Durante dos años la Universidad de Costa Rica debió hacerle frente a la pandemia por COVID-19 mediante diferentes estrategias que, en ese momento, fortalecieran la institucionalidad de manera integral. A continuación se mencionan las lecciones aprendidas de este momento histórico que tuvo y aun tiene repercusiones a nivel nacional e internacional:
Compromiso con el país: La Universidad de Costa Rica desde diferentes frentes en el ámbito académico y administrativo, se abocó a apoyar al país en la búsqueda de soluciones y alternativas para enfrentar mejor la pandemia: el diseño y producción de equipo de protección biológico, el apalancamiento operativo en la producción de alcohol para desinfección en la Fanal , el suero equino, la trazabilidad genómica del virus SARS Cov 2, información estadística y prospectiva para toma de decisiones de las autoridades sanitarias son ejemplos entre otros muchos del compromiso que la Universidad de Costa Rica asumió con el país como institución pública de educación superior.
Fortalecimiento de la gestión del riesgo: la pandemia demostró que la organización a nivel institucional en este enfoque puede mejorar la respuesta ante diversos eventos disruptivos, principalmente a nivel organizativo. En este caso las decisiones emanadas desde el CCIO fueron socializadas a partir de la respuesta a emergencias ante el panorama de incertidumbre del momento. Aun así se facilitó que cada dependencia (unidad académica u oficina administrativa) adecuara los protocolos de mitigación acorde a su realidad, este aspecto fortaleció de alguna manera la toma de decisiones basada en la evidencia científica, la experiencia y las particularidades de las actividades sustantivas que se desarrollan en la universidad.
Compromiso con la comunidad universitaria: la institucionalidad demostró la empatía hacia el personal docente, administrativo y estudiantado en tiempos de pandemia en donde, se buscaron alternativas para dar sostenibilidad y continuidad a las actividades académicas por medio de la virtualidad lo que representó un reto para la mayoría de la población; estrategia que se pudo efectuar en un 100 % a nivel de docencia. La implementación del trabajo remoto fue posible en un alto porcentaje de las personas funcionarias lo que evidenció que esta opción podría ser un aspecto sostenible en el tiempo. El uso de plataformas tecnológicas robustas favoreció la interacción entre las diferentes estructuras universitarias. Un punto para destacar es que hay estudiantes para los que su vida universitaria y el apoyo que reciben de la institución es más importante de lo que se podía pensar.
Trabajo conjunto entre varias unidades académicas: la complejidad del fenómeno y la necesidad de buscar soluciones desde diferentes áreas del saber y objetos de estudio propició un trabajo articulado de investigación entre varias unidades académicas para generar información, conocimiento y soluciones que permitieran al país tomar el mejor rumbo posible enfrente de la pandemia.
Resiliencia: la universidad demostró, desde sus diferentes aristas, que tiene la capacidad para hacerle frente a una situación de crisis, de la que no se contaba con mucha información, para mantener la continuidad del servicio brindado a la comunidad universitaria.
Acompañamiento en las actividades sustantivas de la institución: el valor de las personas expertas que laboran en la universidad es otro punto que se debe rescatar puesto que, prevaleció en todo momento el cuidado de la salud y la calidad en la enseñanza. En este sentido destaca que, la innovación, la investigación y la creación de diferentes productos para hacerle frente a la pandemia a nivel nacional, evidenció que la universidad logró articular de una forma óptima con otras instituciones del Estado. Por lo que la docencia, la acción social y la producción del conocimiento no se vieron detenidas a pesar de las circunstancias.
Uso de tecnologías de la información y continuidad de los servicios : si bien es cierto, la universidad se ha mantenido a la vanguardia de los temas relacionados con la tecnología durante los inicios de la pandemia resaltó la necesidad de contar con opciones muy alejadas de la presencialidad para poder darle continuidad a las operaciones. Sin embargo, se hace necesaria la continua actualización de los sistemas y uso de plataformas que favorezcan una mejor interacción y mayor alcance. No todo el estudiantado o personal contó con el espacio y equipo adecuado para poder mantenerse en la virtualidad a pesar de que, en la mayoría de los casos la universidad proveyó herramientas para ello
Comentarios