A raíz de la publicación del periódico La Nación del jueves 24 de marzo, mediante su edición electrónica, titulada “Mejor promedio en carrera de la UNA deja estudios ahí porque solo dan clases de día y él necesita trabajar", se procedió a realizar la investigación sobre el caso y se envió la siguiente aclaración a la periodista que la redactó, con el fin que se aclare a la opinión pública.
La Universidad Nacional aclara:
Anualmente, la Universidad Nacional reconoce a sus estudiantes más distinguidos en cuatro categorías: modelo universitario, mención al mérito estudiantil, primeros promedios de ingreso por facultad, así como mejores promedios de grado y posgrado. Las limitaciones impuestas por la pandemia y los ajuste en materia presupuestaria por el orden de 8 mil millones, no obstaculizaron que 162 personas estudiantes, recibieran durante el 2020 dicha condecoración, y que alcanzáramos la matrícula más alta de la historia institucional con más de 20 mil estudiantes, lo que nos llena de gran satisfacción y da cuenta de la calidad humana que fomentamos desde la Universidad Pública.
El señor Sebastián Villalobos Víquez destacó en la categoría de primeros promedios de ingreso en el año 2020. Ingresó a la Facultad de Exactas y Naturales, específicamente a la carrera de Química Industrial en el Campus Omar Dengo. El señor Sebastián Villalobos Víquez obtuvo las mejores calificaciones, no sólo por su nota de colegio sino también por la nota del examen de admisión, siendo uno de los mejores del grupo en el que se incluye, de acuerdo con nuestro modelo de admisión, que considera el origen social del estudiante asociado al mérito, ponderando de manera positiva a las personas estudiantes que provienen de colegios públicos, como es caso de este joven. La nota final de admisión del estudiante derivó que la Universidad le otorgara beca de honor, lo que significó la exoneración total del pago de créditos.
Otro aspecto que la publicación pasa por alto es el hecho de que, en la universidad pública la formación es integral e incluye un conjunto de materias complementarias cuyos horarios son muy amplios y flexibles ofertados en las tres franjas horarias: mañana, tarde y noche; facilidad que le permitió al sr. Villalobos matricular el bloque completo de Estudios Generales, inclusive una materia de Comprensión y apreciación musical, unidas a las 2 asignaturas propias de la Escuela de Química y 1 impartida por la Escuela de Matemáticas. Es importante señalar que, durante los primeros niveles, las carreras presentan una carga de cursos que demandan disponibilidad, entre ellos prácticas de laboratorio, que corresponden a materias teórico-práctico. La calidad académica integral es prioritaria para las Universidades Públicas de Costa Rica, por ello estamos entre las mejores del mundo y, para nadie es un secreto que se exige mucho más que en otros sistemas de educación superior. Razón por la cual, también la institución cuenta con un sólido programa de apoyo mediante tutorías dirigidas a las personas estudiantes con el objetivo de evitar la deserción y promover la graduación exitosa denominado Éxito Académico, que este para el 2020 ofreció más de 389 tutorías con una cobertura de 4.770 personas estudiantes.
En la carrera matriculada por el Sr. Villalobos Víquez, en los niveles más avanzados hay variedad de horarios, incluso fines de semana. Además, son programas de estudio tan robustos que, en el caso del Bachillerato en Química Industrial, se oferta en dos sedes, Campus Omar Dengo y Sede Interuniversitaria de Alajuela, con licenciatura e incluso, Maestría en Gestión y Estudios Ambientales. No obstante, se destaca que la institución se encuentra en permanente revisión y mejora en aspectos como calidad y flexibilidad curricular.
Actualmente, la Universidad Nacional cuenta con un programa de becas altamente sólido.
Cerca de 10.000 personas estudiantes cuentan con algún tipo de beca siendo el 54,4% el porcentaje total y el Sr. Villalobos Víquez tenía acceso a ayuda socioeconómica en ocasión de haberla solicitado y cumplir con los requisitos para su otorgamiento. Realizamos un estudio socioeconómico en todos los casos y máxime si la persona estudiante es sobresaliente, se le acompaña y estimula para que no abandone su proyecto profesional.
Durante la pandemia, la Universidad Nacional migró de forma inmediata hacia la presencialidad remota, se habilitaron y reforzaron todos los canales de comunicación institucionales para brindar atención al estudiantado, incluso apoyo psicológico. A la vez que se generó una estrategia de ayudas para que nuestros estudiantes con problemas económicos cubrieran sus servicios de conectividad, apoyo que para el ciclo del 2020 incluyó la entrega de más de 9.000 mil tarjetas sim, así como el préstamo para este mismo periodo de 909 equipos electrónicos entre tabletas y computadoras con una inversión aproximada de 700 millones de colones. Adicionalmente, para quienes tienen hijos o hijas, se les brindó apoyo monetario para pagar el cuidado que ameritan, mientras sus padres y madres estudian.
El Sr. Villalobos Víquez siempre tuvo acceso a estos servicios y la solicitud de apoyo socioeconómico es uno de ellos. Es común dentro de la comunidad estudiantil becada, que bastantes estudiantes utilizan recursos de su beca para ayudar a los gastos del hogar, lo cual constituye otro mérito de la Universidad Pública y de la forma en que administramos recursos públicos. Agradecemos a La Nación revelar el verdadero problema que afronta la familia Villalobos Víquez y miles de familias costarricenses en la actualidad: el nivel de endeudamiento y la precariedad del ingreso, tal y como lo relata con el padre del sr. Villalobos.
Al respecto, desde las Universidades Públicas articulamos distintos esfuerzos para promover la reactivación económica que tanto requiere el país, mismos que han sido incluso socializados con la Presidencia de la República y en distintos foros.
Finalizamos reiterando nuestro compromiso con personas como el señor Sebastián Villalobos Víquez. La situación que esta familia atraviesa nos debe llenar de preocupación a todas y todos los costarricenses, porque retrata la desesperación que cientos de conciudadanos viven a diario y les obliga a tomar decisiones, que el momento, parecen las más acertadas. No corresponde enfatizar que la Universidad Nacional tiene sus puertas abiertas para él, así como lo hicimos para más 4000 personas estudiantes de nuevo ingreso en este 2021. Debilitar la educación superior estatal tan solo multiplicaría casos como el de esta familia y deja claro que de no ser por el modelo educativo que promovemos, miles de jóvenes no tendrían posibilidad alguna de estudiar y contribuir con ello, al desarrollo de Costa Rica.
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