En colaboración con la Escuela de Salud Ambiental de la Universidad de Costa Rica (UCR) y el respaldo financiero con fondos del sistema, el Centro de Recursos Hídricos para Centroamérica y el Caribe de la Universidad Nacional (Hidrocec-UNA), ejecutó el proyecto: “Evaluación de las presiones antropogénicas sobre la salud ecosistémica de la zona marino-costero del cantón de Santa Cruz, Costa Rica”.
El estudio se realizó con el propósito es generar información científica de la zona para conocer la condición real, actual y futura del lugar, así como valorar la calidad fisicoquímica de las aguas superficiales y la presencia de contaminantes que podrían poner en juego la salud ambiental y del ecosistema. Asimismo, determinar la vulnerabilidad de la zona costera y de los acuíferos, además de recolectar la percepción social de la comunidad ante el problema y su relación con la salud.
Andrea Suárez explicó que las actividades antropogénicas terrestres cada vez más ejercen presión sobre los ecosistemas marino-costeros, poniendo en peligro su integridad. Agregó que en febrero de 2022, en la costa Pacífica costarricense ocurrieron eventos de marea roja (también llamado floración de microalgas nocivas) de alta intensidad nunca vistos, con recurrencia de eventos cada vez mayores desde 2012.
Resaltó que a nivel país, esto ha generado un impacto socioeconómico considerable en el sector turístico, pesquero, salud, y ambiente. “La marea roja es un fenómeno natural que sucede en el mar, sin embargo, su alta frecuencia y magnitud en los últimos años permite preguntarse si las actividades humanas son la causa de estos cambios, especialmente a través de los flujos de agua que entran al mar desde la tierra” precisó la investigadora.
Trabajo de campo
Suárez comentó que la zona de estudio abarcó las playas de Potrero, Brasilito, Flamingo, Conchal, Grande, Tamarindo y Langosta; las cuales se realizaron de enero a junio de 2022 para identificar posibles fuentes de contaminación de aguas hacia el mar. Paralelamente se realizaron reuniones con funcionarios y búsqueda de información primaria y secundaria en distintas instituciones de gobierno (Municipalidad de Santa Cruz, Ministerio de Salud, ICT, ASADAS, ADI, Fuerza Pública, Inder, SENARA, Dirección de Aguas, SETENA), con el fin de recopilar información de bases de datos, denuncias o noticias que pudieran determinar posibles puntos de contaminación según la información recopilada.
Detalló que se elaboraron mapas utilizando sistemas de información geográfica, a la vez se seleccionaron 10 puntos de muestreo para su análisis y evaluación, para luego, realizar los muestreos de agua en la zona marino-costera durante 2022 y 2023, en donde se efectuaron siete giras en lancha para hacer análisis microbiológicos y de nutrientes, medición de parámetros in situ, así como parámetros fisicoquímicos en los 10 puntos seleccionados.
La Comisión UNA por los Océanos, prepara agenda de actividades durante este primer semestre del año, que incluyen el dar a conocer los proyectos relacionados con el océano profundo, la contaminación por microplásticos, áreas de conservación, erosión costera y presencia de algas tóxicas, entre otros.
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