Estabilidad y consolidación para celebrar los 25 años

Tras un periodo marcado por la agitación social interna y sus resultantes cambios en el Tecnológico de Costa Rica (TEC), los años noventa llegaron con la esperanza de estabilidad y avance para la aún joven Institución, que tenía la necesidad de “relanzarse” en términos organizativos y académicos.

De acuerdo con la obra Memorias: el sueño, la hazaña y la realidad. LaSitio especial del aniversario historia del Tecnológico de Costa Rica, en el año 1994 el número de estudiantes del TEC creció en un 80% comparado con los que había en 1987. Por otra parte, el documento indica que –en el mismo periodo– la Institución pasó de tener 200 a 400 graduados. Ambos datos estadísticos evidencian que lo señalado en el párrafo anterior se hacía realidad cuando ni siquiera se llegaba a la mitad de la década.

Arturo Jofré fue rector entre 1987 y 1995, por lo cual vivió la transición de década y la consolidación de las instancias creadas bajo su gestión a finales de los años 80, como la Fundatec, el Colegio Científico, residencias estudiantiles y el CETT Zapote.

La última década del siglo XX trajo consigo la apertura de carreras, la celebración del 25 aniversario institucional y el fortalecimiento del apoyo de las autoridades al espíritu emprendedor de los alumnos.

El otorgar en 1994 el primer Doctorado Honoris Causa que confirió la Institución en su historia, al ingeniero Vidal Quirós –el primer rector del TEC–, fue una de las últimas acciones que se realizaron bajo la administración de Jofré.

EL BALANCE DE CRUZ
La llegada en 1995 del ingeniero Alejandro Cruz Molina a la Rectoría marcó la continuidad del trabajo regenerativo que habían realizado sus dos antecesores inmediatos, y consolidó a la Institución.
Sobre su gestión, Cruz definió como una ventaja el que en su equipo de trabajo contara con compañeros que habían estado en ambos bandos de la lucha estudiantil de los años 80. Este equilibrio, según él, le facilitó gestar una etapa de paz cuando asumió su primer periodo de rectoría. “Ese balance me permitió comenzar una primavera en la que florecieron las ideas. Eso fue algo muy positivo y nos permitió visualizar el futuro con optimismo”, comentó.

Cruz fue uno de los primeros profesores del TEC, pues ingresó a impartir química en 1973, y basó su rectoría en tres pilares:

Una mayor vinculación con la sociedad.
La renovación del quehacer académico.
La modernización de la administración y los servicios del TEC.
Cruz explica que el primero de sus pilares buscaba conseguir que el TEC se insertase de manera más visible y efectiva en la realidad social y económica del país, un propósito que guío el devenir de la Institución durante sus ocho años al frente.

También considera que la revitalización de la academia es consustancial a la labor de un centro de estudios superior y por eso lo incluyó como fundamental en su ideario.

Finalmente, el mejoramiento de los sistemas organizativos y administrativos es el centro del tercer pilar.

La mayor vinculación con el sector socioproductivo que procuró el cuarto rector en la historia del TEC, en combinación con las otras dos líneas de trabajo, tuvo su resultado más significativo con la llegada de la empresa Intel al país, en 1997. Este gigante de la industria de circuitos electrónicos inició operaciones en territorio nacional luego de un arduo trabajo conjunto entre varias escuelas de la Institución, el Gobierno de la República y la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE).

“Yo no fui el que trajo Intel a Costa Rica, fue el Tecnológico”, contestó el entonces presidente de la República José María Figueres Olsen, al ser consultado por un periodista sobre el tema de la llegada de la empresa al país; esto según lo recopilado por la obra Memorias, realizada con motivo del 45 aniversario del TEC.


Otras de las manifestaciones exitosas de la consigna de la rectoría de Cruz, fueron el nacimiento de las siguientes carreras:

Ingeniería en Biotecnología.
Ingeniería Ambiental.
Enseñanza de la matemática asistida por computadora.
Gestión del Turismo Sostenible.
Además de la creación de estas, Dibujo Arquitectónico se transformó a Arquitectura y Urbanismo, mientras que Ingeniería en Metalurgia pasó a llamarse Ingeniería en Materiales.

También se lanzaron los posgrados en maestría en Salud Ocupacional (en conjunto con la Universidad Nacional) y la maestría en Administración de la Ingeniería en Electromecánica.

“Lo más trascendente del modelo académico del TEC es que ofrece programas técnicos al igual que universitarios, posgrados y doctorados en ingeniería; con un hilo conductor interno que les permite a los graduados poder aspirar a un nivel más alto e ingresar al ámbito laboral”, Alejandro Cruz, rector del TEC 1995-2003.

Por otra parte, el aporte del TEC, junto con otras universidades, para la creación en 1999 del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES), permitió que varias de sus carreras fueran evaluadas y acreditadas.

Ese mismo espíritu de confraternidad universitaria llevó al TEC a integrarse, en 1996, al Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA).

CELEBRACIÓN DEL 25 ANIVERSARIO
Salida de Clásica Atlética TEC, competición que se realizó en conmemoración del 25 aniversario.
En 1996 el Tecnológico cumplió su primer cuarto de siglo de existencia. Fue por medio de actividades académicas, deportivas y culturales que la Institución conmemoró esta celebración en medio de su resurgimiento.

“Ese año, la Vuelta Ciclística a Costa Rica, una emisión de la lotería nacional y el montaje de la obra Las Troyanas; fueron parte de un festejo que tuvo lugar con un presupuesto bajo, pero con mucha voluntad y colaboración de toda la Comunidad Institucional”, aseveró Cruz.


A manera también de celebración, ese año tuvo lugar la Clásica Atlética TEC, competición que hasta la fecha cuenta con una enorme popularidad a nivel nacional y que es parte de la agenda anual de muchos de los más reconocidos atletas del país. Como hasta hoy en día, la competición de ese año se extendió por 12 kilómetros, saliendo y llegando al Campus de Cartago tras recorrer varias localidades de la provincia y contó con la participación de hombres y mujeres en las categorías juvenil y veteranos.

Un desfile de personalidades se dio por la Institución durante el mismo año del aniversario 25 y en los siguientes. Ejemplo de eso, fue cuando en 1996 se otorgó el doctorado honoris causa al ingeniero Jorge Dengo. La razón por la que el Consejo Institucional (CI) aprobó darle a Dengo la máxima distinción que existe en el TEC, se debe a que él “es un digno ejemplo del ciudadano costarricense, que se ha destacado por su aporte en el campo de la tecnología…”, esto según cita el documento oficial del CI en su sesión 1.887.

El astronauta Franklin Chang Díaz también recibió esta máxima distinción institucionaen 1998 gracias a sus investigaciones científicas y tecnológicas, además de por su contribución para resaltar el nombre de Costa Rica a nivel mundial.

Por su parte, en 1997 la Institución recibió la visita del Premio Nobel de la Paz, Shimon Peres y en 1999 del Premio Nobel de Física Samuel Chao Chan.

Shimon Peres (izquierda) junto al entonces rector, Ing. Alejandro Cruz Molina (centro), y el expresidente José María Figueres Olsen, durante su visita al Centro de Transferencia Tecnológica del TEC en Zapote, San José, en mayo de 1997.

FORMACIÓN INTEGRAL POR MEDIO DE LA CULTURA
Curso de pintura en la Casa de la Ciudad, Cartago.
Las actividades físicas y culturales están inmersas en el desarrollo humano integral. En el Tecnológico esa ha sido parte de su visión y por eso en los noventas se trabajó en ambos aspectos. El fomento a la Casa de la Ciudad, la Casa Cultural Amón; así como un centro cultural en el TEC de San Carlos, fueron parte de lo que se presentó en esa época. Estos espacios funcionan hasta la fecha como promotores de actividades culturales y recreativas, dirigidas a las comunidades donde se encuentran.

“El concepto de llevar tanto tecnología como cultura a las comunidades, ha sido parte del TEC desde sus inicios”, acota al respecto Alejandro Cruz.

INICIOS DE LA FERIA IDEAS DE NEGOCIOS
La Feria Ideas de Negocios ha sido durante los años, un espacio para que los estudiantes presenten a empresarios sus proyectos.
En 1997 tuvo lugar la primera edición de una actividad que ha ganado una relevancia a través de los años tanto a nivel TEC como nacional: la Feria Ideas de Negocios. Esta iniciativa estudiantil fue apoyada por las autoridades institucionales y funcionó como fuente de materia prima y complemento para el Centro de Incubación de Empresas, que había sido fundado a finales de los años 80.

“Fue muy satisfactorio crear un programa de emprendedores en el TEC, donde todos los graduados recibieran al menos un curso sobre cómo formar empresas. Esto nos permitió apoyar la iniciativa de la Federación de Estudiantes de tener una Feria de Ideas de Negocios todos los años”, finalizó el exrector Cruz en la entrevista brindada recientemente para realizar esta remembranza.


OTROS HECHOS IMPORTANTES EN LA DÉCADA
Acreditación internacional de las carreras de Ingeniería en Construcción e Ingeniería en Mantenimiento Industrial, ante el Canadian Engineering Accreditation Board (CEAB).

Obtención de los primeros derechos de autor y patentes para el Tecnológico.

Inicio del proyecto TEC virtual, con el que daba sus primeros pasos la educación virtual en la Institución.

Creación de página web del TEC y de un isotipo abstracto.