“Sueño con una educación que conciba acciones transformadoras”, son las palabras de Yanori Margoth Hernández Ramírez, estudiante de la carrera de Bachillerato en Educación General Básica I y II Ciclos, quien reflexiona sobre los retos educativos en el marco de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia Costarricense.
Hernández Ramírez, quien es educadora y becada por parte de la UNED, concibe el valor de la educación pública como una premisa valiosa en la educación del siglo XXI, en donde la Universidad juega un rol importante como derecho educativo, que contribuye a mejorar las condiciones humanas de los individuos.
Vecina de Sabanilla de Montes de Oca, la estudiante quien se encuentra realizando su Trabajo Final de Graduación (TFG), combina sus estudios con la pasión por la fotografía, las artes visuales, el dibujo, y el ukulele. Además de compartir sus sueños con su esposo César González Arias y sus dos hijos Sebastián y Sophie.
Acontecer conversó con Hernández Ramírez, para conocer su pensamiento en torno a la celebración del Bicentenario de la Independencia Costarricense.
En el contexto del bicentenario, ¿qué papel considera que deben tener las universidades para fortalecer la educación como derecho?
Considero que las universidades tanto estatales como privadas, desempeñan un papel importante en materia educativa y sus derechos, estas deben facilitar a las personas las posibilidades de aprender a aprender y a poder hacerlo en cualquier momento de la vida.
Las universidades deben caracterizarse por su disponibilidad, aceptabilidad, accesibilidad y adaptabilidad, permitiendo a los individuos adquirir habilidades congruentes con las necesidades y requerimientos del mundo actual.
Las políticas educativas y curriculares de nuestro país deben asegurar el fortalecimiento de la educación como derecho a través de las universidades, donde estas sean responsables de la creación de espacios profesionales que promuevan la indagación, las diferentes maneras de pensar, que sean transparentes y accesibles para toda la ciudadanía, permitiendo la comprensión de la educación como derecho, desde una perspectiva crítica, de igualdad y justicia.
Pensando en oportunidades de mejora, ¿cuál cambio propondría para que la educación sea innovadora y permita la autodeterminación de las personas?
La sociedad actual tiene como característica principal su carácter cambiante y experimenta, de forma continua, transformaciones.
La sociedad de la tecnología y la información ha cambiado en los últimos años la planificación de la educación, entonces para que la misma sea innovadora se deben crear espacios educativos que sustenten el apoyo tecnológico, sin embargo, en las instituciones educativas de nuestro país aún no se tiene un modelo claro y definido para operar la educación virtual, entonces sin duda alguna propondría un cambio innovador educativo que tome en cuenta las tecnologías de la información y la comunicación, no para reproducir o hacer más eficientes los modelos de enseñanza tradicionales; al contrario, para que se dé la creación de nuevas teorías de diseño educativo con el uso de tecnología que vayan acordes con las necesidades actuales, a fin de lograr un conocimiento útil para la resolución de problemas relevantes y con sentido social.
Sin duda alguna esto permitiría la autodeterminación de las personas en medida en que exista la construcción del conocimiento y no la simple recepción o elaboración de información; mediante esta edificación se pueden resolver problemas con un enfoque colaborativo, sistémico y ético, en busca de la realización personal de los individuos en la medida que contribuyen al tejido social.
Latinoamericano, costarricense, vivimos una celebración regional con 200 años de vida independiente ¿con cuál tipo de educación sueña para mejorar nuestra realidad social?
Sueño con una educación que conciba acciones transformadoras, esas acciones deben dirigirse a tomar en cuenta las consecuencias de los acelerados cambios científicos y tecnológicos.
La educación debe mejorar las condiciones humanas tomando en cuenta dichos avances y debe ser consciente de los cambios actuales que afectan los hábitos, las costumbres, las relaciones humanas, la actividad productiva, la cultura, el saber y a la educación misma, entonces, la educación debe tener como esencia fundamental, la formación de una conciencia identificada con los principales problemas de la sociedad, comprometida con el destino del ser humano, atendiendo a las aspiraciones y deseos de superación.
Ahora bien, una educación de calidad no puede ser concebida sino como un instrumento para eliminar las desigualdades e injusticias sociales, es decir, que ponga fin a todos los procesos no inclusivos, es por ello que debe fortalecerse una educación con la capacidad de innovar y de crear, utilizándola como herramienta eficaz para la mejora social y económica, que permita a los individuos participar plenamente de la comunidad, siempre partiendo de una visión holística que permita tratar la educación tomando en cuenta las diferentes realidades a las que se enfrenta la sociedad.
Para ello, se deben de dar cambios que tomen en cuenta que educar, no es transmitir conocimientos a una persona para que esta adquiera una determinada formación, más bien que sean conscientes de que educar es promover valores, hábitos, destrezas y habilidades, que permitan el desarrollo oportuno como seres humanos integrales.
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