En el año de 1935, mediante el Decreto N° 29 del 29 de mayo, se tomó la sabia decisión de crear oficialmente La Universidad Nacional de Panamá (con ese nombre en su inicio), bajo la dependencia de la entonces Secretaría de Instrucción Pública. Con ello se dio un paso gigantesco e histórico, que permitía a sus creadores y fundadores, pasar del país imaginado al país que buscaba desde sus inicios de la república, el desarrollo nacional sustentado en las ciencias económicas, políticas, sociales, culturales y humanísticas; encaminadas siempre por el sendero correcto del infinito conocimiento.
Es a partir de allí, que un 7 de octubre del año 1935, en horas de la noche, se inaugura oficialmente en el aula máxima del Instituto Nacional, la Universidad Nacional de Panamá. En medio de un acto solemne y revestido con sus primeros estudiantes, administrativos y docente; ocasión histórica que también contó con la presencia diplomática de destacados representantes universitarios provenientes de La Habana-Cuba, la Nacional Mayor de San Marcos-Perú y de Salamanca-España. Todos en presencia del entonces presidente de la República Dr. Harmodio Arias Madrid, el Dr. José Pezet, Secretario de Instrucción Pública y su primer rector, pionero y fundador Dr. Octavio Méndez Pereira.
En aquella ocasión inaugural, el Dr. Harmodio Arias Madrid en medio de su discurso expresó que: “Es natural, y así debemos esperarlo quienes no estamos acostumbrados a abandonar el plano de la realidad para perdernos en los espejismos de la quimera, que la vida de la Universidad será al principio ardua y tropezará con los obstáculos y con la resistencia de toda actividad que se inicia”. Y por más de ochos décadas así realmente ha sido, ya que en su magna evolución y avance histórico, esta máxima instancia de educación superior, de conocimiento científico y de formación; ha sido siempre objeto de muchos ataques contra su autonomía desde el punto de vista económico y también territorial. Pero aun así, bajo la conducción y sabia administración de sus 15 rectores (que a la fecha ha tenido esta institución), ha sabido avanzar académicamente y mantenerse firme en el tiempo, al amparo y respaldo de sus tres estamentos que la conforma, al igual que del pueblo panameño.
Y lo decimos porque, como institución superior de estudios en estos 85 años ha hecho siempre suya aquellas palabras de su insigne y fundador Dr. Octavio Méndez Pereira cuando dijo: “Esta Universidad, pues, si ha de ser como yo la he soñado, exaltará el espíritu de cultura y lo pondrá en fervor constante de pensamiento y acción. Nace para ello llena de idealismo vital, como poder espiritual y poder práctico, con el pie puesto en las realidades, con la espalda vuelta hacia el pasado y la faz descubierta al porvenir, en la línea de encuentro de dos civilizaciones, en donde ha de fundirse una nacionalidad de compleja estructura, acaso una democracia nueva, producto de las más intensas germinaciones de tolerancias y comprensiones”. Esta, en la práctica cotidiana con el actuar académico, científico, crítico y político de sus tres estamentos como sus principales actores, por más de ocho décadas ha sido la Universidad de Panamá que el gran Méndez Pereira en su momento soñó y exaltó.
Como dato muy importante a conocer es que desde el 7 de octubre de 1935, esta máxima institución del saber, mantuvo el nombre de Universidad Nacional de Panamá, hasta el año 1946. Ya que para ser preciso, el 20 de diciembre de ese año 1946, se aprueba la Ley Orgánica de Educación (Ley 47), que regularía el funcionamiento de esa institución y que a partir de ese momento se denominará Universidad de Panamá. En esa misma fecha y año, a razón de las gestiones realizadas del entonces Ministro de Educación, José Daniel Crespo, respaldado a su vez por los docentes Abel Bravo, Ricardo J. Alfaro y el Dr. Octavio Méndez Pereira, mediante la Ley 40, los terrenos estatales ubicados en El Cangrejo y otros lugares fueron traspasados oficialmente a la Universidad de Panamá.
Cuando el ilustre Dr. Octavio Méndez Pereira en 1935, en medio de su emotivo discurso inaugural de la Universidad de Panamá dijo: “Yo he señalado ya en otras ocasiones como el ideal a que debe tener una institución nueva como la nuestra, la universidad cultural, educadora y libre, sin claustros cerrados, ni divisiones artificiales, ni menosprecio por las actividades prácticas, donde todas las disciplinas naturales, sociales y económicas sean experimentales, críticas, incesantemente perfectibles, donde todas las ideas, todos los sistemas y todas las filosofías puedan ser discutidas y sometidas a investigación y examen, donde no se pretenda formar un centro burocrático, fábrica de títulos y vivero de profesiones, tan limitadas como un oficio manual; donde se cultive al contrario, la facultad constructiva, donde se eduque y se emancipe y donde se desenvuelvan las energías latentes del carácter; donde se estimulen la mente creadora y la acción; donde se enseñe a obrar y pensar por sí mismo para la labor común y el bienestar social, saturado el espíritu de sacrificio y abnegación donde, en fin se tenga bien en cuenta que el centro de donde se debe partir y a donde se debe llegar en toda enseñanza es el estudiante, el más interesado en todos los factores del problema educativo”.
Es por ello que, al pie de lo expresado por el maestro Méndez Pereira en aquel discurso, esa prestigiosa Universidad que un 7 de octubre de 1935 inició sus clases con tan solo 175 estudiantes, 4 administrativos y 8 profesores debidamente seleccionados, y distribuidos en las carreras de Educación, Comercio, Ciencias Naturales, Farmacia, Pre Ingeniería y Derecho que se impartían. Hoy, al cumplir sus 85 años, es la Universidad más grande y reconocida a nivel mundial; que extendida a lo largo y ancho de la geografía nacional lidera una matrícula nacional por arriba de 75 mil estudiantes, con una sólida planta de más de 4,750 docentes y más de 4,000 funcionarios administrativos. Y como institución máxima del saber, ha logrado formar y poner a disposición del país a más de 275 mil profesionales egresados en las diversas especialidades educativas, científicas, humanísticas, tecnológicas, etc., de las 310 carreras que hoy conforman su amplia, variada y grandiosa oferta académica de carreras Técnicas, Licenciaturas, Postgrados, Maestrías y Doctorados que imparte a nivel nacional.
Hoy en sus 85 años, cuenta con dos amplios Campus centrales, el Campus Octavio Méndez Pereira (el primero y pionero ubicado en El Cangrejo, otorgado mediante la Ley 40 del 20 de diciembre de 1946), y el Campus Harmodio Arias Madrid (antigua Escuela Norteamericana conocida como Curundu Middle School, construida en 1957, posteriormente revertida a la Universidad de Panamá, por la Autoridad de la Región Interoceánica, de manera formal y protocolar el 17 de agosto de 1999).
La Universidad de Panamá en estos 85 años, al margen de los vaivenes político, económicos y sociales, y de los continuos recortes millonarios en sus presupuesto efectuados por los distintos gobiernos quinquenales; ha tenido la capacidad de tener en óptimo funcionamiento 19 importantes Facultades que son: Administración de Empresas y Contabilidad, Administración Pública, Arquitectura y Diseño, Bellas Artes, Ciencias Agropecuarias, Ciencias de la Educación, Ciencias Naturales, Exactas y Tecnología, Comunicación Social, Derecho y Ciencias Políticas, Economía, Enfermería, Farmacia, Humanidades, Informática, Electrónica y Comunicación, Ingeniería, Medicina, Medicina Veterinaria, Odontología y Psicología. Además posee 10 Centros Regionales como lo son: el Centro Regional Universitario de Azuero, Centro Regional Universitario de Bocas del Toro, Centro Regional Universitario de Coclé, Centro Regional Universitario de Colón, Centro Regional Universitario de Darién, Centro Regional Universitario de Los Santos, Centro Regional Universitario de Panamá Oeste, Centro Regional Universitario de San Miguelito, y el Centro Regional Universitario de Veraguas. También cuenta con 5 Extensiones Universitarias y 27 Programas Anexos de los cuales, 10 de estos se encuentran en áreas comarcales, de difícil acceso y de condiciones extremadamente pobres.
La Universidad de Panamá, a lo largo de sus 85 años, cuenta en la actualidad con múltiples Institutos especializados como: El instituto de Alimentación y Nutrición, el Instituto Centroamericano de Administración y Supervisión de la Educación, el de Ciencias Ambientales y Biodiversidad, De Criminología, De la Mujer, Del Canal, El instituto Especializado de Análisis, el Especializado de Negociación-Mediación y Arbitraje, el de Estudios de tradiciones Étnicas y Culturales, el de Estudios Nacionales, el Instituto de Geociencias y el de Pro Mejoramiento de la Ganadería. Posee además un Herbario, un Centro de Investigación e Información de Medicamentos y Tóxicos, un Comité de Bioética, la Dirección de Cooperación Internacional, la Oficina de Equiparación de Oportunidades, la Biblioteca Interamericana Simón Bolívar – SIBIUP y los Centros de Innovación, Desarrollo Tecnológico y Emprendimiento estratégicamente ubicados a nivel nacional.
Es importante señalar que la máxima casa de estudios, aún en medio de la actual crisis de salud a consecuencia de la pandemia mundial del COVID-19, sigue manteniendo firme y vigente su Naturaleza, Principios, Fines y Funciones responsablemente plasmados su Ley orgánica N° 24 del 14 de junio de 2005. Misma que en su Artículo 1 establece claramente que “La Universidad de Panamá, como universidad oficial de la República, tiene carácter popular, está al servicio de la nación panameña, sin distingo de ninguna clase, y posee un régimen de autonomía consagrado en la Constitución Política de la República de Panamá, con personería jurídica y patrimonio propio. Está inspirada, en los más altos valores humanos y dedicados a la generación y difusión del conocimiento, la investigación, la formación integral, científica, tecnológica y humanística, dentro del marco de la excelencia académica, con actitud crítica y productiva”.
Acorde a su Naturaleza, Principios, Fines y Funciones, según la última medición realizada en agosto de este año 2020, la Universidad de Panamá continúa en el primer lugar en el Ranking Webometrics y sigue escalando posiciones de la tabla mundial y se mantiene en el puesto 128 de la clasificación de universidades latinoamericanas QS University Rankings. Mientras que a nivel de América Latina la máxima casa de estudios superiores ocupa actualmente la posición número 253, y en el mundo está en el lugar 3,314 de la tabla, aumentando aquí nueve posiciones con respecto al reporte realizado seis meses antes. Estos resultados, desde luego compromete aún más el gran trabajo, su tarea permanente de formar académica, científica y culturalmente, acorde con su Misión y Visión como la primera y principal Universidad del país.
A pesar que la Universidad de Panamá desde diciembre del 2015, venía adaptándose con la preparación de sus docentes y administrativos en lo referente a la educación virtual (mediante Reglamento aprobado por el CGU, sobre la Implementación de cursos virtuales para la institución). La realidad actual a consecuencias del COVID-19, impone un compromiso institucional definitivamente es mayor para el bienestar de sus docentes, estudiantes, trabajadores y pueblo en general. En ese mismo escenario y dirección de trabajo, durante estos últimos seis meses de pandemia, ha tenido la capacidad de readaptarse para continuar con su proceso de enseñanza aprendizaje y en la realización de múltiples Foros, Congresos, Seminarios, Conferencias y demás eventos de forma virtual.
A lo largo de estos 85 años la Universidad de Panamá, ha logrado mantenerse siempre como recinto de grandes cumbres internacionales, de encuentro y recibimiento de múltiples jefes de Estado, de innumerables congresos, foros científicos, culturales y académicos nacionales e internacionales. Ha sido cónclave para la realización de cientos de debates políticos, populares, culturales y de solidaridad con otros pueblos. La identidad, la conciencia crítica, la beligerancia de acción y lucha que siempre ha caracterizado a sus tres estamentos (docentes, administrativos y estudiantes), organizados y agremiados; ha permitido que a lo largo de su evolución histórica, siempre ha sido partícipe principal y fundamental en las diversas jornadas luchas populares y patrióticas, en esa lucha permanente contra la pobreza y la desigualdad social, en innumerables jornadas y manifestaciones por el rescate de nuestra soberanía nacional, la reversión del Canal y en la legítima defensa de los derechos humanos, las conquistas y sueños más anhelados del pueblo panameño.
La Universidad de Panamá a lo interno con sus fortalezas y debilidades, ha sabido avanzar “contra viento y marea”, en medio incluso de las fuertes restricciones económicas e infraestructurales a consecuencias de los millones recortados años tras años, como el caso último de los 90 millones recortados de su presupuesto que de hecho afecta (funcionamiento y el futuro de la Facultad de Medicina).
A pocos días de celebrar oficialmente sus 85 años de fundación, la máxima casa de estudios una vez inició la crisis de la pandemia COVID-19, se ha replanteado nuevos retos, modalidades, estrategias y mecanismos académicos encaminados en plano de la formación y en el plano laboral; inculcando las medidas de bioseguridad en el plano presencial y en el plano de la distancia el compromiso en cuanto al uso de las herramientas tecnológicas y demás plataformas, en función de esa transformación académica permanente; a través de los diversos entornos virtuales de aprendizaje con los que actualmente cuenta, manteniéndose dentro de “La Nueva Normalidad”, en el referente nacional y regional de este nuevo proceso educativo a distancia con mucho compromiso, calidad y excelencia académica.
Por estas y muchas otras razones más, es que la Universidad de Panamá en sus 85 años continúa avanzando “Hacia La Luz”
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