Producir y almacenar semillas en bancos comunitarios para la próxima época de siembra, ha sido uno de los caminos utilizados por cientos de familias productoras de las zonas rurales para enfrentar tiempos de sequía, garantizar la comida, la conservación y rescate de las semillas criollas. Doña Virgenza Gómez Oporta está contribuyendo en gran medida para que 15 familias de la comunidad el Mombacho produzcan semillas criollas en maíz en las variedades tusa morada y olote rojo y en frijol el vaina blanca, INTA canela y el retinto.  

Bajo el principio de solidaridad, ante la carencia de tierras y de no disponer de dinero tampoco para el alquilar, doña Virgenza presta parte de sus 78 manzanas de tierra a 15 familias. Pone una condición: dejar parte de la cosecha para el banco de semillas. “He tomado la decisión de ayudarles a aquellos que tengan interés de trabajar y que sean honrados. Y así hemos empezado a producir maíz y frijol”, cuenta esta mujer de tez clara. 

Esta productora ha inculcado en los comunitarios, preparar la tierra con prácticas de conservación y protección, no permite la quema del rastrojo y el uso de agroquímicos. “Con esto evitamos matar los insectos benéficos y los minerales del suelo, pero también estaremos comiendo saludable, les aconsejé”, expresa doña Virgenza. “Buscamos semillas aptas al nuestro clima o sea resistentes a la sequía y a las altas precipitaciones o lluvias”, añade Virgenza, de pequeña estatura, pero con una alta convicción y capacidad de convocatoria aseguran los productores.

En este proyecto de asistencia técnica participan cinco docentes y cinco estudiantes en la generación de información para los productores; como la identificación de plagas y enfermedades; la sanidad de los cultivos, la selección de genotipos criollos; entre otros.  Además de resolver un problema real, permite la elaboración de tesis para estudiantes de ingeniería agronómica de la sede y un estudiante que optará al grado de máster. 

El ingeniero Kelvin Cerda, responsable de investigación, extensión y posgrado en la sede regional de Camoapa explicó que como parte de las acciones de extensión universitaria se organizan capacitaciones con los productores y asociaciones. Previamente se identifican las necesidades de investigación de los agricultores “para contribuir realmente con el desarrollo y fortalecimiento de los bancos comunales de semillas que hemos identificado en la zona de Masigüe y aquí en el Mombacho en que participan 40 familias”, expresó Cerda.