Un convenio de colaboración que firmaron este 3 de marzo la Universidad Nacional (UNA) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) busca convertirse en un punto de apoyo para que la innovación o el conocimiento que se genere en la universidad pueda ser transferido al sector productivo y empresarial.
Para llevar adelante este proyecto, el OEI capacitará a 20 académicos de la UNA en nueve clases magistrales y seis sesiones de tutorías asincrónicas, más dos sesiones de introducción y cierre, en el período comprendido entre el 25 de abril y el 17 de junio. Simultáneamente, se capacitará a 40 Pymes y empresas que la Universidad selecciona con el visto bueno de la OEI, organizaciones con las que se plantearán las soluciones, de forma conjunta, a los restos de innovación que las empresas necesitan solucionar, según explicó Gerardo Villalobos, asesor académico de la UNA.
El reto es “complejo”, advirtió Patricio Montesinos Sanchis, director del Proyecto de Promoción y Articulación de Ecosistemas de Innovación de América Latina del OEI, pues implica “tocar creencias de las instituciones” que deben ser “atacadas” para facilitar la transferencia de esos conocimientos. En la articulación de estos ecosistemas de innovación se trabajará con hojas de ruta estructural, organizacional y relacional, en las que se establecerán las relaciones entre los equipos rector, de las empresas y la administración.
Francisco González, rector de la UNA, considera que este tipo de alianzas para promover la innovación constituyen un nuevo pacto de las universidades con la sociedad, en momentos en que resulta necesario “volver la vista” a los sectores productivos, empresariales y de la sociedad en general. Resaltó, igualmente, la oportunidad de brindar posibles respuestas innovadoras hacia diferentes problemas del sector productivo, como el desempleo, que hoy aquejan a la sociedad.
En el mismo sentido, Federico Torres, viceministro de Ciencia, Tecnología, Innovación y Telecomunicaciones destacó la importancia de que, con esfuerzos como este, Costa Rica inicie un proceso de transformación hacia la innovación. “Las universidades han sido actores en la producción de conocimiento, pero hoy tiene que serlo en la transferencia. Es fundamental que logren hacer transferencia de conocimiento y tecnología a las empresas, dándoles esa capacidad y esa competitividad que les permite llegar a los mercados internacionales con el valor agregado que permite pagar los salarios que los costarricenses merecen en el futuro”, agregó.
La consolidación de este acuerdo fue posible también gracias a la firma de un convenio entre la OEI y la Corporación Andina de Fomento (CAF), actualmente Banco de Desarrollo de América Latina, que ha brindado el apoyo para desarrolla el proyecto en Costa Rica y otros países del área como Argentina, Colombia, Ecuador, Panamá, Uruguay y Paraguay.
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