Con diez años de apoyar con trabajo –no con discursos- las más diversas causas humanitarias, el proyecto UNAventura Voluntariado, de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil de la Universidad Nacional (UNA), se ha convertido en un ejemplo del compromiso social universitario.
No por casualidad, la iniciativa tiene su génesis en la emergencia vivida por los pobladores de Cinchona y comunidades aledañas, luego del terremoto de enero de 2009. Allí, los brazos del voluntariado estudiantil de la UNA contribuyeron en distintas labores apremiantes, desde la construcción de viviendas temporales –en alianza con Techo para mi País-, hasta la atención de animales domésticos, coordinada por médicos veterinarios de la institución.
De ahí hasta la fecha, el proyecto –a través del trabajo voluntario de estudiantes con el sello humanista de la UNA- ha dicho “presente” en diversidad de experiencias dirigidas a la protección y sensibilización del ambiente, como es el caso de múltiples jornadas de reforestación y limpieza en ríos y playas, así como distintos trabajos de mejoramiento en parques nacionales, reservas biológicas, estaciones biológicas y reservas naturales.
Unido a la conservación ambiental, UNAventura Voluntariado también continúa sumándose a causas orientadas al mejoramiento de la calidad de vida de poblaciones en vulnerabilidad, entre ellas la campaña de recolección de tapas plásticas para la construcción de rampas de acceso, que tiene el propósito de que personas con movilidad reducida puedan disfrutar de las áreas protegidas de Costa Rica, específicamente del Parque Nacional Cahuita.
Ante tal trayectoria, al celebrar el décimo aniversario de este proyecto, su coordinador Esteban Campos resaltó el papel del voluntariado como agente trasformador de las realidades, a través de acciones planificadas.
Y es que –afirmó- UNAventura Voluntariado, constituye un servicio solidario, protagonizado por estudiantes, que se orienta a la atención de forma eficiente y eficaz de necesidades reales manifestadas por los miembros de comunidades u organizaciones.
Experiencia que marca vidas
Campos recalcó que la actividad de voluntariado se ejecuta a través de jornadas, que son planeadas y cogestadas por parte de la coordinación del proyecto y de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, de tal forma que cumpla los objetivos de formación integral del estudiante y reforzamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje de los universitarios.
Así lo confirman los propios estudiantes que han sido marcados por la experiencia voluntariado universitario.
Al felicitar al proyecto por su décimo aniversario, Anthony Esquivel, biólogo egresado de la UNA, aseguró que su participación en el equipo de voluntariado en su época de estudiante marcó un antes y un después en su formación profesional, porque tuvo la oportunidad de conocer personas increíbles, de vivir experiencias inolvidables y de aprender muchísimo, principalmente sobre el trabajo en equipo de manera multidisciplinaria, lo cual actualmente es de gran importancia para todo profesional. Por esta razón, instó a las nuevas generaciones a aprovechar esta oportunidad que brinda la Universidad.
Por su parte, Mariana Zúñiga, egresada de Relaciones Internacionales, dijo que el proyecto representó toda una experiencia de vida como “estudiante realmente UNA”, debido al contacto con las personas, las comunidades y el ambiente.
El ejemplo de compromiso social universitario y de formación integral con sello UNA que lleva a la práctica el proyecto UNAventura Voluntariado fue reconocido durante el acto de celebración de aniversario“Promoviendo la solidaridad institucional y estudiantil, la igualdad, la equidad y la no violencia de género”, que se realizó el 10 de octubre pasado en el Auditorio Clodomiro Picado del Campus Omar Dengo.
Asimismo, en este evento, estudiantes que forman parte del equipo de UNAventura Voluntariado reconocieron el compromiso y la entrega de Esteban Campos como coordinador del proyecto.
Comentarios