Cada vez son más las hazañas que pasan miles de panameños que residen en la provincia de Panamá Oeste y que se trasladan a través de los diferentes medios de transportes a ciertos puntos de la ciudad capital en la madrugada y en horas de la tarde.

Se trata de residentes del área de Arraiján y La Chorrera que creyeron e invirtieron en esas zonas en busca de una mejor posibilidad y alcance de viviendas, pero que a la fecha han dejado de tener vidas propias para tener vidas caóticas y apresuradas donde el tiempo no les alcanza debido a que pasan más de cinco horas al volante o en el transporte público producto de los largos e incansables tranques del “WEST”.

Y es que no solo se trata de la problemática de las calles en mal estado en estos distritos, sino que existen otras importantes causas que han afectado significativamente, sumado a ello, muchas de estas personas dependen de un servicio de transporte, pasando el doble de calamidades ya que estos servicios son ineficientes.

Actualmente la construcción de la tercera línea del metro, las reparaciones de las calles por parte del Ministerio de Obras Públicas, la construcción del cuarto puente, la construcción del corredor de las playas y los trabajos de mantenimiento en la vía Interamericana, mismos que se extienden desde Howard hasta el Espino de La Chorrera, son una realidad considerable que afecta a la población de la región.

Hasta la fecha se tienen estimaciones de culminación de los trabajos, pero como sociedad sabemos cómo funcionan las cosas en nuestro país. Las autoridades del área señalan que solo es cuestión de armarse de paciencia, y de organizarse, pero señores claro está, que ninguno de estas autoridades atraviesa diariamente lo que miles de residentes del área vive día a día.

¡Hasta cuándo o cuánto más se debe aguantar y las autoridades bien y gracia! la población necesita soluciones. ¿Sabemos que las transformaciones viales y el crecimiento socioeconómico de nuestro país son importante, pero a qué costo estamos pagando estas megas construcciones? Porque esperar colapsar todo para hacer algo? ¿Por qué no pensar en grande y tirar vías sin afectar tanto a terceros? Son unas de las tantas preguntas del pueblo de a pie.

La población de Panamá Oeste pide una solución a gritos para solventar los incesantes tranques que a diario tienen que resistir y que les resta calidad de vida a estas personas, que no ven a corto plazo, una solución para esta problemática que los lleva en años de agonía.

“La Reacreditación Institucional: Una meta de Todos”