“Ya no es tiempo de llorar. Ya no me queda una lágrima más. Ahora es momento de trabajar y salir adelante”, dijo con plena determinación la Dra. Alta Hooker, rectora de URACCAN, al brindar esta mañana un informe sobre la situación de los recintos y extensiones de la Costa Caribe Norte, principalmente de Bilwi y Siuna, donde aún hay muchas familias damnificadas.
El huracán derribó muros, dejándonos casi en absoluta desnudez, afirmó la rectora, “pero no se llevó a URACCAN. URACCAN sigue de pie, más firme que nunca”. Mientras, se trabaja atendiendo a los comunitarios afectados y rehabilitando algunas áreas del recinto Bilwi (dos módulos, el Centro de Espiritualidad y la Administración) para que sean funcionales y poder “continuar con nuestro compromiso educativo y dar respuesta a nuestros estudiantes” en cuanto a sus procesos, solicitudes y gestiones, de manera que sientan que “no todo está perdido, que aún tenemos oportunidad de salvar el año, sin perder nuestro enfoque y calidad, pensando en los mejor para nuestros pueblos”.
En tanto, del recinto Las Minas, Siuna es hasta el momento el campus más afectado. Sus trabajadores recibieron graves daños en sus casas. Aún así, tratan de levantarse y de levantar a la vez la universidad. Colaboran con limpieza y reparaciones. Ahí los árboles cayeron en noble combate. Sin embargo, por la dificultades comunicativas que aún existen en la zona, no se podría establecer un cálculo exacto de daños.
Con las extensiones de Rosita, Waslala y Bonanza no se ha logrado tener comunicación. Permanecen sin energía. Allí hubo anegaciones. Pese a ello, en todo momento sirvieron de refugio y apoyo a los pobladores de las áreas más vulnerables.
Iniciativas de solidaridad Pro-URACCAN
Universidades hermanas y organismos amigos han mostrado solidaridad con URACCAN. El Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), en alianza con la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), y a través de su presidente, se ofreció a colaborar con la rehabilitación del recinto Bilwi.
Asimismo, el Consejo Nacional de Universidades (CNU) realizó un valioso donativo para apoyar en la reparación de las instalaciones de esta institución en el Caribe Norte.
Por su parte, el padre Carlos Irías, de la Universidad Internacional Antonio Valdivieso, de Rivas y quien en nombre de su orden había enviado apoyo a URACCAN en el contexto del huracán Eta, nuevamente manifestó su disposición para continuar ayudando en el marco de esta reciente tragedia (Iota).
Desde la Organización Negra Centroamericana (ONECA), en conjunto con Alianza Américas y CARECEN SF (Centro de Recursos Centroamericanos), están recaudando fondos para contribuir a la recuperación material y moral de URACCAN.
Los hermanos del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) y su Universidad Autónoma Indígena Intercultural (UAIIN), de Colombia, han enviado sus muestras de solidaridad para esta casa de estudios del Caribe nicaragüense.
Estas iniciativas pro-URACCAN, a las que se espera sigan uniéndose otras, constituyen una valiosa esperanza, no solo para la universidad, sino para los pueblos indígenas y comunidades étnicas de la Costa Caribe, quienes ven a URACCAN como un hogar, como su familia.
“Yo asumo toda la responsabilidad. Pero, para poder hacerlo bien, necesito del apoyo de cada uno de ustedes. Somos una familia”, concluyó la rectora Hooker, dirigiendo su mirada llena de fe y optimismo a todo su equipo en la Oficina de Enlace en Managua.
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