Con el objetivo de empoderar a las comunidades sobre sus derechos ambientales y brindarles herramientas para colaborar en conjunto con los gobiernos locales, el proyecto de Acción Social TC-311 “Atención primaria ambiental por la sostenibilidad de la salud” ha estado en desarrollo durante los últimos 25 años.
Este proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) lleva a cabo una serie de actividades para construir espacios de concertación que unan esfuerzos y acciones entre ciudadanas y ciudadanos, estudiantes de TCU, organizaciones y gobiernos locales, con el fin de elevar las condiciones de vida en los cantones de la provincia de Cartago.
El deterioro ambiental está generando alteraciones significativas en la salud y calidad de vida de las personas, por lo que el proyecto promueve la Atención Primaria Ambiental (APA) como una estrategia para empoderar a la ciudadanía en su entorno y ejercer su derecho a vivir en un ambiente sano, destacó Ana Luisa Zuñiga, coordinadora del proyecto.
La Universidad de Costa Rica (UCR), a través del TC-311, se incorpora como un ente impulsor y mediador en la transformación de una población con deseos de cambio y soluciones a los problemas que enfrentan. Resulta crucial unir esfuerzos tanto de instituciones públicas como privadas, sin dejar de lado el papel fundamental que desempeña cada persona que conoce la problemática de su propia comunidad.
El TCU actúa como un ente articulador entre diferentes organizaciones locales, concentrándose principalmente en los cantones centrales de Cartago, especialmente en San Nicolás y su gestión de residuos. Un ejemplo destacable es el caso del distrito San Nicolás, donde se logró articular con varias personas para llevar a cabo campañas de recolección de desechos sólidos con el apoyo del proyecto.
Entre las acciones realizadas se encuentran la facilitación de charlas, capacitaciones sobre el manejo adecuado de residuos, el aprovechamiento de espacios verdes, cultivos urbanos en espacios reducidos y el cuidado del agua. Además, se promueve una alimentación adecuada y la creación de espacios verdes.
El proyecto trabaja con diversas poblaciones, incluyendo a los niños y niñas de preescolar, algunas escuelas, jóvenes y personas adultas mayores de la Asociación Específica del Adulto Mayor de San Blas de Cartago, así como otras organizaciones locales, las ASADAS (Asociaciones Administradoras de Sistemas de Acueducto y Alcantarillado) y las asociaciones de desarrollo.
Zuñiga destacó el papel histórico del TCU y la Universidad como un ente neutral, técnico y apolítico, lo cual es ideal para facilitar el trabajo con ciertos grupos que de otra forma no colaborarían juntos.
María José Ruiz Cerdas, integrante de la Comisión Ambiental de San Nicolás y Colectivo Morpho, destacó cómo el TCU los ha acompañado en los esfuerzos de campañas de reciclaje, recolección y separación de residuos, ferias ambientales, y estuvo presente en la formación de la Comisión de Medio Ambiente que ha realizado actividades en La Lima, Quircot y Ochomogo, además de campañas de reforestación del Río Reventado.
"Me parece muy necesario para las comunidades y, de mi parte, han ayudado a la comunidad a tener un sentido de pertenencia y valor hacia nuestro entorno", finalizó Ruiz.
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