comunidad San Agustín, ubicada en Los Chiles. “También nos dimos cuenta cómo estábamos destruyendo la naturaleza. Ahora lo que estamos haciendo es protegerla. Si solo nos dedicamos a destruirla nos vamos a convertir en un desierto, con el tiempo no vamos a tener agua. ¿Y dónde vas a ir a buscar agua?”, reflexiona Juan Carlos Flores de la comunidad Las Maravillas No.1 tambien en Los Chiles.

 

Un tercer ámbito que se evalúa es la rentabilidad económica del proyecto. “Está todavía en construcción, está todavía en recopilación. Pero si está establecido en la guía cómo evaluarla”, informa el doctor Noguera.

 

Con la ejecución de este proyecto se han fortalecido las capacidades, habilidades y competencias técnico productivas y de gestión de los productores, a través del intercambio de saberes y conocimientos. “Es un proyecto que ha ayudado en toda forma. Tanto para nosotros como para el vecino. Porque nosotros lo que aprendemos lo ponemos en práctica. A nosotros aquí no se nos muere un animal por parto. Nosotros le metemos la mano y yo le digo a mis vecinos que avisen cuando vaya a parir una vaca para ayudarles”, afirma don Teófilo Avalos Rivera, habitante de San Miguelito.

 

“La mayoría de capacitaciones eran dirigidas al área que nosotros manejamos que es cacao. Se recibieron temas referidos a todos los eslabones desde la producción e identificación hasta la parte de fermentación y comercialización”, asegura Ricardo Ulloa Aguilar, productor de Cacao y presidente de la Cooperativa ASIERCA en la comunidad Buena Vista, El Castillo. En esta comunidad los productores aprendieron a darle valor agregado al cacao, un rubro de gran importancia en la producción nacional. “A través de las capacitaciones nosotros hemos ido conociendo cómo es el manejo tanto de sombra y poda, para logra una mejor producción en las áreas del cacao”, comparte José Gómez Alvares, productor de cacao y participante activo de las capacitaciones que se realizaron en Buena Vista.

 


Para José Villalta Maradiaga, productor de la comunidad Las Palmeras en Los Chiles, las capacitaciones le han servido para diversificar su finca y establecer un sistema agroforestal sucesional con cacao y darse cuenta que para “elevar la producción de cacao no basta solamente con sembrar la plata, significa mejorar genéticamente la planta, para que sea productiva y tenga mayor volumen de producción. Y eso lo hemos aprendido en las capacitaciones".

 

“Nosotros hemos aprendido a través de este proyecto cómo sembrar los cultivos sin quemas. Porque antes nosotros nos acostumbrábamos a quemar las parcelas y entonces la tierra se nos iban degradando. Pero a través de las capacitaciones que nos trajo la universidad aprendimos a conservar los suelos, conservar las aguas, lo que nos ha permitido mejorar las tierras y aumentar la producción” dice visiblemente emocionado don Julio Martínez Varela, productor de la comunidad San Agustín.

 

LAS INSTITUCIONES LOCALES


El proyecto ha logrado una importante sinergia con las instituciones nacionales de producción, consumo y comercio presentes en este departamento; garantizado la puesta en marcha de acciones que han fortalecido las capacidades en su personal y su labor institucional.

 

“Se han desarrollado trabajo de investigación en biodiversidad en nuestras áreas protegidas, trabajos de investigación en recursos naturales, en recursos hídricos, hemos recibido capacitaciones en sistemas de información geográfica, cursos en gestión de riesgo para nuestro personal y personal de las unidades ambientales de las alcaldías que hemos estado inmerso en este proyecto de hermanamiento con la Universidad Nacional Agraria”, informa el ingeniero Fernando Maldonado López, delegado departamental del MARENA en Rio San Juan.

 

Con este proyecto; la Centenaria del Agro ha capacitado a más de 30 guarda parques en temas de gran interés; como legislación ambiental y senderismo. “Se les enseñó sobre fauna silvestre, flora, aspectos sociales, turismo, todo ese tipo de cosas que al guarda parque de la institución le van ayudar a mejorar su trabajo”, enumera el máster Francisco Reyes Flores, docente investigador de la UNA.


“Los guarda parques son sensibilizadores ambientales. Realizan visitas de sensibilización, inspecciones técnicas de seguimiento y control, recorridos de vigilancia de los recursos naturales, vigilan en conjunto con el ejército y la policía el tráfico ilegal de flora y fauna silvestre y sobre todo ellos están ubicados entre las áreas protegidas de la reserva de biosfera Rio San Juan”, comparte el ingeniero Carlos Castillo González, coordinador del área técnica del MARENA en este departamento.

 

Con el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) se realizaron diversas actividades. “Cursos de inseminación artificiales en bobino y porcinos. Se desarrollaron las estrategias de porcinocultura y bobina en la inseminación artificial y capacitaciones para geo referenciar fincas” dice el ingeniero Luis Barrios Granja, quien fuera delegado de este instituto en el periodo 2014-2020.

 

El doctor Noguera adelantó que el documento final estará listo en el mes de marzo y que aún faltan encuentros con representantes de instituciones estatales presentes en el territorio como el Meffca, INTA, MARENA, MINED y la misma Alcaldía Municipal.