La historia de la Universidad de El Salvador está marcada por una serie de momentos en los que se ha vulnerado la autonomía y los derechos humanos de la comunidad universitaria. La Comisión Especial de Memoria Histórica de la UES trabaja desde hace varios años para dignificar a las víctimas y evitar que se repitan estos hechos.
Como parte de este esfuerzo, Rectoría, Vicerrectoría Académica y la Comisión Especial de Memoria de la UES realizarán diferentes actividades, en el marco de la conmemoración del 50 aniversario de la intervención militar de 1972.
“El 19 de julio de 1972, un operativo de las fuerzas de seguridad invadió la Ciudad Universitaria de El Salvador. El Presidente era el Coronel Armando Molina, quien había tomado posesión diecinueve días atrás; el Ministro de Defensa era el Coronel Carlos Humberto Romero y el Comandante de la invasión militar era el Coronel Ramón Alfredo Alvarenga”, se menciona en el ensayo “Un zarpazo de lesa cultura: la intervención militar de la UES”, de Víctor Valle, asesor académico de la Rectoría en 1972.
El resumen de ese ensayo destaca que “la intervención militar de la Universidad de El Salvador efectuada por los cuerpos de seguridad de la dictadura militar presidida por el Coronel Arturo Armando Molina, el 19 de julio de 1972, y su cierre por más de un año, fue un parteaguas en la vida política nacional, pues obligó a las organizaciones políticas y a los nacientes grupos guerrilleros a radicalizarse…Se trató de una clara violación a la autonomía universitaria…que, entre otros, se encargó de frenar y abortar la llamada época de oro de la Universidad, por sus excelentes avances en docencia, investigación y extensión universitaria que la institución había alcanzado durante esos años”.
De acuerdo con la Maestra Sofía Briones, Oficial de Información e integrante de la Comisión de Memoria, conmemorar esta fecha es importante para la institución por cuanto esta intervención constituyó “un crimen de Estado, ejecutado por los tres órganos del Estado, la vulneración al principio de Autonomía Universitaria, que ahora la comisión Interamericana de Derechos Humanos tiene todo un desarrollo sobre el derecho a la educación superior desde esta perspectiva”.
Briones destaca en el libro “50 años de impunidad”, que se presentará el próximo 19 julio, que en el “marco de la implementación de la doctrina de seguridad nacional, en la región latinoamericana las dictaduras identificaron a las universidades públicas, en ejercicio de la autonomía y el libre pensamiento, como parte del enemigo interno, pues en sus recintos se formaban subversivos. La ocupación militar y el establecimiento de organismos de control internos afines a las dictaduras fue la receta aplicada en el continente a finales de los años 60, y se profundizó en las décadas de 1970 y 1980”, se dice en el apartado sobre el contexto histórico de la intervención de 1972.
Según reportes de diferentes medios de comunicación, la ocupación de la Universidad tuvo lugar a las trece horas del 19 de julio.
“La Guardia, Policía Nacional y Policía de Hacienda ocuparon la Universidad Nacional ayer al mediodía, después que se conoció el fallo de la Corte Suprema declarando inconstitucionales las elecciones de las actuales autoridades universitarias. Esto fue solicitado hace algún tiempo por la Federación de Asociaciones de Profesionales de El Salvador”, publicó el Diario de Hoy el 20 de julio de 1970.
En la misma edición de El Diario de Hoy del 20 de julio, en la nota titulada “Ilegalidad Universitaria Decrétase en la Asamblea”, se señala que “una comisión integrada por el Poder Ejecutivo custodiará y administrará el patrimonio de la Universidad de El Salvador en sustitución de las autoridades, funcionarios y empleados del centro que cesan en el ejercicio de sus cargos. Asimismo, derógase la Ley Orgánica del 22 de enero de 1951”.
En la edición de ese día también se dice que el Rector Rafael Menjívar y el Secretario General, Dr. Miguel Sáenz Varela, asistieron a la sesión de la Asamblea en la que se discutía el decreto de intervención de la UES y el cese de todos los funcionarios y personal de la universidad.
“Diputados democristianos expresaron al terminar la sesión, que todos los diputados opositores…adversaron el proyecto de decreto. Unos democristianos declararon que se había ´violado la Constitución´ pero no pudieron dar más detalle de su actuación debido a que unos se encontraban nerviosos…Guevara Lacayo de la DC, hizo ver la necesidad de movilizarse para rescatar al rector Menjívar y al Secretario de la Universidad, Miguel Sáenz Varela, pues de acuerdo a lo que comentaban fueron sacados del Palacio Nacional donde se encontraban presenciando la sesión, por agentes de la policía…fueron sacados tomándolos del pelo y esposados”, se destaca en la continuación de la nota “Ilegalidad Universitaria Decrétase en la Asamblea”, detallada en la página No. 40 de esa edición.
Según informes de prensa, el rector Rafael Menjívar permaneció en custodia policial por varios días y posteriormente fue exiliado, al igual que el entonces decano de la Facultad de Ciencias y Humanidades, Dr. Fabio Castillo.
En la edición de la Prensa Gráfica del 20 de julio de ese año, se afirma que tanto el Centro Universitario de Occidente y el Centro Universitario de Oriente “fueron sometidos ayer a custodia por elementos de la Policía Nacional, de la Guardia y de la tropa”.
Previo a la ocupación del 19 de Julio de 1972, la Universidad pasaba por problemas internos, existía un interés de las autoridades de la Facultad de Medicina de separar la Facultad de la Universidad de El Salvador.
De igual forma, la Asamblea General Universitaria destituyó al entonces decano, Dr. Pedro Ramón Urquilla.
Periódicos de la fecha indican la división existente entre la comunidad estudiantil de Medicina. Por un lado, los que apoyaban la separación de la Facultad de la Universidad y por otro, los que defendían la permanencia de la misma a la UES, así como la autonomía de la institución.
Por su parte, el personal docente y las autoridades de la Facultad de Medicina habían solicitado a la Asamblea General Universitaria la destitución de las autoridades centrales, Rector, Dr. Rafael Menjívar; Vicerrector, Dr. José Napoleón Rodríguez Ruíz; Fiscal, Dr. Luis Emilio Arévalo y Secretario General, Dr. Miguel Sáenz Varela.
En esa misma fecha también existía una petición de separar la carrera de Administración de Empresas de la Facultad de Economía, bajo el siguiente argumento de los estudiantes: “a raíz del descuido en el que mantiene la enseñanza la rectoría universitaria, al grado que las clases no se imparten de acuerdo a las normas universitarias, ni se dan en su totalidad, ni con regularidad. Además del ataque sistemático de que son objetos los estudiantes de Administración de Empresas de parte de los comunistas”, así se detalla en la publicación del Diario de Hoy del 12 de julio de 1972, en la página No. 3.
Fue precisamente la idea de la presencia de “comunistas” al interior de la Universidad, el argumento de la intervención militar del 19 de julio de 1972, según consta en los documentos desclasificado por la CIA el 5 de julio de 2017.
“El Gobierno de El Salvador ha discutido con la Federación de Asociaciones de Profesionales de El Salvador (FAPES) las posibles vías de acción para eliminar las actividades subversivas que prevalecen en la Universidad Nacional de El Salvador”, se señala en el documento en cuestión, en el que también se lee que existía un compromiso del entonces presidente General Fidel Sánchez Hernández, con el presidente electo, Coronel Arturo Armando Molina, de “limpiar la situación en la UES, antes de que Molina asuma el 1 de julio de 1972”.
A diferencia de otras intervenciones militares, en esta intervención participaron los tres poderes del Estado. No se trató solo de un cierre, sino de la instalación de nuevos funcionarios.
A esta intervención, que duró un año, le siguió la masacre de estudiantes universitarios, el 30 de julio de 1975.
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