Alrededor de 140 pequeños y medianos productores de las asociaciones de desarrollo integral de las comunidades indígenas de Salitre, Boruca, Osa, Ujarrás y Rancho Quemado en la región Sur del país, fortalecen su productividad forestal y economía rural mediante una serie de capacitaciones impartidas por tres universidades públicas.
La iniciativa, Extensión forestal como estrategia del mejoramiento y fortalecimiento de la gestión ambiental y de la economía rural en la región Brunca de Costa Rica, iniciado a mediados de 2023, pretende implementar una estrategia de extensión para mejorar la productividad del cultivo de la madera, el paisaje y la economía rural en beneficio de pequeños y medianos productores forestales, así como funcionarios públicos del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo), Instituto de Desarrollo Rural (Inder) y la Municipalidad de Osa, entre otros.
Las responsables del proyecto en la Universidad Nacional (UNA) son las académicas de la Sede Regional Brunca de la UNA Sharon Torres, Geizel Araya y Guiselle Mora, junto con un grupo de investigadores del Instituto tecnológico de Costa Rica (TEC) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), cuya coordinación general recae en Luis Diego Camacho, investigador del TEC.
En territorio indígena
Guiselle Mora, investigadora y arqueóloga del Campus Pérez Zeledón de la UNA, comentó que el proyecto nace con la idea de establecer mecanismos que motiven a productores locales en la producción de especies maderables nativas como la teca, melina, gallinazo, amarillón, pilón y balsa, tanto para una potencial fuente de materia prima, sino también en procesos productivos con el fin de dar un uso integral a la madera. “Hace dos años se realizó un primer proyecto de vivienda en la comunidad indígena de Cabagra, donde promovemos el uso de especies forestales nativas, pues la mayor parte de las casas de bono de vivienda se construyen con maderas importadas de Chile como el pino”, explicó Mora.
La académica detalló que en este momento se capacitan las asociaciones de desarrollo de territorios indígenas en temas de innovación tecnológica; como el caso de Ujarrás y Rancho Quemado donde se ofreció la capacitación en manejo de drones y Sistemas de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés). Fundamentalmente, estas herramientas son de utilidad para que los pobladores identifiquen las especies arbóreas y posibles puntos de incendios forestales.
Mora comentó que en el caso de Boruca se cuenta con un invernadero, donde se cultivan árboles de balsa para la creación de máscaras, bajo el manejo de la asociación de desarrollo, la cual se encargará de distribuir las especies a los mascareros de la región. También tallares en Sistemas Agroforestales (SAF).
La arqueóloga de la UNA indicó que para este semestre se capacitará a un grupo de habitantes de Rancho Quemado en el marco de una iniciativa del manejo y protección de las dantas y saínos, de ahí la importancia de conocer el bosque por medio del dron y el GPS. A la vez, como complemento se brindará un taller de arqueología sobre las riquezas de la región en esta materia.
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